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Cuando un hombre lucha contra la explotación es un revolucionario: Entrevista con CBS

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Dan Rather.-  Usted estuvo en Harlem anoche.  Cuénteme un poquito acerca de aquello.  ¿Se divirtió?  ¿La pasó bien por allá?

Fidel Castro.-  Realmente sí, me sentí muy bien, fue emocionante para mí, porque me recordó lo que ocurrió hace 35 años.  Y se volvió a repetir:  me excluyeron de las comidas, mis amigos me invitaron, y yo, realmente, sentí aquello como un gran honor, el más grande honor.
Dan Rather.-  ¿La mayor parte del auditorio allí estaba compuesta por afronorteamericanos?

Fidel Castro.-  Sí, pero había puertorriqueños, había cubanos, había latinoamericanos de todas partes; era multirracial, era multiétnico, pudiéramos decir, y me llamó la atención que estaban muy combativos.

Dan Rather.-  Usted me contó una vez, hace mucho tiempo, que se había sorprendido porque los afronorteamericanos nunca volvieron sus ojos al comunismo.  Usted me dijo eso hace mucho tiempo.  ¿Todavía le sorprende que realmente nunca los afronorteamericanos sean convertidos en seguidores del comunismo?

Fidel Castro.-  Yo pienso que los afronorteamericanos tienen una historia particular, tuvieron la esclavitud, y sus niveles culturales eran muy bajos.  Después, cuando se declara la independencia de Estados Unidos, no se declara la abolición de la esclavitud, y estuvieron hasta la Guerra Civil como esclavos, sin escuela, sin cultura, sin preparación.  Estaban, prácticamente, como los esclavos de la antigua Roma; aunque una vez los esclavos en Roma se sublevaron, sobre todo los gladiadores bajo la dirección de Espartaco, que es famoso.  Pero yo pienso que los afronorteamericanos no tenían esa posibilidad de adquirir los conocimientos para volverse hacia el comunismo, digamos.

Yo no recuerdo muy exactamente la conversación, pero lo creo; sin embargo, en las últimas décadas los afronorteamericanos han adquirido un nivel considerable de conocimientos, y comprenden muy bien los símbolos de justicia.  Ellos han sufrido muchos abusos, mucha discriminación, y aunque han tenido sus altas y bajas, todavía se mantienen, y han luchado.

Qué es el comunismo, no lo sabe nadie; pero cuando un hombre se siente explotado y lucha contra la explotación, está realizando una acción revolucionaria; cuando un hombre se siente discriminado, humillado y lucha, está realizando una acción revolucionaria.  El resto de la respuesta habría que estudiarla, porque han influido factores culturales, han influido factores religiosos; pero yo veo, por ejemplo, el fuerte sentimiento religioso en los afronorteamericanos y convierten sus cantos religiosos en cantos de lucha, en cantos revolucionarios.

He sentido siempre simpatía por los afronorteamericanos, es una tendencia hacia los oprimidos, la gente que sufre, y creo todavía más en ellos cuando he visto que han sido tan amistosos con nosotros, cuando recuerdo que me recibieron en el hotel Teresa en un momento desagradable en que me expulsaron prácticamente de aquel hotel, y allí conocí a Malcom X, conocí a mucho líderes, y siempre mantuvieron una gran amistad conmigo.

Yo le podría decir que si no se vuelven hacia el comunismo, no tienen prejuicios para tratar con alguien que sea comunista.  Le prometo meditar sobre esto para la próxima vez poder hablar con más exactitud y más precisión; pero usted me ha sacado un recuerdo que viene a demostrar su gran memoria.

Dan Rather.-  Quería preguntarle sobre el presidente Clinton.  Él no lo invitó a las actividades especiales relacionadas con las Naciones Unidas.  ¿Le molesta esto a usted?  ¿Está molesto con él por eso?

Fidel Castro.-  No, no estoy molesto.  Comprendo que en medio de la situación en que vive el país, del inicio de la campaña electoral y las pasiones desatadas —de modo que, incluso, algunos le sugirieron que me prohibiera venir a Estados Unidos, lo cual habría sido una violación flagrante de las normas de Naciones Unidas–, en circunstancias como esas tal vez fuera embarazoso para él invitarme.  Por eso no tengo ningún especial resentimiento por el hecho de que no me haya invitado.  Además, los dos nos perjudicamos:  yo perdí el honor de estar en la comida, y el perdió el honor de que yo estuviera allí; los dos perdimos, pero espero que los dos estemos satisfechos.  Yo me sentí muy compensado porque pude reunirme en Harlem, compartir con los amigos, y le puedo asegurar que la pasé tan feliz como no la habría pasado en el mejor de los banquetes.

Dan Rather.-  Señor Presidente, como usted sabe, muchas personas en Nueva York de origen cubano, que han estado haciendo manifestaciones en su contra, han dicho y cito:  “Fidel Castro es un asesino.  Hay que librarse de Fidel Castro.”  ¿Qué les diría usted a esas personas?

Fidel Castro.-  Bueno, si dicen que soy un asesino es una prueba irrebatible de que ni siquiera me conocen, de que ni siquiera saben lo que ha pasado en Cuba.

Tenemos tantos ejemplos de generosidad, quizás entre ellos, muchos de los que estuvieron en la invasión de Girón:  1 300 hombres que formaron una fuerza mercenaria para atacar nuestro país y ninguno de ellos fue asesinado, a pesar del fragor de los combates; ninguno de ellos fue golpeado —lo saben—, no hay uno solo que pueda decir que lo maltrataron.  Es una tradición que tenemos desde nuestra guerra de liberación, hicimos nuestra guerra siendo generosos, respetando al adversario, respetando al enemigo.  Ese es un factor fundamental en nuestra historia, y si no fuéramos así, no tendríamos el apoyo del pueblo; el pueblo no tolera el crimen, el pueblo no tolera la tortura, y esa es la idiosincrasia de nuestro pueblo.   

Quien vaya a Cuba le puede preguntar a cualquier cubano si allí se mata, si allí se tortura.  Creo que es una manera de llamar despectivamente al adversario; y, bueno, desde luego, no ver las familias, pero hay muchos de ellos que están empezando a pensar y ya no piensan de esa forma.  Lo demás, te lo puedo asegurar, es una manera de decir y una manera de ofender; tengo tan tranquila mi alma y mi conciencia, y estoy tan convencido de que nunca he sido ni soy ni seré cruel, que prácticamente no me hieren ese tipo de imputaciones, y espero que tú no pienses igual que ellos (Risas).

Dan Rather.-  Permítame preguntarle algo acerca de su hermano Raúl Castro, jefe de su ministerio de defensa.  Se dice que él ha dicho en su gobierno, y cito:  “Este gobierno no puede ser derrocado, pero tampoco puede arreglarse.”  ¿Qué quería decir con eso?

Fidel Castro.-  Bueno, a Raúl le gusta bromear mucho, igual que a ti hacer anécdotas, tiene una manera de expresar las cosas, y a veces ha dicho:  “Este gobierno no hay quien lo derroque, pero no hay quien lo arregle”, enfatizando nuestras deficiencias y nuestros errores; es una forma de criticar y es una forma de tocar nuestro amor propio.

La vida ha demostrado que el gobierno no va a ser derrocado, y tampoco lo hemos arreglado totalmente; pero hemos hecho muchas cosas buenas.

Yo te puedo hacer la misma pregunta:  “¿A este gobierno hay quien lo arregle?  ¿A este sistema?” (Risas.)  Ustedes podrían decir lo mismo:  “No hay quien lo derroque, pero no hay quien lo arregle”, porque aparecen problemas nuevos de todas clases.

Dan Rather.-  Como usted sabe, y se lo he dicho anteriormente, a mí por suerte me pagan por hacer las preguntas, no por responderlas (Risas).

Fidel Castro.-  Sí, pero es peor conmigo que no me pagan nada por responderlas ni por hacerlas (Risas).

Dan Rather.-  Señor Presidente, es evidente que el comunismo ha fracasado como sistema económico.  ¿Estaría usted completamente de acuerdo con esta aseveración?

Fidel Castro.-  No, no estoy completamente de acuerdo, porque nosotros hemos vivido treinta y tantos años de gobierno socialista, no empezó siendo un gobierno comunista.

Yo podría decir lo contrario:  el gobierno capitalista es un fracaso y no ha resuelto los problemas económicos.  La mejor prueba es que hay 4 500 millones de seres humanos que viven en el Tercer Mundo en la pobreza, de ellos, 300 millones en pobreza absoluta, 1 000 millones de hambrientos, 1 000 millones de analfabetos, 1 300 millones de personas que no tienen las mínimas condiciones higiénicas, 800 millones de desempleados.

El capitalismo creó el Tercer Mundo.  El capitalismo creó grandes riquezas, y ni siquiera Marx negó su capacidad de acumularlas y desarrollar las fuerzas productivas; Marx pensaba que después que tuvieran un desarrollo las fuerzas productivas universal, desaparecería la propiedad privada y vendría una sociedad comunista.

Dan Rather.-  O sea, ¿usted no considera que el comunismo es un fracaso? 

Fidel Castro.-  No, considero que el comunismo es la sociedad del futuro.  Ustedes mismos tienen un poco de comunismo porque reparten algunas cosas:  a los ancianos el Medicare, también a los desempleados les dan determinadas protecciones, en la educación, a los jubilados; es decir que tienen un gasto social relativamente elevado para que no haya gente hambrienta, para que no haya gente viviendo en las peores condiciones.  El capitalismo ha hecho eso, en general, sobre todo después de la Revolución Rusa, que asustó a las sociedades capitalistas y pensaron que había que hacer algo por el hombre.

Ustedes reparten.  La diferencia es que nosotros repartimos más que ustedes, y, claro, en el capitalismo el hombre depende exclusivamente de sus esfuerzos.  En el socialismo —le puedo decir por nuestra experiencia— el hombre recibe mucho más, recibe casi todo y disminuyen los estímulos.

Les voy a hacer una observación sobre el capitalismo.  Una gran transnacional como la General Motors, por ejemplo, para citar alguna, u otras, tienen cientos de miles de obreros —esa es una gran empresa—, tienen un Producto Bruto Interno mayor que muchos países y, sin embargo, funciona, a veces, a base de estímulos, los salarios y la organización y tienen una buena dirección.  Lo que los comunistas se hicieron ilusiones creyendo que los problemas se iban a resolver rápidamente.

¿Qué tiene el Estado socialista?  Es una gran empresa.  Yo le decía a un grupo de empresarios que nos visitaron:  “Eso es igual:  Ustedes tienen cadenas de tiendas, cadenas de fábricas, cadenas de bancos, y nosotros tenemos cadenas de fábricas, cadenas de tiendas, con la única diferencia de que ustedes lo saben administra mejor.”

Dan Rather.-  Señor Presidente, ¿se opone usted decididamente al capitalismo en Cuba?


Fidel Castro.- 
Creo que en nuestro país nunca podría volver al capitalismo, por lo menos hoy en esta era, ese pueblo que yo conozco no quiere capitalismo porque mucha gente lo conoció.  Cuando se introducen algunos elementos de capitalismo como ahora y economía de mercado, aprenden más que leyéndose todos los textos de marxismo, porque ven la enajenación, el egoísmo, los altos precios, y ven que el noble Estado les vende las mercancías baratas, les educa los hijos, les cuida la salud a todos y se desvive por el bien del hombre; han creado un sentimiento de solidaridad, de igualdad que no existe en el capitalismo y entonces lo rechazan.  Piensan en vivir mejor.

Ellos quieren que seamos más eficientes, por eso eficiencia se vuelve —se puede decir— en la filosofía que tenemos en este momento, solo que nos falta aprender un poco del capitalismo para tener eficiencia.  Tenemos que ser un poco menos paternalistas y requerimos de que la gente necesite el dinero porque lo ha tenido todo muy fácil.

Le puedo decir, en honor de nuestro pueblo, que a pesar de vivir un período difícil, de muchas escaseces, la inmensa mayoría está prácticamente por moral, por honor, por patriotismo, por espíritu de lucha; pero basta que un porcentaje no lo haga, perjudica mucho a la economía.

Yo no he renunciado a la idea de que el hombre pueda producir de una manera diferente; no he renunciado a la idea de que los hombres pueden vivir realmente como hermanos, no como fieras, porque me da a veces la impresión de una especie de lucha entre los hombres que los convierte en muy egoístas.

Nuestro pueblo —yo hablaba ayer en Harlem— ha dado pruebas de su sentido de generosidad y solidaridad.  Cuando hay que hacer donaciones de sangre, puse el ejemplo de Perú, cientos de donaciones; más de 15 000 médicos han prestado servicios gratuitos en el exterior salvando cientos de miles de vidas, y han tenido una actitud muy generosa, se ofrecieron todos los maestros para enseñar en Nicaragua; es decir, hemos creado valores, que se han apoderado de nuestra gente, y, por lo tanto, no quiere regreso al pasado.  Y ve lo que está pasando en el resto de mundo, en América Latina:  la mortalidad infantil, el desempleo, la miseria, la desigualdad.  Han visto lo que pasa en África, porque tengo entendido que África es un continente capitalista y, sin embargo, la situación de África es desastrosa, y el Tercer Mundo es capitalista y la situación es desastrosa.

Viven bien algunos países capitalistas que se desarrollaron a lo largo de los años, en la época del comunismo acumularon grandes capitales y tienen una gran experiencia; pero eso es solo privilegio de un 20% de la humanidad, y aun dentro de los países capitalistas hay hambrientos, hay pobres, hay gente que no tienen alimentos, ni tienen techo, ni tienen asistencia médica.
Vean ahora lo que ustedes discuten aquí, si barren con todos esos beneficios sociales que a lo largo de los años le han dado al pueblo norteamericano.

Dan Rather.-  Aprovecho ese punto, nos queda poquito tiempo, así que quiero hacerle una pregunta.

Alguien me dijo que usted está convencido de que Colin Powell será el próximo presidente de Estados Unidos.  ¿Es cierto eso?

Fidel Castro.-  No, yo no puedo hacer esa afirmación, sería un poco prematuro hacer una afirmación de ese tipo; pero, sin duda, y no lo digo yo, lo dice la prensa norteamericana, lo han dicho algunas agencias, que tendrá posibilidades de ser presidente de Estados Unidos.  Es lo más que puedo decir, no que va a ser presidente, la situación es confusa, la situación es incierta, no se sabe todavía el partido que Powell va a crear, la prensa dice que lo va a decidir en diciembre.

Nosotros lo vemos como un fenómeno interesante, hemos traducido su libro rápidamente porque tenemos interés.  Leímos una síntesis, un largo análisis que se hizo; pero 46 traductores en cuatro días tradujeron el libro, y para los próximos días pienso leerlo completo, por cuestiones humanas y cuestiones históricas, no tanto por cómo piensa, porque hay muchas cosas de las que piensa que las ha dicho en otras ocasiones:  no está en contra de las acciones afirmativas, no está en contra de los servicios sociales, no está a favor de la Resolución 187.  Ha hecho algunos pronunciamientos que a nosotros nos parecen positivos, pero es una incógnita.

Yo estoy exactamente igual que ustedes, que nadie sabe lo que va a pasar con relación a las elecciones del próximo presidente.

Dan Rather.-  Señor Presidente, muchas gracias.

Fidel Castro.- 
Encantado.

Lugar: 

New York, Estados Unidos.

Fecha: 

23/10/1995