“La hora es de trabajar sin miedos ni temores, la hora es de trabajar sin desconfianzas ni dudas, de trabajar todos, de trabajar todos los cubanos sin excepción; de trabajar todos por el bien de todos, porque el triunfo de la Revolución es el triunfo de todos, y porque el fracaso de la Revolución sería el fracaso de todos”.
Referencia al texto original:
Discurso pronunciado en la concentración celebrada a su llegada del extranjero, en la Plaza Cívica, 8 de mayo de 1959