Cuba recuerda Segunda Declaración de La Habana
Más de un millón de cubanos en Asamblea General del pueblo aprobó hace 59 años, la Segunda Declaración de La Habana, documento que manifestó la vocación latinoamericanista y antimperialista de la naciente Revolución.
El texto, leído por el líder Fidel Castro, denunció además el carácter injerencista del gobierno estadounidense en los asuntos internos cubanos y subrayó el peligro de la dominación norteña sobre el resto de las naciones del continente.
Durante la concentración ciudadana en la Plaza de la Revolución, el estadista explicó las presiones ejercidas por Washington para expulsar a la nación caribeña de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el transcurso de la reunión del organismo en Punta del Este, Uruguay, el 31 de enero de ese mismo año.
Según investigaciones históricas, en ese contexto y bajo la anuencia de Estados Unidos, todos los países latinoamericanos, excepto México, rompieron relaciones diplomáticas con la Cuba revolucionaria.
La Segunda Declaración de La Habana examinó las raíces históricas de los pueblos del continente y plasmó la decisión de la isla de resistir y construir el Socialismo, pese a dificultades o presiones.
Un día antes, el 3 de febrero de 1962, el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, firmó la orden ejecutiva 3447 que formalizó el bloqueo, medida que buscaba asfixiar a la naciente Revolución y que aún está vigente, pese al rechazo internacional.
En opinión de especialistas, con su alocución de 1962 Fidel Castro reafirmó la dignidad nacional, la autodeterminación y soberanía de la mayor de las Antillas.
En tal sentido, el politólogo argentino Atilio Borón subrayó que el documento cuenta con un "enorme valor histórico y también rigurosa actualidad que las nuevas generaciones de luchadores anti-imperialistas y anticapitalistas deben leer, estudiar y, lo más importante, llevarlo a la práctica".
Durante la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en 2014, el canciller, Bruno Rodríguez, afirmó que la posición de Cuba respecto a la OEA permanece invariable desde la Segunda Declaración de 1962.
"No regresaremos a ella, tiene una carga histórica negativa como instrumento de dominación de Estados Unidos que no puede resolverse mediante una reforma"', aseguró.
El texto de hace 59 años concluye con una de las frases más conocidas de la historia de la Revolución cubana que luego el guerrillero argentino Ernesto Che Guevara leería ante las Naciones Unidas:
"Porque esta gran humanidad ha dicho !Basta! y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. !Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera, irrenunciable independencia!".