Envia carta a los trabajadores del puerto de La Habana
Compañeros de la Comisión Organizadora Nacional y del Consejo Provincial del Sindicato de Trabajadores de Marina Mercante, Puertos y Pesca, en la Ciudad de La Habana;
Queridos compañeros trabajadores del puerto de La Habana:
Días atrás recibí y he leído con gran interés la carta en que ustedes pasan balance al trabajo realizado por los portuarios habaneros, desde que hace un año, tuvimos que reunimos para analizar la preocupante situación creada por el pago de sobreestadías y el abarrotamiento de mercancías en las zonas aledañas a los muelles.
La dirección de nuestro Partido ha seguido muy de cerca todo lo hecho en este terreno. Creo, en realidad, que el trabajo realizado hasta aquí es altamente meritorio. De hecho, la situación que confrontábamos ayer se ha invertido por completo. Ya en el segundo semestre de 1976, se redujo en más de 15 millones de dólares el pago de sobreestadía, relación a igual período del año anterior, y en los primeros cinco meses de este año tenemos un saldo favorable por pronto despacho de casi medio millán de dólares. Los almacenes improvisados a cielo abierto han ido desapareciendo y se ha logrado una extracción más rápida de las mercancías por parte de los organismos a los aue éstas van destinadas.
Veo con satisfacción que los planes fijados se cumplen, que la productividad por hombre crece, que la emulación socialista prende con fuerza, que se le da su justo valor al trabajo voluntario, y que, además, los portuarios habaneros hacen también un aporte notable a la importante tarea de la limpia y cultivo de los cañaverales.
Esta es una digna y revolucionaria respuesta obrera ante las necesidades del país. Esa es la actitud con que tenemos que enfrentar y vencer cualquier dificultad. La batalla en los puertos continúa, seguirá siendo tensa y en ella no puede haber desmayo. Sabemos que aún nos que dan problemas por resolver. Pero sabemos también que los trabajadores del puerto de La Habana, su Sindicato, y junto a ellos los organismos del Estado, no descansarán en estos éxitos, sino que les servirán de aliento para seguir adelante, proponerse y alcanzar logros mayores. Eso es lo proletario, lo revolucionario, lo comunista.
Los abraza, revolucionariamente.
FIDEL CASTRO RUZ