“Expresé […] la seguridad de que el que más conocía sobre el tema del cambio climático y contaba con más popularidad no aspiraría a ser candidato a la Presidencia. Ya lo había sido y le arrebataron la victoria mediante escandaloso fraude. Comprendía los riesgos de la naturaleza y de la política. Es obvio que me refiero a Albert Gore. Es un buen termómetro. Hay que preguntarle cada día cómo durmió. Sus respuestas serán sin duda útiles para la desesperada comunidad científica; esta desea que la especie sobreviva.”
Referencia al texto original:
El Candidato Republicano (Quinta parte), 15 de febrero de 2008