El dirigente del Partido Comunista Francés (PCF) Laurent Péréa calificó hoy de asesino e inaceptable al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba y exigió su levantamiento inmediato.
 
No podemos aceptar que esta agresión y esta injerencia continúen, por eso los comunistas franceses luchamos junto a las asociaciones de solidaridad para que el bloqueo termine, afirmó en entrevista con Prensa Latina el integrante del Buró Nacional de la organización, en la cual se encarga de las relaciones con América Latina.
 
De acuerdo con Péréa, en el actual contexto de la pandemia de la Covid-19 despierta todavía más repudio el cerco aplicado por Washington desde hace 60 años para tratar de rendir a la isla.
 
'Estados Unidos quiere poner de rodillas al pueblo cubano, pero sucede todo lo contrario, está de pie dispuesto a vencer', subrayó el alcalde de Saint-Capraise-de-Lalinde, una comuna situada en el suroccidental departamento de Dordoña.
 
El político consideró una prioridad estrechar la unidad de quienes en Francia, Europa y el mundo se oponen a un bloqueo recrudecido por la administración del presidente Donald Trump con medidas como la activación del Título III de la ley Helms-Burton, destinado a privar al país caribeño de las inversiones extranjeras necesarias para su desarrollo.
 
Debemos ampliar nuestra lucha y la solidaridad francesa, europea e internacional, porque todavía hay gobiernos que en Europa y otras partes no enfrentan la injerencia de Trump y del imperialismo estadounidense, advirtió el dirigente del PCF.
 
Péréa insistió en la importancia de que lleguen a los cubanos los mensajes de apoyo y solidaridad, para que sepan siempre que no están solos y transmitirles energía en su lucha.
 
La batalla contra el bloqueo a Cuba es también un combate contra las fuerzas imperialistas y su cruzada ideológica y mediática neoliberal por Europa y el planeta, manifestó a Prensa Latina.
 
En ese sentido, recordó la hostilidad hacia pueblos como los de Venezuela, Palestina e Irán, y los golpes de Estado y las maniobras desestabilizadoras para destruir a sectores progresistas en América Latina, en particular Bolivia, Brasil y Ecuador.