DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ EN LA ESCUELA EN EL CAMPO "HENDRICK WITBOOI", DE JOVENES NAMIBIOS, DURANTE SU RECORRIDO CON DESMOND HOYTE, PRESIDENTE DE LA REPUBLICA COOPERATIVA DE GUYANA, POR LA ISLA DE LA JUVENTUD, EL 29 DE ENERO DE 1989
Fecha:
Estimado presidente Hoyte;
Compañeras y compañeros estudiantes de la Isla de la juventud;
Compañeras y compañeros namibios:
A lo largo de estos 10 años de funcionamiento de la escuela, los he visitado en numerosas ocasiones y siempre les he dicho algunas palabras de estímulo, de aliento, de esperanza.
Hoy todos comprendemos que se ha producido un cambio muy grande, ya no hablamos de futuro, hablamos de presente; no hablamos de mañana, hablamos de hoy. Como consecuencia de la lucha heroica del pueblo de Namibia, de la lucha heroica de los combatientes angolanos, de la lucha heroica de los combatientes cubanos y de la amplia solidaridad internacional que ha recibido la justa y noble causa del pueblo de Namibia, a los racistas, a los fascistas, a los opresores de Namibia no les ha quedado otra alternativa que reconocer el derecho de Namibia a la independencia.
Todo eso marcha, no voy a explicarles lo que ustedes han conocido a lo largo del año 1988 —año duro, año difícil, año tenso— y de lo que ocurrió no solo en el campo militar, sino también en el campo político y diplomático; después de prolongadas y arduas negociaciones, y a partir de la correlación nueva de fuerzas creada en el sudoeste de Africa, fue posible llegar a los acuerdos en virtud de los cuales se comienza a aplicar la Resolución 435 de Naciones Unidas.
Ustedes conocen también, puesto que este es un proceso largo, complicado, que las Naciones Unidas deben participar en el mismo, ya que, de acuerdo con la Resolución mencionada, a ellos les corresponde asumir la responsabilidad del proceso de independencia de Namibia.
Ustedes deben conocer que en las Naciones Unidas se ha librado una gran batalla en el seno del Consejo de Seguridad, donde los países No Alineados han cerrado filas frente a criterios de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad que, alegando razones de tipo económico, propugnaban la reducción de las tropas que deben estar presentes en Namibia al iniciarse la aplicación de la Resolución 435.
Esto preocupó profundamente a todos los amigos de la causa de Namibia, se libró una lucha y se logró al final una resolución suscrita unánimemente por el Consejo de Seguridad, bastante aceptable de acuerdo con los objetivos que se persiguen, y aunque en esa resolución le recomendaban al Secretario General de las Naciones Unidas hacer esfuerzos por reducir los gastos, no se hablaba de reducción de tropas.
El Secretario General de las Naciones Unidas y su equipo de colaboradores elaboraron un informe. Ese informe no nos satisface, ese informe no satisface a los países del Tercer Mundo, ese informe no satisface a los países del Movimiento No Alineado, puesto que en ese informe se habla de empezar no con 7 500 hombres, sino con 4 650, aproximadamente, y si fuera necesario incrementarlos después. A nosotros nos habría parecido mucho mejor a la inversa: empezar con los 7 500 que establecía la Resolución 435 y reducirlos después, si se demostraba que no era necesario un número tan alto o que se podía prescindir de una parte de ellos.
De modo que el informe del Secretario General digo que no nos satisface, ni satisface al Tercer Mundo, ni satisface a los países No Alineados; satisface, en todo caso, a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, que en esto han actuado estrechamente unidos, grupo que ostenta el privilegio del derecho al veto con relación a las resoluciones de las Naciones Unidas.
Por eso el Movimiento de Países No Alineados continúa librando su batalla y presionando, y también los países de la organización de la Unidad Africana continúan luchando y continúan trabajando. Todos los amigos de la causa de Namibia continúan trabajando, advirtiendo, denunciando los peligros y las consecuencias que puede tener cualquier equivocación en este sentido, puesto que de lo que se trata ahora es de garantizar la imparcialidad de las elecciones, evitar manipulaciones del proceso electoral, evitar trampas, fraudes en las elecciones; evitar que los racistas y sus aliados puedan allí sembrar el temor en el pueblo de Namibia, y puedan impedir que el pueblo de Namibia se exprese en esas elecciones con plena libertad.
Los amigos de la causa de Namibia han estado advirtiendo y denunciando todo esto, y seguirán luchando, seguirán batallando y seguirán movilizando la opinión pública internacional, para que resulte muy difícil que los racistas puedan manipular las elecciones. No creo que les resulte fácil hacer esto, pero no están de más todos los pasos y todas las medidas que puedan adaptarse para hacer imposible que los racistas puedan burlar la voluntad del pueblo de Namibia.
Por otro lado, espero que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad estén conscientes de la gran responsabilidad que pesa sobre ellos, si los racistas pudieran salirse con sus propósitos de burlar la libre determinación y la libre elección del pueblo de Namibia.
Claro que eso no va a depender solo de los soldados de las Naciones Unidas que estén allí, ni va a depender solo de los funcionarios civiles que estén allí. El país es grande y por eso esos hombres tienen que distribuirse en una extensión considerable, para poder controlarlo y vigilarlo todo; pero digo que no dependerá tanto de ellos como del propio pueblo de Namibia. Es el propio pueblo de Namibia el que debe movilizarse y unirse para librar esta última batalla, esta batalla política. Es necesario movilizar a todo el pueblo, en todas partes; explicar y explicar cuantas veces sea necesario cuál ha sido la lucha, cuáles son los intereses del pueblo de Namibia, qué debe hacer el pueblo de Namibia.
Por eso, a partir del primero de abril, en que se inicia, o se debe iniciar, la aplicación de la Resolución 435, comienza una etapa en la historia de Namibia de gran importancia. Ya no se podrá impedir la independencia, pero la independencia sola no basta, a veces hay países independientes donde existe un gobierno títere, o un gobierno antipopular, o un gobierno reaccionario. ¡Hace falta la independencia y un gobierno popular! En dos palabras: ¡Hace falta la independencia y un gobierno de la SWAPO! Así, con esas palabras (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Viva la SWAPO! Y DE: "¡Viva San Nujoma!").
Por eso nosotros no tenemos ninguna duda de lo que va a hacer el pueblo namibio en unas elecciones absolutamente libres y limpias: la inmensa mayoría del pueblo de Namibia va a votar contra los opresores, contra los racistas y sus títeres. Por eso es tan importante, en esta etapa, organizar al pueblo y orientar al pueblo. Pienso que la SWAPO tendrá que comprometerse a fondo en esa tarea política.
Dentro de la Resolución 435 está el regreso de los refugiados. La 435 hablaba de una cantidad de dinero para ese regreso; ahora en este informe de las Naciones Unidas, ahorrando dinero, no se habla de esos fondos y dice que dependerá de las contribuciones voluntarias. Pienso que, efectivamente, muchos países colaborarán voluntariamente a eso; pero estamos realmente indignados de que tales fondos no sean contemplados en el informe del Secretario General de Naciones Unidas.
Es muy importante el regreso de los exiliados y refugiados para que puedan participar en la batalla política, es por eso que se ha hablado de que todos los estudiantes namibios que se encuentran en Cuba y que tengan los requisitos de edad para participar en ese proceso, regresen a Namibia después de la aplicación de la Resolución 435 de Naciones Unidas, para trabajar en las tareas de educación y orientación del pueblo, y para votar en las elecciones. No se debe perder un solo voto. Esto va a significar una experiencia nueva, grande para ustedes —para un gran número de ustedes, de los que están en la Isla de la Juventud con un mínimo de 18 años y de los que están en el resto del país, que son unos cuantos cientos—, puesto que tendrán que terminar el curso y estar listos para moverse y trasladarse a Namibia en el momento en que la SWAPO lo indique, participar en ese proceso político y después regresar a Cuba.
No se debe perder el curso. Claro que lo otro es muy importante y a lo otro hay que subordinar cualquier otra cosa; pero no hay necesidad de perder el curso, porque la fecha en que ustedes tienen que moverse nos da tiempo para que el curso se termine. Piensen que no solo están estudiando en secundaria, preuniversitario y tecnológico, hay quienes están haciendo estudios universitarios; sería realmente una lástima que esos estudios se interrumpieran.
Nadie puede asegurar que el ciento por ciento de los que vayan regresen, porque uno sabe lo que son las cosas de la vida. Y no es que ustedes no quieran, es que ustedes constituyen un grupo muy valioso, bien educado, bien preparado, organizado, disciplinado, pienso que posiblemente la SWAPO necesite una parte de ustedes allí después. Aunque se diga que no, que todos vienen —y hay que hacer un esfuerzo para que todos regresen, para que no se interrumpa ningún estudio, porque ustedes serán mucho más útiles al país en la medida en que puedan concluir su preparación; mientras más preparados estén ustedes, más podrán servir al país en el futuro—, la vida es la vida y, sin duda, pienso que no todos van a regresar, porque puede ser que su organización los necesite allí. Pero ellos están tan conscientes como nosotros de la conveniencia de que regresen, y si algunos tienen que interrumpir los estudios, que sea un mínimo.
Por ello, compañeras y compañeros de Namibia, se abre un capítulo nuevo en la vida de ustedes y en la vida del país, una experiencia nueva. Ahora tienen ustedes que ser más serios que nunca, más organizados que nunca, más estudiosos que nunca y más responsables que nunca, puesto que las tareas que caen sobre los hombros de ustedes, de los que han cumplido ya 18 años, son tareas muy importantes y son tareas decisivas.
Por eso, un día como hoy se mezcla la alegría, la gran alegría de saber que la independencia es ya un hecho que nada ni nadie podrá detener; se mezcla la emoción para ustedes de participar en ese proceso y para nosotros de poder seguirlo de cerca; y se mezclan también sentimientos de tristeza, aunque parezca paradójico, porque pensamos que de algunos de ustedes tendremos que despedirnos y que algunos de ustedes no regresen después del proceso; pero, en todo caso, siempre nos quedará la esperanza de que no olviden a sus amigos cubanos y que alguna que otra vez, de una u otra forma, puedan ustedes volver, aunque sea de visita, a esta, que ha sido como una segunda patria para los estudiantes de Namibia (APLAUSOS).
Nuevas generaciones de estudiantes vendrán, son ya dos escuelas, incluso se habla de una tercera escuela, adolescentes es lo que más abunda en Namibia, jóvenes es lo que más abunda en Namibia. Y ahora, en los primeros años, ustedes no van a tener todas las facilidades, todas las escuelas para preparar a esos adolescentes, a esos jóvenes, eso llevará tiempo; pero en esa tarea podrán seguir contando con nosotros, de modo que tendrán aquí una, dos, tres, cuatro escuelas, las escuelas que sean necesarias para los jóvenes y estudiantes de Namibia (APLAUSOS).
Ya ustedes han creado la tradición, ya ustedes han trazado las pautas. Me imagino que cambiará, incluso, el contenido de las canciones. Ya no serán las canciones soñando en la patria que está por liberar, serán las canciones de la patria liberada, serán las canciones que se correspondan con la nueva vida que ustedes quieren construir en su país; ya posiblemente no sea el drama de Cassinga el que aquí se escenifique, aunque tal vez sería bueno dejar el recuerdo. Pienso que aunque sea algunos videocasetes se hayan tomado de ese impresionante espectáculo que ustedes muestran aquí a los visitantes; pero pienso que las tareas serán otras, y las aspiraciones y los sentimientos que ustedes estén expresando sean otros, aunque es muy bueno aquello de que nunca olvidaremos Cassinga.
Es muy bueno eso, porque eso no se debe olvidar nunca, ¡eso no se debe olvidar jamás! Hay que recordarlo mucho, habrá que recordarlo siempre, ¡habrá que recordarlo ahora! Esas fotos de las monstruosas masacres, de las repugnantes masacres, hay que repetirlas por miles, por cientos de miles, por millones, para mostrarle al pueblo de lo que fueron capaces los fascistas y los racistas, contra hombres y mujeres, ancianos y niños de Namibia. Puede ser que una gran parte no sepa leer ni escribir, puede ser que haya, incluso, sectores en una parte de Namibia que no puedan comunicarse con sectores de otras partes, porque no haya siquiera un idioma común; pero creo que la vista es elocuente, y esas fotos las puede entender cualquier hombre o mujer de cualquier idioma, de cualquier edad, incluso, los niños.
Hay que sacar millones de esas fotos y repartirlas allí por todo el país, para que vea el pueblo que los que voten por los títeres están votando por los aliados de los asesinos, por los aliados de los fascistas y de los racistas, de los que desprecian a los pueblos y que han hecho derramar ríos de sangre al pueblo de Namibia.
Estoy seguro de que ustedes serán capaces de cumplir con las tareas que la SWAPO espera de ustedes; estoy seguro de que ustedes vencerán.
¡Hasta pronto! O como decía el Che: ¡Hasta la victoria siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)