La economía cubana creció este año 4,3 por ciento respecto al anterior, a pesar del devastador impacto de tres huracanes y factores externos como los altos precios del combustible y los alimentos.

Tras intervenir hoy en la comisión parlamentaria de Asuntos Económicos, José Luis Rodríguez, titular del ramo, declaró a la prensa que solo la incidencia de los ciclones Gustav, Ike y Paloma redujeron en dos puntos porcentuales el Producto Interno Bruto, que había cerrado el primer semestre con 6,0 por ciento.

Informó que en el año que concluye creció la productividad respecto al salario medio, con resultados de 2,6 y 1,5, respectivamente, y por primera vez se invierte esta relación, lo cual demuestra que se está trabajando en la línea correcta, aunque todavía existen potencialidades por explotar.

Explicó el impacto negativo que tiene en la economía cubana la espiral de precios desatada en 2008 cuando, por ejemplo, los del combustible aumentaron en un 53 por ciento y los de los alimentos también experimentaron incrementos, en algunos renglones el doble, lo cual obligó a gastar cantidades adicionales de recursos.

El ministro de Economía y Planificación precisó que por otro lado bajaron los precios del níquel, del azúcar y de los productos del mar, renglones exportables del país.

Rodríguez advirtió que para 2009 será esencial mantener el equilibro financiero, interno y externo, y crear reservas para contingencias ante el incierto entorno internacional.

El venidero año debe encaminarse hacia una economía productiva, con énfasis en las inversiones en la producción, la industria, la agricultura y en servicios como el turismo, para crear valores antes de consumirlos, dijo el titular.