DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ EN LA CLAUSURA DE LA TERCERA PLENARIA NACIONAL DE LA FEDERACION DE MUJERES CUBANAS, EFECTUADA EN ISLA DE PINOS, EL 19 DE FEBRERO DE 1965
Fecha:
Compañeras de la Federación de Mujeres Cubanas;
Compañeras y compañeros de Isla de Pinos:
Se puede decir que estamos llevando a cabo un doble acto esta noche: la clausura de la Plenaria Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas y esta reunión con el pueblo de Isla de Pinos (APLAUSOS y EXCLAMACIONES DE CONSIGNAS REVOLUCIONARIAS).
Las compañeras de la federación por lo que veo, han ideado un canto que dice: "Uno, dos y tres: qué paso más chévere, el de la Isla es." Y, en realidad, eso expresa la impresión que produce hoy Isla de Pinos.
El hecho de que las compañeras de la federación hayan escogido Isla de Pinos para llevar a cabo su plenaria, está relacionado con el avance impresionante de la Isla de Pinos. Con la Revolución parece que llegó por fin la oportunidad para esta pequeña islita.
Ya en una ocasión, en este mismo parque, hablamos nosotros de los problemas de los primeros tiempos; y explicábamos cómo iba desarrollándose el sentimiento revolucionario y patriótico de esta Isla, que tardó un buen número de años en alcanzar su incorporación plena al resto del país, porque este lugar de nuestra patria es tan excepcionalmente bello, que los americanos se querían quedar con él.
Además de eso, en esta bella isla nos construyeron el presidio, y todos esos factores estuvieron gravitando sobre la vida de Isla de Pinos.
Tenía que llegar la oportunidad en que empezara realmente a desarrollarse la vida económica, la vida revolucionaria y la vida social de este lugar de nuestra patria.
Y ciertamente que posiblemente en ningún otro sitio del país se esté llevando a cabo... No pudiéramos decir que fuera el único, pero pudiéramos decirles que es uno de los sitios del país donde se está alcanzando un ritmo mayor de desarrollo económico. Han contribuido una serie de factores.
En los meses anteriores al ataque mercenario contra Playa Girón, parece ser que el enemigo había estado pensando en llevar a cabo su operación, su ataque, contra Isla de Pinos. De acuerdo con la estrategia que ellos habían sostenido de apoderarse de una parte del territorio nacional, unido a las circunstancias de la presencia de los elementos contrarrevolucionarios presos en el presidio de Isla de Pinos, hacía este lugar víctima propicia del ataque de los mercenarios.
Pero la Revolución no podía cometer el error de descuidar la defensa de Isla de Pinos. Y fue por eso que fueron movilizadas hacia este sitio diversas unidades militares y se fue fortaleciendo militarmente la región de Isla de Pinos.
De tal manera se fortaleció desde el punto de vista militar, con la presencia de magníficas unidades de combate del Ejército Rebelde, más la milicia obrera y campesina de Isla de Pinos (APLAUSOS), que al parecer comprendieron que Isla de Pinos se había convertido en un baluarte inexpugnable, y entonces cambiaron de sitio y trataron de ir a instalarse en la Ciénaga —mejor dicho, no en la Ciénaga, sino dejando ciénaga de por medio—, instalarse al sur de la Ciénaga de Zapata, en la zona de Playa Girón y Playa Larga. Ellos, de todas maneras, querían tener algo de por medio: o agua o fango (RISAS).
No se equivocaron cuando pensaron que atacar por Isla de Pinos era un suicidio, pero se equivocaron cuando creyeron que no era un suicidio atacar por la ciénaga de Zapata. Y no obstante, como ya ustedes saben esa historia, a pesar de sus paracaidistas y de los caminos tomados, bastó que quedara un solo camino por allí, para que como un torrente pasaran por ese sitio los combatientes revolucionarios y los liquidaran en menos de 72 horas (APLAUSOS).
Pero de todas formas, por su posición geográfica, por su posición geográfica y ante las amenazas de los enemigos de la Revolución, la Isla de Pinos se convirtió en un punto de gran importancia estratégica y, naturalmente, después del ataque de Girón, continuó fortaleciéndose desde el punto de vista militar y haciéndose cada vez más inexpugnable, estableciéndose aquí prácticamente un ejército para defender Isla de Pinos, un ejército integrado por combatientes de primera calidad de nuestras fuerzas armadas y hombres de una especial disciplina y de un especial temple.
Pero nuestra misión, o nuestra obligación, o nuestra tarea, no iba a ser simplemente de defender Isla de Pinos. En Isla de Pinos existían algunos miles de contrarrevolucionarios presos y teníamos un número de hombres defendiendo la Isla, y un número de hombres que prácticamente se almacenaban en las galeras del presidio sin desempeñar ningún trabajo útil para el país, ni para nadie, y fue por esta razón que surgió la idea de organizar el plan de desarrollo de la Isla, empleando como parte de la fuerza de trabajo a determinado número de presos que estaban en el plan de rehabilitación. Y, desde luego, también a los que no estaban en el plan de rehabilitación. El trabajo no se estableció como un castigo, porque nosotros no podemos ver jamás el trabajo como un castigo. El trabajo como castigo lo miran los enemigos de los trabajadores, los explotadores y los parásitos, pero para ningún revolucionario el trabajo podrá verse jamás como un instrumento de castigo.
Se estableció el trabajo, en primer lugar, como parte del plan de rehabilitación y se estableció el trabajo además como una tarea útil de hombres a quienes el trabajo los enseñaría, los educaría, puesto que, al fin y al cabo, con los contrarrevolucionarios que están presos, algo hay que hacer. Si los Tribunales Revolucionarios que juzgan de sus delitos, los sancionan a prisión, si por el tipo de delito que comete o por determinadas circunstancias, a medida que la Revolución se fortalece y se hace cada vez más poderosa, son los tribunales más generosos en la aplicación de las sentencias, es deber de la sociedad, es deber de la Revolución, buscar una solución para esos hombres que están presos. Naturalmente, que la solución no es ponerlos en libertad. ¡Eso ni soñarlo! (APLAUSOS.)
Mientras el país mantiene una lucha heroica contra sus enemigos imperialistas, mientras el país se enfrenta valerosamente al bloqueo, a las amenazas y a las agresiones, sería absurdo poner en libertad a los que están al servicio de esos enemigos (APLAUSOS), a los que enarbolan las banderas mercenarias y traidoras de esos enemigos (APLAUSOS).
Y no es que la Revolución cultive el odio; la Revolución cultiva la dignidad en el pueblo, cultiva la conciencia revolucionaria en el pueblo, el sentido del deber, mas no el odio; pero en el cumplimiento del deber hacemos lo que debemos hacer, en el cumplimiento del deber adoptamos las medidas que sean necesarias tomar, y en el cumplimiento del deber debemos ser firmes y debemos ser inflexibles con nuestros enemigos. Pero principalmente nos guía el sentido del deber, y no un sentimiento de odio.
No es porque aquellos hombres que combatieron la Revolución, que han tratado de destruir la Revolución, no merezcan todo el odio del mundo, y no merezcan todo el desprecio a que son acreedores (APLAUSOS), sino porque nosotros interpretando la historia con un criterio científico, sabemos que esta es una etapa de tránsito. Sabemos que hoy hay contrarrevolucionarios, pero que cada vez habrá menos, y que mañana no habrá contrarrevolucionarios en nuestra sociedad (APLAUSOS).
En realidad la Revolución es una lucha de clases, y en ese enfrentamiento de clases, cada clase juega un rol. Y muchos de los hombres que actúan o han actuado contra la Revolución son producto del viejo sistema, son mentes formadas en el viejo sistema, son un producto de la sociedad capitalista, son el resultado de las condiciones de vida anteriores a la Revolución, los sentimientos egoístas que se incuban en el capitalismo, la incultura, la ignorancia, los privilegios, los vicios, y toda una serie de circunstancias que arrastraron inevitablemente a una parte de la gente contra la Revolución.
Y nosotros, que sabemos que son un producto del pasado, a medida que el pasado se aleja cada vez más y más, sabemos que no existirá en el futuro ese producto. Pero, a la larga, es deber de la Revolución, puesto que no van a ser los yankis quienes van a venir a sacarlos de las cárceles, es deber de la Revolución buscar un camino, buscar una solución correcta para esos elementos arrastrados contra la Revolución; es por lo que se ideó el plan de rehabilitación, plan que, sin lugar a dudas, está dando frutos, plan que, sin lugar a dudas, está produciendo resultados.
Hay muchos hombres que a través de los planes de rehabilitación han cambiado radicalmente de actitud, piensan hoy de una manera muy distinta y fue posible ponerlos en libertad, sin que constituyesen un peligro para la Revolución, sin que constituyesen materia prima para la contrarrevolución.
Naturalmente que no a todos se les da el derecho de rehabilitarse. Naturalmente que el derecho a rehabilitarse solo se puede ganar con la actitud, la conducta y la disciplina.
Es sabido que los elementos contrarrevolucionarios más recalcitrantes, los elementos contrarrevolucionarios más resentidos, trataban de crear un sentimiento de hostilidad contra los presos que se decidían por la rehabilitación, trataban de mirarlos, o que fuesen vistos con desprecio por los demás presos contrarrevolucionarios. Eso, desde luego, cuando tenían algunas esperanzas; pero a medida que las esperanzas se van desvaneciendo, el número de los que solicitan la rehabilitación es cada vez mayor y hay que decir que son muchos más los que desean acogerse a la oportunidad de la rehabilitación que los que realmente pueden ser incluidos en el plan. Debemos decir que los compañeros del Ministerio del Interior han hecho un magnífico trabajo en ese sentido.
Hay presos que con el trabajo han ido cambiando de actitud; y, realmente, no hay mejor escuela que el trabajo. Es posible que algunos de ellos, o muchos de ellos, no hayan tenido ni siquiera nunca noción de lo que es el trabajo; y, desde luego, en la medida en que han estado realizando una actividad productiva, nos hemos preocupado de ir mejorando sus condiciones de vida. Y esto es lógico y es justo. Y por eso, en la medida en que ha ido avanzando el plan, ha ido aumentando la producción, se han ido mejorando las condiciones de vida: la alimentación, la ropa y las demás cosas de carácter material que es posible brindar.
Porque lógicamente, si no hay suficiente leche para todos los niños, no les íbamos a dar la leche a los presos contrarrevolucionarios antes que a los niños, o antes que a los enfermos (APLAUSOS).
¿Pero qué ocurre? Aumenta la producción de leche, como ha ocurrido en Isla de Pinos, que ahora en plena seca ya están produciendo cerca de 7 000 litros diarios, es decir, casi tres veces y media más de lo que se estaba produciendo hace algunos meses; se está produciendo más vegetales, más frutas, más viandas, más carne. Y a medida que la producción aumenta, se mejoran las condiciones de alimentación y las condiciones de vida de los presos que están participando en el plan. y lógicamente, como se desarrolla la producción a un ritmo tan vertiginoso, pues pronto —posiblemente antes de que transcurran tres meses más— ya la leche estará por la libre en Isla de Pinos (APLAUSOS); en marzo, abril, mayo, junio a más tardar. Y, desde luego, de ahí hacia adelante se va a producir no solo para Isla de Pinos, sino que se podrá llevar para La Habana (APLAUSOS).
Pero, desde luego, tenemos el propósito primero de satisfacer todas las necesidades, todas, toda la que quiera tomarse la población de Isla de Pinos (APLAUSOS). Y se va a instalar, ya satisfechas las necesidades, un combinado lácteo para producir leche en polvo, producir queso, enfriar la leche, que es uno de los problemas que tenemos ahora; y antes de que finalice el año estará establecido este combinado lácteo y habrá un gran excedente de producción de leche.
Para que haya una idea de cómo avanza ese plan, quiero informarles que, por ejemplo, el año pasado, entre pastos que se sembraron de nuevo, y pastos que se rehabilitaron, sumaron un total de 1 200 caballerías de pastos. Este año la meta es de 1 000 caballerías más, pero parece ser que se va a sobrecumplir esa meta, puesto que se han mandado equipos y en la próxima semana llegarán unos 30 equipos más para buldocear y para arar la tierra; y, además, se van a transportar a Isla de Pinos unas cuantas decenas de miles de vacas, porque vamos a tener alimento suficiente para ellas este año. Naturalmente, no son vacas Holstein, no son vacas Brown Swiss; son vacas Cebú, no dan mucha leche, pero con tres litros que se les saquen a 10 000 vacas Cebú, son 30 000, y con tres que se les saquen a 20 000, son 60 000.
Una de las dificultades mayores que tenemos en occidente es que no podemos aplicar la solución que se está aplicando en Las Villas, Camagüey y Oriente —o sea, en Matanzas, Pinar del Río—, que es poner a ordeñar todas las vacas Cebú, y como hay como 2 millones de vacas Cebú... Desde luego, hay algunas que se resisten terminantemente al ordeño (RISAS), pero en el interior es fácil solucionar la leche, mientras que en la provincia de La Habana tenemos unos 2 millones de personas que abastecer. Además, muchas de las tierras están dedicadas a vegetales, viandas, toda una serie de cultivos que son necesarios. No tenemos esa masa de vacas Cebú que pudiéramos ordeñar, por eso vamos a trasladar a Isla de Pinos y vamos a trasladar a la zona que está entre Las Villas y Matanzas para tratar de ir aliviando las necesidades de leche de la capital. Esto aparte de que a medida que se abastezcan de leche fresca los pueblos del interior podremos disponer de más leche condensada para mejorar el abastecimiento de leche de la capital.
En esta lucha por erradicar la libreta lo antes posible, la de viandas va, por supuesto (APLAUSOS); ninguno de nosotros tiene dudas de que vamos a tener viandas de sobra, y vegetales, ¡viandas y vegetales! Baste decirles que suman miles de caballerías las que se van a plantar este año de viandas y de vegetales. En cuanto a la leche, en casi todo el interior del país será un problema resuelto ya para esta primavera, puesto que se van a hacer algo más de 2 000 nuevas lecherías, pero sobre todo en el interior, que es donde tenemos una gran masa de ganado que no se está ordeñando.
Será fácil resolver el problema en el interior, mucho más difícil en La Habana; en La Habana tardaremos por lo menos de dos a tres años. Haremos el esfuerzo porque sea antes, haremos el esfuerzo. Parte de ese esfuerzo se está haciendo aquí. Desde luego, en el futuro no tendremos ese ganado Cebú, tendremos un ganado que será tres cuartos Holstein, un cuarto Cebú: o tres cuartos Brown Swiss; o cinco o siete octavos Brown Swiss y un octavo Cebú.
Es decir, que vamos a ir transformando todo ese ganado en ganado lechero, que va a producir leche y carne, porque vamos avanzando en la aplicación de la técnica y vamos a aplicar la genética para resolver ese problema; y vamos a tener un ganado bueno, buen productor de leche, buen productor de carne; y las vacas se contarán por millones. Y ese trabajo claro que es un trabajo cuyos resultados no se ven en cuestión de meses, que necesita tiempo, pero que se está llevando a cabo muy seriamente en todo el país. Y podemos decir que eso nos permitirá ser uno de los pueblos mejor alimentados del mundo (APLAUSOS).
Como Isla de Pinos es un lugar que no tiene una población numerosa, naturalmente que habrá grandes excedentes. Pero para darles una idea de lo que va a crecer la producción en Isla de Pinos, baste decir que en 10 años el valor de la producción de Isla de Pinos crecerá cuarenta veces en producción de frutas, vegetales, leche y carne, porque no debemos olvidarnos de los frutales, que solo este año se sembrarán 400 caballerías de frutales en Isla de Pinos (APLAUSOS).
Para tener una idea de lo que son 400 caballerías de algo, para tener una idea de lo que son 400 caballerías de frutales, que no son las únicas que hay, porque hay allí unos cuantos cientos y las que seguiremos sembrando en los años venideros, y no solo en Isla de Pinos sino en todo el país... Ayer nosotros visitábamos un naranjal que tiene unas 20 caballerías. La producción de ese naranjal en desarrollo será, el año que viene, de 40 000 a 45 000 quintales de naranjas; y yo hice un cálculo y vi que en esas solas 20 caballerías se iban a producir dos naranjas por cada habitante del país, dos naranjas; y llegará a producir mucho más que eso, porque una de las cosas que creo que también se van a poner por la libre son los cítricos, ya en el próximo año, por lo menos en una gran parte del año, sobre todo en la época que tiene más abundancia de producción. Pero también aplicando la técnica vamos a tratar de mantenerla; mediante el empleo de distintas variedades y distintas fórmulas de fertilización, vamos a tener prácticamente durante todo el año. Pero es una cosa casi segura, ya que no vamos a exportar esos cítricos, vamos a exportar de Isla de Pinos.
En Isla de Pinos este año la producción prácticamente se duplicó, el año que viene será mucho más, pero no vayan a pensar que donde más cítricos se produce es en Isla de Pinos, no; hay plantaciones tan grandes como las de Isla de Pinos, varias, en otros sitios, y primero vamos a satisfacer todas nuestras necesidades de cítricos. Y por ahora exportaremos de Isla de Pinos, en 1965; ya en 1966 podremos satisfacer todas las necesidades y exportar algunas cantidades de consideración en el año 1966. Esto es muy bueno para nosotros, ya que no debemos ser un país que solo venda azúcar, tenemos que vender azúcar y otros muchos productos, porque eso hace más sólido nuestro comercio. Y el azúcar además es algo que se puede producir, aunque a un costo muy alto, al triple, al cuádruple de lo que nos cuesta a nosotros, pero se puede producir azúcar en los países fríos; pero en muchos de esos países no se puede producir un limón, ni en un jardín botánico. Es mucho más fácil producir azúcar que producir cítricos, que producir mangos, que producir vegetales; y nosotros debemos ir diversificando. Y tenemos realmente un gran mercado, en países amigos que producen cosas que nosotros necesitamos y que tienen grandes necesidades de estos productos.
Pero, volviendo al tema de Isla de Pinos se van a sembrar 400 caballerías de frutales, 100 caballerías de vegetales y 1 000 por lo menos de pastos.
¿Cuándo terminaremos el plan de Isla de Pinos? Al paso que vamos en lo esencial el plan estará cumplido para el año 1968. No quiere decir que en el año 1968 estará en el máximo de producción porque, naturalmente, todas las plantaciones necesitan años, naturalmente que todo ese plan de cruzamiento de ganado necesita años, pero año por año tendremos más producción de leche y de carne y de frutas y de vegetales y de todo en esta Isla.
Y esperamos que, incluso, cuando pase el tiempo y las circunstancias varíen, y nadie delire con la idea de que la Revolución puede ser destruida, también llegue el día en que no tengamos en Isla de Pinos —un lugar tan hermoso y tan bueno para el turismo— no tengamos la necesidad de tener una prisión en Isla de Pinos (APLAUSOS).
Ahora, uno de los problemas de Isla de Pinos es lo reducido de su población, pero hay algunas cosas buenas. Por ejemplo, muchos de los soldados del Ejército Rebelde que se licencian, han expresado su deseo de quedarse a vivir y trabajar en Isla de Pinos (APLAUSOS). Una proporción muy elevada de los soldados en las unidades en Isla de Pinos son orientales (APLAUSOS), y muchos de ellos han encontrado que Isla de Pinos es un lugar agradable y de perspectivas; y los compañeros que dirigen el plan y los compañeros del ejército tienen instrucciones de darles facilidades a todos los compañeros del ejército que al licenciarse quieran permanecer en Isla de Pinos.
Como naturalmente son jóvenes, y muchos de ellos se casarán, algunos con algunas pineras, y algunos con algunas orientales (APLAUSOS)... Esos son problemas que nosotros no planificamos (RISAS), cada uno lo resuelve. Pero, desde luego, ocurre así. Algunos tenían su novia por Oriente, y la mandan a buscar, se casan. Pero eso implica la necesidad de que tenemos que hacer viviendas.
Pero hay otra cosa interesante. Muchos de los elementos que vinieron a la prisión por contrarrevolucionarios, que están rehabilitándose y que han cambiado radicalmente de actitud, expresan también sus deseos de, cuando sean puestos en libertad, quedarse trabajando en Isla de Pinos.
No debe preocuparles a los pineros eso, esos hombres serán hombres muy distintos cuando se reintegren a la vida de la sociedad; y, desde luego, a todos aquellos cuya conducta sea irreprochable y que consideremos acreedores de esa oportunidad, se les dará también esa oportunidad.
Quiero decirles que, por ejemplo, en Isla de Pinos hay 1 000 presos rehabilitándose; muchos de ellos ya están trabajando prácticamente sin escolta. Y algo más: Recientemente nosotros hemos enviado 300 libros de técnica agrícola y agropecuaria y tienen 600 en los círculos de estudios.
Y no vayan a interpretar ustedes que esto sea una manía, de hacer que la gente estudie, de la Revolución, no; es una epidemia, una fiebre colectiva. Y también nos hemos preocupado por darles una preparación técnica a esos hombres, que algún día se reintegrarán a la sociedad.
¿Cuál debe ser nuestra actitud cuando ese momento llegue? ¿Tratarlos como enemigos? No, eso no sería revolucionario, eso no sería inteligente; y es nuestro deber crear condiciones para que cuando esos hombres se reintegren a la sociedad, a esa misma sociedad que quisieron destruir, ven cuán distinta es, cuán mil veces más humana es, que aquella sociedad que quisieron reimplantar de nuevo (APLAUSOS).
No será una sociedad que los mire con odio, no será una sociedad que los mire con desprecio, no será una sociedad que les niegue la oportunidad de trabajar y de vivir en el socialismo; porque el socialismo no se hace para unos cuantos, el socialismo no se hace para una clase, el socialismo se hace para todos y aun para aquellos que rectifican y que cambian.
Habrá algunos que será más difícil que dispongan de la oportunidad, y son esos que se marcharon para la Florida, para Estados Unidos, pensando que era cuestión de 15 días o de tres meses, o de seis meses o de un año. Les auguramos luengos años de nostalgia. Y, bueno, la vida se encargará de enseñarles, la vida se encargará de castigarlos.
Esos elementos nos interesan mucho menos, yo diría que no nos interesan nada, porque la generación del futuro será una generación enteramente nueva, educada por la Revolución, y va a ser muy difícil que ninguno de esos elementos parasitarios que se fueron de aquí se readapten; ni nos interesa, ni queremos, porque irá creciendo una generación sana, fuerte, revolucionaria, para la cual trabajamos hoy. Les podemos dar una oportunidad a los que, estando en la prisión, pues rectifican, se rehabilitan; pero como no creo que los que están allá se rehabiliten y, además, no sé quién se va a tomar ese trabajo, pues, con esa gente no contamos absolutamente para nada.
Bueno, ¿podrán venir alguna vez a Cuba otra vez? Quizás dentro de 20 ó 30 años quieran darse una vueltecita como quien pasa por un museo de lo que fue una sociedad, de la que no quedará piedra sobre piedra (APLAUSOS). Al fin y al cabo, dentro de algunos años la cuestión del sistema capitalista se verá como algo tan arcaico como la esclavitud se ve hoy, porque hoy a todo el mundo le parece absurdo que la esclavitud haya existido hasta el siglo pasado, que hubiesen hombres encadenados trabajando como bestias para enriquecer a otros hombres, ya hoy no le queda duda a nadie. En aquel tiempo había muchos que eran enemigos de la abolición de la esclavitud; incluso en aquel tiempo había muchos criollos ricos, terratenientes, dueños de ingenios y de esclavos, que querían la anexión con Estados Unidos, porque temían la abolición de la esclavitud. Sin embargo, ya nadie, ni siquiera esos mismos terratenientes que ya tenían otra forma de esclavitud establecida, que era la del obrero asalariado, ya no pensaban en la posibilidad de tener un hombre encadenado y en un cepo.
Bien, en el futuro, las generaciones venideras oirán decir que el ingenio tal pertenecía a don fulano de tal, o a la compañía tal, y que aquellas 2 000 caballerías eran del terrateniente tal. Y a todo el mundo le parecerá absurdo cómo es que un día todas esas riquezas, todas esas tierras, todo el fruto de tantos miles de hombres hayan pertenecido a don fulano o a don mengano. Y el capitalismo será visto algo así como se miran los cañones del castillo del Morro o la propia fortaleza del Morro: como un objeto de museo. A mí no me queda la menor duda de eso, y yo no creo que ninguno de ustedes tenga tampoco la menor duda (APLAUSOS).
Ciertamente que la Revolución avanza, y avanza con ritmo acelerado; y ciertamente que la Revolución se puede enorgullecer de sus éxitos, de los éxitos alcanzados en una serie de frentes, en el orden de la cultura, en el orden de la educación, de la asistencia médica. Pero hay algo más, la Revolución empieza ya a enorgullecerse de sus éxitos en el campo de la economía y esos eran tal vez los éxitos más difíciles; porque los que sabían administrar, los que conocían la poca técnica que había aquí, eran los dueños, los ricos, toda aquella gente. Y los hombres del pueblo no tenían mucha experiencia, ni muchos conocimientos, pero han ido adquiriendo esa experiencia y han ido adquiriendo esos conocimientos con la pasión con que los revolucionarios sienten cada cosa que hacen.
y al igual que cuando nuestro Ejército Rebelde bajó de las montañas nadie sabía ni cuadrarse, nadie sabía ni marchar, nadie sabía organizar un estado mayor, ni un batallón, ni una división, ni un ejército, y hoy tenemos cientos de oficiales que saben hacerlo y saben hacerlo magníficamente bien, así también cientos, miles de hombres han ido aprendiendo a administrar, han ido aprendiendo a administrar la industria, a administrar la agricultura, se ha ido adquiriendo experiencia de organización, y ya empezamos a enorgullecernos de nuestros éxitos en el campo de la economía.
Si mal no recuerdo, creo que fue el día 6 de este mes que alcanzamos el primer millón de toneladas de azúcar (APLAUSOS), y se lanzó la consigna de producir el segundo millón el día 28, y el tercero el día 22 de marzo. Esas consignas implicaban un ritmo de producción alto, y mantener ese ritmo. Estamos a 19. Pues bien, nos parece que el segundo millón posiblemente se alcance un día antes del 28, ¡un día antes! (APLAUSOS.) Eso depende del honor de nuestras provincias y del empeño que tiene cada una de ellas de situarse en primer lugar.
Pero todo parece indicar —y, claro, no lo sabremos hasta el día 12 por lo menos, y desde luego que en esto nadie hará trampa, y todo el mundo sabe cómo van las cosas por ahí, y cada obrero en cada central sabe cómo está su central y cuánto más que el año anterior y que el otro año está produciendo, y todo el mundo sabe cómo está la caña— y parece ser que sí, parece que tanto el segundo como el tercero lo conseguimos antes de la meta señalada. Y ese es muy buen síntoma; y nos queda caña y nos queda zafra después de esto (APLAUSOS).
Y por fin, al final, diremos cuánto se ha producido, pero iremos millón por millón, peleando cada millón. Y, desde luego, ese esfuerzo que se está haciendo en la caña, se está haciendo en todas las demás cosas. No es lo único. Ese mismo esfuerzo se está haciendo en la siembra de viandas, ese mismo esfuerzo se está haciendo en las siembras de pastos, ese mismo esfuerzo se está haciendo en la construcción de los pastoreos, que ustedes podrán apreciar por la carretera cómo cambia la fisonomía del país, porque realmente se está trabajando con un tremendo ímpetu en todas partes.
Y el mismo esfuerzo se está haciendo con los frutales, y se está haciendo con el tabaco; y un esfuerzo similar debemos hacer, y haremos, con el café, que sufrió desgraciadamente las consecuencias del famoso "Flora". Pero con cultivo, con técnica, con fertilizantes, tenemos que resolver el problema del café; no haciendo más plantaciones. Porque, realmente, cualquiera comprende que no es lo más económico ponernos a plantar café y que algún día podremos adquirir fácilmente el café que nos falte con cualquier otro producto para el cual tengamos más facilidades de producir que el café. Pero, por ahora, y en unos cuantos años, tenemos que arreglarnos con ese que está ahí en las montañas, y lo que hay que hacer es hacerla producir más.
Y ya estamos aprendiendo a conocer cómo se hace producir más la tierra y cómo se hace producir más un árbol; y tenemos que, si no alcanza un millón, no es difícil alcanzar un 50% más de producción para llegar al millón y medio de quintales, y resolver el problema del café. Y no solo el problema del café. Hay otras frutas también, como la piña, que se están extendiendo extraordinariamente las plantaciones, la frutabomba, todo; para que nadie se olvide de lo que podemos producir, hasta la mejorana, la hierbabuena, todo, hasta eso vamos a producir; ese tipo de hierbas medicinales que algunas personas antes encontraban en la plaza las vamos a producir también; que no falte nada, nada, nada de lo que podamos producir. No les voy a decir que nos vamos a poner a producir manzanas o frutas que no podamos aunque sean más económicas; en realidad, aquellas cosas para las cuales nuestro clima y nuestro suelo no sea lo más apto, lo que debemos es tratar de comprarlas, vendiendo productos para los cuales tenemos más facilidades aquí.
Algunas veces eso es posible; algunas veces se hace difícil. Por ejemplo, el kenaf, ¿tenemos que ponernos a sembrarlo acaso porque sea la mejor inversión? No, sino porque todos los años tenemos que gastar dólares en kenaf. Y algunos cultivos, que no son los más económicos, a veces por una razón financiera, una razón determinada, hay que cultivarlos; pero preferimos obtener aquellas cosas para las que no tenemos facilidades mediante el intercambio comercial.
Si nadie tiene más facilidades que nosotros para producir azúcar, pues vamos a mandarles azúcar a aquellos que tienen muchas dificultades para producir azúcar o la tienen que producir tres veces más cara que nosotros, y comprar aquellas cosas para las cuales no tenemos facilidades, porque la naturaleza, los climas, el desarrollo técnico, son diferentes en cada país. Y cada cual debe producir aquello para lo que tiene más facilidades, no empeñarse en producir aquellas cosas para las cuales el suelo, el clima, no son idóneos.
Claro que nosotros pasamos trabajo hoy para resolver nuestros problemas por el comercio. ¿Por qué? Porque tenemos a Estados Unidos frente a nosotros poniéndonos zancadillas, obstáculos, trabas; presionando a todos los países para que los barcos no vengan a Cuba, para que no nos compren; saboteando nuestro comercio internacional; creándonos dificultades de todo tipo. Pero no importa, a pesar de eso avanzamos, a pesar de su poderío económico, su poderío militar, sus influencias políticas en muchas partes del mundo, no han podido derrotarnos. Avanzamos con mayores o menores dificultades, pero avanzamos; con mayores o menores sacrificios, pero avanzamos. Y avanzamos cada vez a un ritmo más rápido. Eso es algo que se ve, algo que nadie puede negar.
En días recientes leíamos un cable —no sé si era de la UPI o de la AP—, y decía que Cuba había anunciado su azúcar; y entonces decía: "Algunos diplomáticos piensan que van a llegar a 5 millones de toneladas este año." Ya empiezan a ser un poco más cautelosos, ya empiezan a tener que reconocer eso, ya empiezan a tener que reconocer eso, y sus argumentos empiezan a desaparecer.
Ellos utilizan el argumento del racionamiento. Claro, en los otros países no hay racionamiento de libreta, hay un racionamiento de precios y no hay quien se "empate" con una libra de carne. Hay mucha gente que no se "empata" nunca con una libra de carne porque la oferta y la demanda y el precio se ponen por las nubes. ¿Y quién, qué hombre pobre de Brasil se encuentra, no con una libra o con tres cuartos, sino con media libra o con un cuarto, o con una onza, con una onza de carne? Y en muchos de esos países una gran parte de la población no recibe esas cosas, no tiene una libreta porque el precio sube, sube todo lo que quieran los comerciantes según la escasez, y todo lo compran los que ganan más, y viven en un permanente racionamiento.
Y, claro, como aún en nuestra sociedad no todos tienen los mismos ingresos, si aquí se vendieran las cosas así, aquellos que tienen menos ingresos no recibirían muchas de las cosas, pero con el aumento de la producción, que con la ayuda de la técnica puede alcanzar muy grandes volúmenes, iremos erradicando la libreta, producto por producto. Y llegará el día en que haya más productos que dinero, y entonces llegará el momento de rebajar precios o de aumentar salarios. Porque cuando nosotros estemos produciendo decenas de millones de litros de leche, no los vamos a botar o no los vamos a dejar de producir, cuando sobren, sino que o rebajaremos los precios, o elevaremos salarios, o regalaremos la leche en las escuelas y hasta en el parque si quiere; lo que no vamos a hacer es botarla (APLAUSOS).
Nuestra concepción de la vida y de la sociedad estaría en total contradicción con esas prácticas del capitalismo de que para que los precios no bajen, destruir, quemar, limitar la producción. Nuestra concepción de la sociedad es muy distinta. Lo que queremos es que sobre siempre, que haya cada vez más. Y como sabemos que las necesidades crecen y crecen, nunca tendremos esas preocupaciones que tienen los capitalistas, que los capitalistas cuando hay un poco más de producción y ese aumento amenaza los precios, paran la producción o destruyen la producción, como se ha hecho en muchos países quemando el café o quemando otro producto. Nosotros no, nunca sobrará nada, porque cuando nos sobre a nosotros les faltará a otros, y se lo cambiaremos por alguna cosa que le sobre a otro y nos falte a nosotros, o nos las arreglaremos para que se consuma. Por lo tanto, no tendremos ese tipo de problemas. Esa es la gran ventaja, esa es nuestra gran ventaja.
Claro, que para que sobren las cosas a veces es difícil. Por ejemplo: con el plan de huevos ya se llegó a los 60 millones, se han rebasado; incluso, en el mes de marzo es posible que se llegue a los 70, y todavía pues, prácticamente se está consumiendo casi todo. Y ese es un consumo cinco veces más que lo más que se había consumido nunca en la época del capitalismo, por lo menos cinco veces más; desde luego, ustedes saben cómo eran las cosas. Algunos oyen hablar del machadato y toda esa época.
El poder decir que cada niño, cada hombre, cada mujer tiene por lo menos 10 huevos asegurados, aparte del consumo social, son pocos los países, países subdesarrollados, países pobres, que puedan decir eso. Y nosotros lo podemos decir. Pero se trata de un artículo, y lo mismo ocurrirá con todos los demás productos; y creemos que, a más tardar dentro de cinco años, habrá que contar al pueblo de Cuba entre los pueblos mejor alimentados del mundo (APLAUSOS). Habrá que contar al pueblo de Cuba entre los pueblos mejor alimentados del mundo por el consumo per cápita; desde luego, por un consumo per cápita de verdad. Porque ustedes analizan una estadística de Brasil, el consumo per cápita de carne: "tanto"; pero no vayan a creer que eso es lo que consume el que tiene poco dinero, no. En el consumo del que tiene mucho dinero está ese per cápita y los per cápita de 20 ó 30 que no tienen ese per cápita. Es una división: dividen el total de lo que se consumió por el número total de habitantes; pero ese no es tal consumo per cápita, es el resultado de una división. Y aquí no, aquí los consumos serán de verdad per cápita, porque estarán al alcance de toda la población. Y cuando decimos: "Tanta carne per cápita, tanta leche per cápita, tantos huevos per cápita", es un real per cápita.
Cuando tengamos excedentes de todos esos productos, pues habrá unos que consumirán más y otros que consumirán menos; eso no se lo va a regular nadie, eso será de acuerdo con los gustos de cada cual. Aunque, desde luego, creemos que hay algo que nos falta, que es una educación dietética, y creo que las mujeres pueden hacer mucho para ir desarrollando la conciencia, los conocimientos, la educación sobre los problemas de la nutrición, que son problemas de mucha importancia, de mucha importancia para la vida humana, para la salud humana. Y, desde luego, el Ministerio de Educación puede hacer mucho en ese sentido, orientando a los niños, enseñando a los niños acerca del valor de cada tipo de alimento; y los nutricionistas —que yo no creo que tengamos muchos, pero que algún día los tendremos— tendrán que educar, enseñar y crear hábitos de alimentación más de acuerdo con nuestro clima y más de acuerdo con nuestras necesidades.
Por ejemplo, una de las costumbres que había aquí: el consumo de manteca de puerco; se consumían cantidades fabulosas. Y en todo, en el arroz, en la sopa, en fricasé, en todo ustedes lo que empezaban viendo era una capa de grasa de puerco. Los médicos pueden decir qué consecuencias eso tiene para la circulación, qué consecuencias tiene eso para la vida humana, qué consecuencias tiene eso para el corazón, qué consecuencias tiene eso para la salud en general. Y todas esas cosas tendremos que irlas aprendiendo también. Iremos hacia el desarrollo de la producción de otro tipo de grasa, que es la grasa vegetal, mucho más saludable que la manteca de cerdo. Pero eso los americanos no lo consumen, era un subproducto, pero tenían quienes la compraban por aquí y la mandaban para acá, se vendía como un producto de su industria productora de jamones, y aquí se creaba el hábito.
Los españoles, pues, trajeron los hábitos de la cocina española, esos potajes hirviendo con mucha grasa y mucha cosa, alimentación propia de un clima, clima distinto que nuestro clima. Y nosotros, pues, tendremos también que aprender a alimentarnos consumiendo muchas frutas, leche, carne, pescado, huevo, en fin: una alimentación realmente científica. Esto sin sacrificar los gustos, porque entonces, el INIT tendrá que enseñarnos cómo preparar las cosas para que las encontremos bien. Y eso ya depende de otro arte, que es el arte de la cocina.
Y ustedes las mujeres en eso también tienen que especializarse lo más posible. Y los hombres también (APLAUSOS). No vayan a pensar que esto es un concepto discriminatorio de la mujer; ahora que la mujer se está incorporando al trabajo, de ninguna manera se puede presentar la cosa de la cocina. Eso para el domingo, el sábado; porque entonces habrá comedores obreros en número suficiente, comedores escolares en número suficiente (APLAUSOS). Y tenemos que crear muchos comedores escolares, muchos. Vamos a hacer todo lo que podamos en ese sentido. Eso ayuda a la incorporación de la mujer al trabajo productivo. Y círculos infantiles, y comedores obreros y restaurantes.
Y en el futuro yo les aseguro que no serán los precios tan altos (APLAUSOS), de eso no culpen... Hay algunas personas que no entienden y culpan al INIT y dicen: "Ni te acerques", ¿cómo es? "Y ni te acerques." Desde luego, eso es en El Carmelo, en el 1830, en La Roca; pero en el Vita Nuova, en el Milán, en los Mar-INITs y en todos esos lugares se pueden acercar, no asustan tanto, ¿verdad?
Pero bueno, ¿qué pasaba? Que hay mucha gente con mucho dinero todavía. Y algunos dicen: "Está muy alto el precio." Bueno, entonces baja, y los que tienen más dinero lo van a comprar más barato. Y en realidad los restaurantes son centros de servicios, pero esos restaurantes de ciertos niveles son centros de recaudación también; recaudamos el dinero de los que más tienen. ¿Para qué? Pues para poder hacer un comedor escolar, para poder hacer un comedor obrero. Cuando ya tengamos muchos comedores escolares y muchos comedores obreros, entonces ellos tendrán que rebajar los precios, los tendrán que rebajar. ¿Por qué? Porque ya mucha gente dirá: "Bueno, lo compro y lo hago en mi casa.” Y entonces ya no habrá tampoco esas diferencias de salarios en el futuro. Ya no tendrán esa función de recaudación. Cuando empiece a haber más productos que dinero, entonces tendremos o que dar más dinero o que rebajar precios; esa es una cosa clara. Desde luego, no siempre serán iguales todos los restaurantes. Hay algunos que sirven con mucho esmero, mucha cosa allí, y tienen fama; esos siempre cobran los servicios.
Pero, en fin, la política es que el restaurante cobra según el tipo de restaurante, con un criterio de centro de recaudación. Hay otros más populares, con precios asequibles, y están llenos, porque yo he visto ese restaurante de pastas lleno siempre. Ahí parece que hay bastante gente que tiene acceso a esos restaurantes. Y en los comedores obreros, precio de costo en los comedores obreros.
Pero vamos a algo más, como va mejorando la situación económica, va aumentando la producción; de los comedores escolares algunos estaban por encima de los precios de costo, compensaban otros que no podían pagar los costos. Pero vamos a ir también creando las condiciones, estableciendo los comedores escolares, para que también marchen, para que nadie tenga que pagar más de lo que cuesta, y aquellos cuyos padres no tengan recursos suficientes, pues paguen lo que puedan pagar por el comedor escolar (APLAUSOS).
Nosotros nos hemos encontrado con muchos casos de niños, que llegan y nos dicen: "Nosotros somos 11 hermanos, consígame una beca, es que somos muchos hermanos y mi padre gana nada más que 100 pesos.” En muchas ocasiones nos encontramos esos casos y, lógicamente, tenemos que preocuparnos por esos casos. Claro está que todos los centros de becados ayudan a esos casos. Desde luego, ustedes no verán un solo niño pordiosero en la calle, nadie verá en nuestro país a un niño pidiendo limosna, porque eso, para gran satisfacción de todos nosotros, ha desaparecido hace rato. Limosneros, pordioseros, niños pasando hambre por las calles, que hay en casi todas las capitales del mundo capitalista, si no en todas partes, pero sí en la capital ni en ninguna ciudad de nuestro modesto país socialista se ve un niño desamparado, un niño pasando hambre por las calles.
Pero además, el número de jóvenes y niños que actualmente están entre becados, granjas infantiles, escuelas campesinas, en fin, nosotros estuvimos haciendo un cálculo recientemente y hay unos 140 000 niños, ¡unos ciento cuarenta mil niños! La Revolución no hace propaganda con muchas cosas, que incluso se ignoran, pero hay que decir que aquí nunca, cuando hay una familia que tiene una desgracia, cuando un grupo de niños se queda huérfano de padre y sin sustento, no hay un solo caso que llegue a oídos de la administración revolucionaria que no se resuelva inmediatamente. Y hay muchos de esos casos dolorosos que ocurren, y hay miles y miles de niños que estudian en esas escuelas, que reciben todo: la alimentación, la educación, la ropa; y que no están allí como quien hace caridad con ellos. No, ya todo ese tipo de instituciones que le creaban al niño a quien ayudaban un complejo, ya esas instituciones no existen. Ya no existen esas instituciones en que todo niño que fuera allí tuviera que llamarse Valdés o cualquier otro nombre, no. Porque esas presuntas instituciones caritativas le hacían un favor determinado o se presentaban salvando una criatura a la que hacían después desgraciada por toda la vida.
No, hoy la ayuda que la sociedad da a todos esos casos es muy distinta, y yo estoy seguro de que no existe un solo padre, ni una sola madre en este país, que albergue aquel temor que se albergaba antes: "¿Qué será de mis hijos si tengo un accidente, si muero, si ocurre una desgracia?" Porque no hay una sola madre, ni un solo padre que no tenga la más completa seguridad de que esas criaturas tendrán lo que necesiten y tendrán la ayuda de la sociedad.
Pero les decía que hay 140 000 becados, entre jóvenes y niños, y esa es una cifra realmente impresionante. Pero a pesar de tantos jóvenes y tantos niños, es enorme el número de los que piden becas, es una de las cosas que más piden. Bueno, realmente no tenemos capacidad para tanto, pero haremos todo lo posible.
Me acordaba de aquella época en que se calumniaba a la Revolución diciendo que le iba a quitar la patria potestad a la familia. Lo increíble es que alguna gente, incluso, creyó eso; creyeron aquella campaña de la contrarrevolución. Y resulta que ahora es a la inversa. Ahora por todas partes nos están pidiendo becas, becas, becas para mandar a los muchachos a las escuelas, para que tengan allí la educación, la ropa, los zapatos. Ahora es a la inversa, ahora es la presión para que haya más centros de becados, para que haya más becas; y realmente no se puede, realmente no se puede.
Lo que sí es más fácil, es desarrollar los comedores escolares (APLAUSOS). ¿Para qué? Para que los muchachos vayan a la escuela, almuercen en la escuela, estén en la escuela por la tarde y regresen a la casa por la noche. Eso es más posible, es menos costoso, y será una de las soluciones.
En las montañas se presentaba un problema: los niños vivían muy lejos; y ahora se están haciendo los internados de montañas, donde van los lunes y regresan los viernes los que viven más lejos; y los que no viven tan cerca, pero tampoco tan lejos, van por la mañana, almuerzan en la escuela y regresan por la tarde.
Y, precisamente, el compañero Ministro de Educación nos planteaba la conveniencia de hacer un internado en Isla de Pinos (APLAUSOS), un internado en Isla de Pinos para 1 500 niños (EXCLAMACIONES). ¿Hay más? (EXCLAMACIONES.) ¡No nos asusten! Porque, como vive muy dispersa la población de Isla de Pinos, constituyen un problema las escuelas, viven muy distantes de las escuelas, y planteaba una situación similar a la que había en la Sierra Maestra, en las montañas. En este caso no sería un internado de montaña, sería un internado del llano aquí. Pero el problema es el mismo: muchas familias que viven dispersas y no hay núcleo de población suficientemente grande para que una escuela quede cerca de donde viven los niños.
Habían hecho una proposición y estamos pensando. Porque querían un hotel para eso. Pero después... No vamos a dejar la Isla sin hoteles. En el futuro vendrá mucha gente a Isla de Pinos, y por eso hay que encontrar la solución, hay que encontrar la solución. Pero vamos a tomar en cuenta esa solicitud, y ver cómo podemos resolver el problema para establecer ese internado tan necesario.
Desde luego, yo no sé si los que aplaudieron por ahí son los del pueblo; me imagino que también hay muchos que son del campo, y que están afectados por eso. El internado para principalmente los que viven en el campo, y en la ciudad los comedores escolares, son la solución. En la ciudad los comedores escolares son la solución (APLAUSOS).
Pero me imagino que aquí también se organice el frente de mujeres agricultoras (APLAUSOS), que organicen aquí también las brigadas de las mujeres agricultoras, como se está haciendo en La Habana y en otros muchos pueblos. Porque, desde luego, la fuerza de trabajo de la mujer que en el pasado se subestimaba, prácticamente se menospreciaba, la realidad de la Revolución nos enseña cada vez más la importancia social y económica de la incorporación de la mujer al trabajo.
Naturalmente que no es fácil buscar un empleo en fábricas para todas las mujeres, y actualmente las posibilidades mayores, por ejemplo, están en la agricultura. Y es increíble cómo crece ese movimiento de incorporación de la mujer a los trabajos agrícolas, a pesar de que todavía no tenemos las mejores condiciones, no tenemos las mejores facilidades, no tenemos los círculos infantiles suficientes, pero todas esas facilidades se van a crear.
Hay algunas que tienen que hacer el viaje un poco distante, también eso se va a resolver; pero, desde luego que pensamos crear instituciones para favorecer a las mujeres que están incorporadas al trabajo de producción de bienes materiales; les vamos a dar preferencia a aquellas que están en el trabajo productivo. Desde luego que trabajo productivo es todo, trabajo productivo es el trabajo de las maestras, las que trabajan de enfermeras; en fin, queríamos decir darles preferencia a las mujeres trabajadoras que van ahora a aportar su esfuerzo en el desarrollo de la agricultura. Eso aparte de que es propósito de la Revolución seguir una política de clasificación de todos aquellos trabajos que puedan y deben realizar las mujeres.
Los compañeros del Ministerio del Trabajo están haciendo todos esos trabajos para que esos trabajos se les den con preferencia a las mujeres, y creo que eso es una cosa, no sé si se había hecho en otro sitio, pero creo que es una cosa justa, una cosa nueva, y que permitirá incorporarse a la mujer a muchos trabajos que ellas pueden hacer, e ir destinando la población masculina a aquellos trabajos que pueden hacer. Y hay trabajos que son más duros. Esto no significa una discriminación del hombre, no vamos a caer en el extremo opuesto de que venga y se establezca una discriminación de los pobres hombres por ser hombres (RISAS). En todo caso, indiscutiblemente que la naturaleza ha establecido algunas diferencias y por eso la sociedad tiene que establecer algunas diferencias, no de carácter legal ni de carácter moral, ni de carácter intelectual, sino de carácter social. Y además, puesto que las mujeres tienen la más importante de todas las funciones sociales, que es la de la procreación (APLAUSOS), es muy lógico y muy justo que se tenga en cuenta esa importantísima función social de la mujer y, en consecuencia, se le proteja y se le ayude, y se le dé a realizar en la producción de bienes y servicios sociales y materiales aquellas tareas que puede y debe realizar.
Entendemos, realmente, que con la Revolución ha ido desapareciendo una de las formas de discriminación más injusta que había: la discriminación de la mujer, esa de la cual no se hablaba pero que estaba latente, subsistía y pesaba de una manera tremenda sobre la mujer en nuestro país.
Porque antes, ¿cuál era la carrera de la mujer? Pues las familias burguesas preparaban a la mujer para el matrimonio; la carrera de la mujer: el matrimonio según la concepción burguesa; y a la niña había que prepararla para casarla bien, en vez de darle un oficio, en vez de enseñarla, en vez de capacitarla. Desde luego, aquí no cabe el "en vez", porque es que no había alternativa en una sociedad capitalista, subdesarrollada, que veía a la mujer como un instrumento de adorno o de placer; no había alternativa, y por eso las familias burguesas querían educar a la niña para el matrimonio, para "encontrar un buen partido", como se decía.
Y, desde luego, las pobres familias humildes de obreras y de campesinas, familias obreras y campesinas con numerosísimos hijos e hijas, para sus hijas muchas veces estaba reservado el peor destino: trabajar en un café, trabajar de doméstica en la casa de algún rico u otros peores y dolorosos oficios de aquella sociedad miserable que vivía indiferente a cosas tan degradantes y tan dolorosas como la prostitución y vicios por el estilo.
Hoy no es así. No se podía pensar nunca en un status de igualdad social de la mujer y del hombre, cuando era educada para el matrimonio y si fracasaba en ese tal matrimonio quedaba realmente desvalida; no se podía pensar en la estabilidad de la familia porque no existían esas condiciones que pueden crear la unión sobre bases absolutamente espontáneas.
Y hoy es muy distinto, es una gran satisfacción de la Revolución saber que esas ideas van quedando atrás, que ese amargo destino para la mujer va quedando atrás, que la mujer se incorpora a la vida económica, a la vida cultural, a la vida social, a través de la Revolución, que tiene un papel cada vez más activo y tiene un lugar cada vez más decoroso en la sociedad.
Esas son grandes verdades que nadie podrá negar, y esas son las verdades que debieran sonrojar de vergüenza a aquellos que han luchado por impedir eso, que han luchado por el regreso al pasado.
En la actualidad la mujer se capacita en igualdad de condiciones que los hombres. Cada vez es mayor el número de mujeres que se incorporan a carreras como las de medicina, arquitectura, tecnología, ciencias, una serie de actividades que antes eran casi exclusivas de la población masculina, y cómo se incorporan a todas las actividades. Eso es un hecho evidente. En el estudio, en los centros tecnológicos, preuniversitarios, en las universidades, en todas partes se están creando condiciones de vida muy distintas para la mujer de las que existían en el pasado.
Eso, gracias al aporte de la mujer a la Revolución, gracias al entusiasmo de la mujer por la Revolución, gracias a la pasión de las mujeres cubanas por la Revolución. Y como parte preterida de la sociedad igual que lo era el campesino, el obrero, igual que lo era el negro, la mujer por eso apoya a la Revolución, la mujer por eso lucha por la Revolución, defiende la Revolución y trabaja en la Revolución.
Pero no debemos conformarnos con lo que hemos hecho. Todavía no se ha hecho todo, podemos hacer mucho más. Y de ahí la importancia que tiene este movimiento, este nuevo esfuerzo de incorporación de la mujer a los trabajos productivos, de clasificación de los trabajos para darle más oportunidades a la mujer.
En la medida en que cada hombre y mujer del país trabaje, y trabaje donde debe, y trabaje con el máximo de eficacia, aumentarán los bienes sociales, tendremos más bienes materiales, tendremos más servicios. Y es muy importante que la población masculina y femenina del país se incorpore, y eso acelerará el ritmo de nuestro desarrollo económico.
Ahora estamos trabajando en ese empeño, en el empeño de incorporar a la agricultura a decenas de miles de mujeres, si fuera posible 100 000, y si fuera posible 200 000. No será posible de inmediato; habrá que organizar planes, planes de producción, y ya estamos pensando en eso, y ya somos muchos trabajando en ese sentido, seleccionando tierras, desarrollando ciertos tipos de producción que las mujeres pueden realizar, las relacionadas con los frutales, por ejemplo, con los vegetales, de manera que puedan tener trabajo no solo una parte del año, sino que puedan tener trabajo todo el año. Y en todas las grandes ciudades vamos a desarrollar determinadas ramas de la producción agrícola, de manera que se puedan incorporar.
En algunos casos es más difícil que en otros. Es más fácil en Pinar del Río encontrar las tierras en las proximidades de la ciudad, por la población de Pinar del Río. Mucho más difícil en La Habana, La Habana es una provincia pequeña de una gran población; no podemos encontrar toda la tierra para darles trabajo a 30 000 mujeres en las proximidades de La Habana. Y por eso ahí tenemos mayores dificultades. Claro que se ha empezado por Marianao; cuando salen las de Marianao para ir a Mayabeque tienen que dar una vuelta grande. Cuando salgan las de Guanabacoa y Regla, será la distancia mucho más cercana. Pero, además, pienso que sería justo en eso establecer un tiempo máximo de viaje y cuando la distancia o el tiempo real de viaje al lugar donde va a trabajar se exceda de un tiempo determinado, computarle ese exceso como hora trabajada a la mujer.
Porque, por ejemplo, nosotros hemos tenido noticias de las compañeras de Marianao que fueron hasta Mayabeque; la distancia era grande, un tiempo demasiado largo, un tiempo que creo que estuvieron como más de tres horas entre ida y regreso. Hay que estudiar una fórmula, un mínimo, un máximo de tiempo racional; que por encima de ese tiempo, el tiempo invertido en el transporte se le compute como tiempo trabajado.
Además, ahora nos vemos en la necesidad de usar camiones. Algún día tendremos posibilidades de utilizar otros vehículos más cómodos. Y así, con el tiempo, se pueden ir desarrollando los planes en todas las ciudades, de manera que los trabajos que puedan realizar estén lo más próximo posible.
Y, claro, en casi todas las ciudades es más fácil; donde es más difícil es en La Habana. Muchas veces las tierras con agua, donde se puede cultivar un vegetal, está distante. Ahora tenemos el propósito de hacer un cinturón de frutales alrededor de la capital, sembrar unos cuantos cientos de caballerías de frutales también en las proximidades de La Habana, de manera que alternen el trabajo de una época del año con otra época del año.
Tenemos el propósito, además de desarrollar al máximo las escuelas, los internados, los círculos sociales. Incluso, para las mujeres que se incorporen a la agricultura vamos a establecer condiciones especiales, vamos a establecer condiciones especiales en los costos, es decir, que vamos a establecer precios más módicos para las mujeres que se incorporen a la agricultura.
En las granjas infantiles, en cierto momento nosotros éramos partidarios de que se hiciera gratuitamente. Sin embargo, algunas compañeras piensan que no sería bueno; que, aunque sea una módica suma, se pague por el círculo y se pague por la escuela, para que tengan un sentido distinto de cuando es una cosa absolutamente gratuita. Pero serán cantidades módicas, porque al fin y al cabo, tenemos 140 000 becados que no se cobra nada por eso.
Esa era la razón por la cual nosotros lo habíamos pensado, pero creo que tienen razón. De manera que esa madre tenga la sensación de que está trabajando para su hijo, que de alguna manera su trabajo sirve para costear la alimentación, la ropa, las atenciones y los servicios que reciben sus hijos; que sea simbólico, si se quiere, ese pago, pero que sea así.
Es decir que estamos elaborando una serie de proyectos para facilitar la incorporación de la mujer al trabajo. Hay mujeres, sobre todo mujeres humildes, que tienen muchos hijos. Pienso que sería una satisfacción siempre para ellas saber, cuando ellas están trabajando, que tienen tres, cuatro, cinco hijos en una escuela y que están pagando algo de lo que ellas ganan. Cuando estén trabajando las ayudará mucho y las alentará mucho saber cómo están sus hijos, cómo están trabajando, y que gracias a su trabajo están ayudando a sus hijos a recibir una alimentación óptima y una atención óptima y una educación óptima.
Creo que eso ha de servir de satisfacción a muchas mujeres y que, además, lo que ganan no lo tienen que gastar todo en eso.
No estamos, desde luego, en el comunismo; estamos construyendo el socialismo. En el comunismo la aspiración es darle a cada cual lo que necesita; en el socialismo, darle a cada cual según su trabajo. Pero tenemos que entremezclar algunas fórmulas comunistas, porque ¿cuál es la situación de la madre que pueda tener seis hijos, que a lo mejor ella los está sosteniendo, que va a hacer un trabajo, que tiene un ingreso modesto, si no le ponemos todos los muchachos en la escuela? Realmente, ¿qué le quedaría?, ¿cómo podría sostener a aquellos niños? Y una de las cosas que nos preocupa a nosotros es el hecho de que muchas familias que son numerosas, los hijos pues tienen que vivir en condiciones estrechas, no pasan hambre, pero viven muy apretadamente.
Y, desde luego, que con la incorporación de la mujer al trabajo productivo hay muchas formas de ayudar a esa mujer a que se incorpore a ese trabajo productivo, hay muchas formas de ayudar a esas madres que tienen muchos hijos a mejorar las condiciones de vida de sus hijos; no creando simplemente instituciones que digan: "Vengan todos los niños para todas las escuelas", porque eso sería una utopía, eso sería una ilusión. Pero si las mujeres se incorporan al trabajo, si la producción aumenta considerablemente, es perfectamente factible tener cuantas escuelas sean necesarias, cuantos internados sean necesarios, cuantos comedores escolares sean necesarios. Lo que no se puede hacer es tratar de dar lo que no se tiene; lo que no se puede hacer es tratar de resolver los problemas sin los aumentos de la producción.
Pero la incorporación de la mujer al trabajo productivo servirá fundamentalmente para beneficiar a la mujer, para beneficiar a sus hijos, para beneficiar a sus familiares, porque lo que se incrementa la producción con el trabajo de la mujer se podrá invertir en mejorar las condiciones de vida de sus hijos, en mejorar las condiciones de vida de las familias más humildes y más numerosas; porque la realidad es que todavía nuestra capacidad de producción es limitada, no es nada comparada con lo que será la producción futura. Y hay muchas familias de muchos hijos, con ingresos muy modestos, y esas familias tienen que estar contando cada centavito que gastan.
Hay casos de familias donde hay seis o siete trabajando, todo el mundo con un sueldo, y tienen más ingresos de los que tenía antes un senador, pero hay casos de familia que son cinco o seis hijos, un solo sueldo en la casa. Esas familias serán de las que más se beneficien con la incorporación de la mujer al trabajo y la creación de comedores escolares y de centros donde puedan llevar a sus hijos, donde puedan estudiar, donde puedan ser atendidos y alimentados.
En fin, que tenemos muchas tareas que realizar en este campo. Y creo que esto interesa a la población de Isla de Pinos, e interesa a todas las mujeres de todo el país.
En este caso, me parece que se escogió un buen sitio, muy buen sitio, para celebrar esta plenaria. Creo que ustedes dejarán un grato recuerdo en Isla de Pinos, contagiarán con el entusiasmo que tienen las mujeres federadas a la población de Isla de Pinos, y a su vez ustedes se impregnarán del entusiasmo revolucionario que también tienen los trabajadores y los campesinos de Isla de Pinos (APLAUSOS).
Yo sé que los pinareños están muy entusiasmados y muy orgullosos... (EXCLAMACIONES DE: "¡Pineros!") ¿Cómo? ¿Qué dije yo? (EXCLAMACIONES.) Bueno, pero viene de pinos también (RISAS). Esto es Isla de Pinos y aquello es Pinar del Río, y son vecinos, además, y se quieren bien; están casi empatados, y llegará el día —no está próximo ese día— en que haya una carretera entre las dos islas (APLAUSOS). Nosotros veníamos hoy viendo, veníamos viendo toda la cayería esa, que prácticamente traza un camino, y no será difícil, cuando otras tareas se hayan cumplido, cuando otras cosas más urgentes se hayan realizado. Mientras tanto, debemos depender del transporte aéreo y del transporte marítimo. Se están construyendo dos ferries más para Isla de Pinos (APLAUSOS). Actualmente hay un buen servicio aéreo y se irá mejorando ese tipo de comunicaciones. Pero llegará el día en que sea posible resolver el problema de una comunicación terrestre (APLAUSOS), porque al parecer —aunque, naturalmente, en esto la última palabra tendrían que decírnosla los ingenieros a nosotros— es posible. Al compañero Osmany, que entiende de esas cosas, le pareció muy posible, estaba completamente seguro de las posibilidades técnicas de realizar esa obra de ingeniería. Pero, naturalmente, por ahora hay otras cosas mucho más urgentes que hacer y no podemos pensar en esa carretera, pero estoy seguro de que la población de Isla de Pinos verá algún día esa carretera. Y es lógico, porque este es un sitio donde estoy seguro de que vendrá en el futuro mucha gente, de que existen magníficas condiciones para vacaciones, para descanso.
Todo esto, naturalmente, tendrá que desarrollarse mucho, será esto un paraíso de mucha fruta, mucha leche, mucho queso, mucho helado, mucho de todo aquí, mucho mar (APLAUSOS). Pero naturalmente, todo eso hay que hacerlo, desarrollarlo, mejorarlo. Y esto pertenece a un futuro que nos pertenece a todos.
Y será más fácil venir aquí. Tendremos que buscar también algunos medios de transporte marítimo más rápidos. Siempre que vemos esas fotografías de los barcos que se deslizan por el Volga, siempre he tenido deseos de que podamos tener algún día ese tipo de lancha —no me acuerdo cómo les llaman— Meteoro, que navegan en el Volga, que son lanchas que corren hasta 70 u 80 kilómetros. Estas aguas son relativamente tranquilas y creo que ese tipo de embarcación pudiera hacer la travesía en dos horas de Batabanó a aquí (APLAUSOS).
Porque, como ustedes saben, el ferry se tarda un poco más (DEL PUBLICO LE DICEN ALGO). ¿Cuánto? (EXCLAMACIONES DE: "Diez horas.") ¡Diez horas! Pero, bueno, yo comprendo que con la impaciencia que ustedes tenían por llegar a Isla de Pinos 10 horas les pareciera mucho. Pero estoy seguro de que ahora, cuando regresen, les va a pesar tanto dejar Isla de Pinos, que les va a parecer demasiado breve el viaje. Entonces les va a parecer poca cosa 10 horas cuando se van de Isla de Pinos (DEL PUBLICO LE DICEN ALGO). ¿Siete? (EXCLAMACIONES.) Bueno, pero antes de irse de Isla de Pinos tienen que ver las plantaciones (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"). No olvidarse de eso. Sí, deben ir a las granjas, deben ver todas las plantaciones, algunos pastoreos, algunas cosas de esas, pero estoy seguro de que les van a interesar.
Entonces, ¿qué más hay que decir? Ya casi todo... (DEL PUBLICO LE DICEN ALGO). No, ahora lo que tenemos es que hacer más.
¿Los pineros qué? ¿Se sienten satisfechos? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿Tienen mucha confianza en el plan? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") Pues pronto aquí se estará produciendo, antes de fin de año creo que se estarán produciendo tres litros de leche por cada ciudadano de Isla de Pinos. Así que, como no se la podrán tomar toda, habrá que mandarle un poco a la gente de La Habana.
(DEL PUBLICO LE DICEN ALGO REFERENTE A UN COMEDOR ESCOLAR). ¿Quién lo dice, la directora de la escuela? ¡Una maestra que trabaja mucho! (DEL PUBLICO LE DICEN: "La directora.") Bien, la directora (APLAUSOS). Bueno, vamos a ver si los compañeros del Partido, los compañeros del ejército y los compañeros del plan hacen algo. Yo les prometo que si ellos ponen la madera, y la piedra y eso, nosotros les buscamos los cacharros para el comedor (APLAUSOS); y también vamos a ver si se embullan y hacen algo, aunque, desde luego, ahora no sea una cosa fastuosa, y hacemos el internado de Isla de Pinos; si no puede ser muy grande al principio, poner algunas naves, hacer el comedor, algunas naves, y ver si en lo que queda del año hacemos ese internado. ¡Pero a trabajar todo el mundo en eso! (DEL PUBLICO LE DICEN ALGO.) ¿Un jardín? ¿No tiene flores? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¿Y la escuela que tiene la Federación de Mujeres de floricultura? ¿Por qué no manda algunos cuadros técnicos aquí y organiza aquí una buena siembra de flores? (DEL PUBLICO LE DICEN ALGO.) ¿Hay compañeras ya en Isla de Pinos en el curso? ¿Quién va a sembrar las flores? Porque yo les confieso que de eso no sé nada (RISAS); me gustan las flores, pero no he estudiado todavía eso. Habrá que conseguirse algunos libros de floricultura, pero no creo que eso sea un problema muy difícil; más difícil es producir 10 millones de toneladas de azúcar y estamos empeñados en eso. Así que unas cuantas hectáreas de flores le vendrían muy bien a Isla de Pinos, y con eso en la próxima plenaria que celebren las mujeres en Isla de Pinos los jóvenes no solo les llevarán naranjas, toronjas, mandarinas, sino que les llevarán flores también (APLAUSOS).
Yo creo que en Isla de Pinos, con la voluntad de trabajo que hay, se puede hacer de todo. Si los compañeros del Partido, del ejército y del plan se ponen de acuerdo, pueden hacer esa escuela, y pueden hacer el comedor, y pueden ayudar a organizarle un jardincito muy bonito a Isla de Pinos también.
¿Y quiénes van a trabajar en el jardín? (EXCLAMACIONES DE: "¡Las mujeres!") Las mujeres. ¡Muy bien! Pueden hacer una brigada, pero tienen que pedir asistencia técnica a la escuela de la federación, donde están formando creo que algunos cuadros técnicos. Eso lo pueden hacer. En Isla de Pinos todo se puede hacer, todo es posible; con el impulso que hay, con el entusiasmo que hay, con la voluntad de hacer que hay, todo es posible.
Así que yo dejo eso en manos de los compañeros de Isla de Pinos el resolver este problema; y les podemos mandar una ayudita, pero tienen ustedes que producir los ladrillos aquí.
Pónganse de acuerdo con Tarrau a ver si les facilitan un poco de ladrillos (APLAUSOS), a ver si les dan un poco de madera.
Ahora ya existe una JUCEI aquí, que administra muchas cosas, es una de las JUCEI que más cosas administra, porque creo que hasta los centros turísticos los administra (RISAS); creo que expulsaron al INIT de Isla de Pinos (RISAS). Si cobran caro aquí, no le echen la culpa al INIT, échenle la culpa a la JUCEI de Isla de Pinos.
Pero yo sé que están muy entusiasmados, porque están administrando muchas cosas, y eso es bueno, es bueno que todas las cosas que puedan ser administradas por la localidad sean administradas por la localidad. Porque han dado mucho resultado los ensayos que hemos hecho; donde se ha creado y se ha desarrollado la administración local, muchas cosas se resuelven, muchos servicios, muchos pequeños detalles, muchas pequeñas cosas, e incluso cosas importantes las resuelve. De manera que la localidad tenga oportunidad de decidir y resolver sobre sus problemas.
Ya en este año se les dará un impulso grande a la organización de las regiones y a la organización de las administraciones locales, para ir descentralizando un poco, para ir descentralizando cada vez más. Todas aquellas cosas por cuyas características es evidente que deben ser administradas por la localidad, deben ser administradas por la localidad. Todas aquellas cosas que por su desarrollo deben ser administradas nacionalmente, deben administrarse nacionalmente. Y por eso es muy importante que se desarrollen las administraciones locales. Y ya tienen ustedes una JUCEI aquí que, si trabaja bien, muchos de los problemas de Isla de Pinos se pueden resolver por ustedes mismos, con los recursos de Isla de Pinos.
Así que vamos a poner a prueba aquí esta administración local, y a todos los compañeros de Isla de Pinos, para que esas peticiones que tienen se resuelvan, que yo creo que son justas, y estamos dispuestos a ayudarlos.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)