Fidel en Cayo Cruz hace 35 años
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Todos los recorridos de Fidel por Camagüey fueron inolvidables, pero uno vive particularmente en el recuerdo: la visita, un día como hoy, el 22 de septiembre de 1989 a Cayo Cruz, donde se trazaría la estrategia para el desarrollo del turismo de esa hermosa región del norte de la provincia.
Allí encontró envidiables arenas blancas, como pocas en Cuba, y un entorno virgen poblado de iguanas, uvas caletas y otras especies de la flora y la fauna, al descender del helicóptero en que viajó hasta el lugar desde la capital.
En los predios de Cayo Cruz, antes de llegar a la casa de Suncia y Manolo, únicos habitantes del entorno, se bañó en el lugar conocido por El Pino en Punta Cocina, donde hace el recodo, lejos del inmueble de la pareja del cayo.
Viene al recuerdo de quienes lo acompañaron durante la estancia aquí, entre ellos dirigentes políticos de la provincia, como el ya fallecido Lázaro Vázquez García, primer secretario, y Manuel Chaos Piedra, miembro del Buró Provincial, de que la llegada suya a la casa de Suncia y Manolo no lo hizo vestido de verde olivo, como era habitual, sino en ropa de baño y con la barba mojada de agua salada.
Como amante de la exploración submarina no dejaba de hacerse acompañar en recorridos con estos fines, de snorkel, patas de rana y caretas, utilizándolo esta vez como lo hizo un tiempo antes en Cayo Fragoso y en otros sitios que desde el avión visualizo muchas veces.
En el modesto inmueble de madera, en el que solía vivir el matrimonio, únicos residentes en Cayo Cruz, transcurrió la conversación de Fidel con especialistas camagüeyanos de Planificación Física, pioneros del desenlace posterior del estudio particular de las potencialidades del paraje para el desarrollo del turismo.
La visión estratégica de Fidel, aunque nació en 1973, tomó por sorpresa a los incrédulos que consideraban un proyecto inalcanzable, de poblar de hoteles y bungalows, y áreas de servicios…
Mientras un pedraplén atravesaría el mar, a lo largo de 43 kilómetros, entre playa Jagüey-Romano-Cayo Cruz, fruto del trabajo del contingente Camilo Cienfuegos, dirigido por el ingeniero Bernardo Nieves.
Imperdonable que no quedara como una reliquia del lugar el ranchón de techo de guano, donde se asentaron, del primero al ocho de octubre de 1989, los expedicionarios que marcaron el giro de este paraje, desafiando los corasí y jejenes.
La inmobiliaria Almest, nombre asumido para homenajear a Almeida y a Armando Mestre, constructores símbolos, fuerzas de la Ecot (Empresa Constructora de Obras del Turismo), señalaron el despegue transformador, al que se sumaron otras entidades de apoyo de las ramas eléctricas, telefónicas, hidráulicas…para soportar los aseguramientos necesarios para los servicios hoteleros y extrahoteleros.
Las indicaciones de Fidel no cayeron en el vacío: cuidar el Alto del Ají, la mayor elevación del entorno con 42 metros, acelerar los programas de selección y capacitación del personal, proyectos para avanzar resueltamente, sin desdeñar experiencias del área de El Caribe.
Las inversiones para la realidad de hoy marcaron la ejecución del pedraplén, las redes técnicas, viales internos y externos del circuito Norte de Brasil, acueducto y alcantarillado, redes técnicas de electricidad, moderna tecnología telefónica y edificios múltiples en Jaronu.
En lo que se llamó Quebrada 17 emerge el primer hotel inaugurado, con el nombre de Valentín, de 546 habitaciones y 60 en un centro de servicios extrahotelero adjunto, compuesto por dos zonas habitacionales, cada uno con seis bungalows y un edificio principal con muebles comunes, ranchos, gimnasio y piscinas.
En total son cuatro los hoteles terminados con más de mil habitaciones y en su intención el proyecto se concibió, además, de los beneficios de la economía del país, para los habitantes de Esmeralda, Sierra de Cubitas, Minas y Nuevitas, mediante la generación de empleos y contactos con otros sectores productivos como el agropecuario.
Son sueños de Fidel que, sin dudas, perduraran en el tiempo, con la visita realizada también al día siguiente, 23 de septiembre, en otros cayos de esta hermosa geografía, interconectada por un vial con Cayo Coco.