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Prensa Latina fue guía de Fidel Castro para Panamá

Muchas cosas buenas podría decir de Prensa Latina, gracias a la cual siempre estoy informado de lo que ocurre en Panamá, dijo Fidel Castro (1926-2016) al periodista panameño David Carrasco en 1974.
 
Sobre tal aseveración dio fe este fundador de la corresponsalía de la agencia en el país centroamericano, quien durante un viaje a La Habana tuvo la oportunidad de dialogar 45 minutos con el líder cubano en la escalerilla del avión, antes de partir hacia Moscú, Rusia, para participar en el Congreso Mundial de la Paz.
 
Hablamos de la gastronomía y las costumbres istmeñas, incluso le comenté que conocí a su hermano Ramón en una visita al Valle de Picadura (occidental provincia de Mayabeque), pero fue enfático cuando reconoció que Prensa Latina (PL) era su guía para conocer e interpretar el fenómeno panameño, narró el actual director del diario Bayano Digital.
 
Durante una tertulia hace tres años con fundadores de PLPanamá, entre otros participantes, Carrasco aseveró que desde su surgimiento a principios de la década de los 70 del pasado siglo en la nación istmeña, esa oficina tuvo múltiples funciones a falta de una embajada de la isla antillana.
 
En ese sentido, recordó que Norberto Hernández Curbelo, exembajador de Cuba en Venezuela, llegó un día al inmueble de PL con una caja de hierro, la cual contenía la película El Padrino que enviaría posteriormente a la isla caribeña.
 
“La oficina se instaló con Arqueles Morales (1940-1988) al frente y todos los días recibíamos amenazas mal escritas, a lo que él siempre respondió que las faltas de ortografías no podían hacernos daños”, rememoró entre risas.
 
“Ante esta situación, Arqueles decidió hacer los sábados culturales después del mediodía, iniciativa que con el tiempo tuvo aceptación entre los colegas de otros medios de prensa”, precisó.
 
Contó que la apertura de PLPanamá también estuvo rodeada de anécdotas jocosas, como el momento en que estuvieron a punto de pagar una alta suma eléctrica como sanción por quemar el medidor de corriente.
 
Pero lo más importante, expresó, fue la proyección de Prensa Latina en Latinoamérica y el reconocimiento que le dio el general Omar Torrijos (1929-1981), al tiempo que esta agencia contribuyó a la difusión de la causa panameña y del Movimiento de Países No Alineados, en especial durante las cumbres celebradas en Argelia y Sri Lanka.
 
En ambos casos, donde las demás agencias no tuvieron una verdadera representación, PL se lució y gracias a ella nuestra lucha tomó una dimensión importante, acotó Carrasco, quien resaltó el papel de este medio noticioso durante la etapa de batalla para rescatar el canal interoceánico.
 
“Cuando salí de Prensa Latina empecé a laborar en Radio Libertad para reforzar el equipo de trabajo a solicitud de Torrijos. En aquel entonces, las trasmisiones de esta emisora empezaban con el himno del 26 de julio y diciendo: En Cuba siempre es 26”, narró.
 
“La gente no se acuerda de eso, pero fue una decisión de Torrijos para presionar las negociaciones del canal”, puntualizó.
 
Al respecto, el periodista chileno Rolando Gabrielli, excorresponsal en Panamá, destacó que en ese periodo la Agencia Informativa Latinoamericana acuñó una serie de conceptos únicos como la extensión territorial de la Zona del Canal: mil 432,2 kilómetros cuadrados.
 
“Prensa Latina fue muy puntual y sistemática a la hora de universalizar los temas que la gente no entendía, entre ellos, el tamaño de la Zona del Canal, la cual es más grande que la Ciudad de Panamá” (275 kilómetros cuadrados de superficie), especificó.
 
Sobre este particular, el sociólogo Marco Gandásegui (1943-2020) ratificó que una de las cosas a la que contribuyó este medio fue a no bajar la guardia en la lucha generacional de los panameños por su soberanía y dignidad.
 
PRENSA LATINA, GUERRILLERA DE LA PLUMA
 
En el encuentro, el también periodista y uno de los articulistas de la sección Firmas Selectas desde el 2018 hasta su fallecimiento destacó la historia universal, de vida y política de la agencia fundada por los argentinos Ernesto “Che” Guevara y Jorge Ricardo Masetti el 16 de junio de 1959 en La Habana, Cuba.
 
“Para mí fue muy impactante leer en Prensa Latina cuando Fidel decidió apoyar la lucha por la independencia de Namibia y la defensa de la soberanía de Angola. Fue como leer ciencia ficción de otro planeta.
 
«¿Cómo de una isla de 10 millones de habitantes parten a África 80 mil soldados a luchar en contra de la invasión sudafricana, que tiene un ejército muy profesional y tecnificado?», se preguntó asombrado.
 
“Y ahí estaba Prensa Latina, al pie del cañón y no como algunos periodistas gringos que vinieron a Panamá a cubrir hechos como el 9 de enero de 1964 y se metieron en el bar del hotel El Panamá.
 
“Desde allí recibieron las noticias de sus espías e informantes sobre lo que pasó durante esos cuatro días de lucha, y por consiguiente mandaron sus noticas a Estados Unidos totalmente tergiversadas.
 
“Prueba de ello fue que nosotros éramos los agresores y los pobres soldados gringos no sabían qué hacer ni dónde esconderse, porque los panameños les tiraban piedras. Sin embargo, ellos con sus ametralladoras y tanques no sabían qué hacer”, evocó el profesor universitario.
 
Recordó que su primer contacto con Prensa Latina fue en 1961 siendo un estudiante en la Universidad de Chile. Ese año conoció al periodista Hernán Uribe Ortega (1925-2019), quien era entonces un colaborador de ese colectivo.
 
Dos años después estableció estrechas relaciones de amistad con Elmo Catalán, reportero que trabajó en periódicos y revistas alternativas chilenas, quien tributó para Prensa Latina hasta que falleció en 1965, en Bolivia, durante un enfrentamiento armado entre un grupo de guerrilleros y el ejército de ese país.
 
“Lo que siempre me ha llamado la atención de los periodistas de Prensa Latina, los de antes y los de ahora, es que todos, sin excepción, son guerrilleros de la pluma, pues no están dispuestos a seguir lo convencional.
 
“Los periodistas de Prensa Latina crean su propio método de trabajo cada vez que se enfrentan a un problema, porque toda noticia es un problema.
 
“Toda noticia es un reto, qué hay detrás de esto, qué explica esto, por dónde van los acontecimientos para darle seguimiento, porque la noticia nunca muere, siempre será interés del público y tendrá un matiz político”, sentenció.

Fuente: 

Prensa Latina

Fecha: 

14/06/2022