El día que Fidel y Chávez visitaron al Che en Alta Gracia
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Se cumplen dentro de pocos días 10 años de una visita memorable. Fidel y Chávez decidieron encontrarse con el Che en su casa de Alta Gracia, para compartir anécdotas de la niñez del Guerrillero Heroico y conocer de cerca los espacios que habitó durante su infancia. Por alrededor de una hora se extendió aquel mágico encuentro.
Dicen algunos de los que tuvieron el privilegio de estar allí esa tarde que miles de personas, visiblemente emocionados y con lágrimas en los ojos, no podían salir de la sorpresa y la emoción al ver a ambos líderes latinoamericanos bajarse de los autos y entrar presurosos al encuentro con el médico argentino.
La apacible ciudad, que disfrutó de un día soleado y algo caluroso (poco usual para la época), vio interrumpida su calma esa tarde del 22 de julio con la inesperada y conmovedora visita. “Olé, olé, olé, Fidel, Fidel”, cantaban a coro los numerosos vecinos y curiosos que se acercaron a las proximidades de la casa, cuando vieron arribar la comitiva que trasladó a ambos presidentes.
Más de un aprieto pasó la seguridad para que no ocurriera ningún incidente durante la estancia en el Museo Casa Ernesto Che Guevara. Un mar de pueblo, todos sorprendidos e incrédulos, gritaban y aplaudían la presencia de Fidel y Chávez. Para todos ellos, era el acontecimiento más trascendente en la historia de esa pequeña localidad.
Desde bien temprano en la mañana, el pueblo altagraciense copó las calles de esta villa serrana de 45 mil habitantes, a 35 kilómetros de la capital cordobesa, para tomarse unas fotos, abrazar o simplemente darle la mano a esos dos líderes mundiales.
Ambos mandatarios le habían hablado al pueblo cordobés la noche anterior, en un multitudinario acto en la Ciudad Universitaria, en el que comentaron acerca de la integración regional en marcha y su importancia para el futuro de nuestros pueblos, pocas horas después de culminada la Cumbre de Presidentes del Mercosur celebrada en Córdoba, a la cual habían sido invitados.
Fidel y Chávez, enfundados en su uniforme verde olivo y en su camisa roja, respectivamente, fueron recibidos en la Casa-Museo por el intendente, Mario Bonfigli, quien los declaró “ciudadanos ilustres” durante una sencilla ceremonia realizada en el interior del inmueble, de la que también participaron autoridades del centro cultural y amigos de la infancia del Che.
Por espacio de una hora recorrieron las salas de un museo abarrotado de personas, contaron anécdotas y posaron al lado de la estatua de bronce que recuerda al Che a los 8 años sentado en uno de los muros del portal de la casa.
Los padres del Che eran de Rosario, pero decidieron mudarse a Alta Gracia porque el clima seco de la sierra serviría para aliviar los problemas de asma del pequeño Ernesto, quien vivió allí desde los 4 hasta los 15 años.
Villa Nydia, como también se conoce la casa, fue construida por la Compañía de Tierras y Hoteles en 1911 para ser habitada por el personal jerárquico del ferrocarril. De estilo inglés, techos de chapas verdes y tejas ocres, similares a muchas de la cuadra, se convirtió en museo el 14 de julio del 2001. Desde entonces, no ha cesado el ir y venir de miles de turistas de todo el mundo que buscan una instantánea junto a algún objeto personal de este hombre que, con el paso del tiempo, se ha convertido en leyenda.
El hoy Museo Casa Che Guevara cuenta con 10 salas expositoras, en las que se exhiben distintos objetos personales, entre los que se encuentran la bicicleta original con la que realizó su primer viaje a gran parte de los países de Latinoamérica y una moto del mismo modelo (Norton 500 cc, apodada “La poderosa”) que la utilizada por el “Che” para su segundo viaje por la región en 1951 con su amigo Alberto Granado.
Desde la histórica visita de Fidel y Chávez al Museo, se habilitó un nuevo espacio que recoge instantáneas de ese histórico y memorable momento.