“Ningún revolucionario dejó de sentir el aliento y el estímulo que emanó siempre de los comunistas soviéticos. Puede decirse que desde entonces todas las nuevas generaciones revolucionarias se educaron en las ideas, el espíritu y los principios de la Revolución de Octubre. Ningún acontecimiento influyó jamás tanto en la mente de los hombres, el destino de los pueblos y el progreso del mundo. La humanidad ha vivido a partir de entonces el más fecundo período de transformación revolucionaria en toda su existencia”.
Referencia al texto original:
Discurso pronunciado en el XXV Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, 25 de febrero de 1976