“Cualesquiera que hubiesen sido nuestras obras, por meritorias que puedan parecer, debemos empezar por situarnos en esa posición honrada de no presumir que sabemos más que los demás, de no presumir que hemos alcanzado todo lo que se puede aprender, de no presumir que nuestros puntos de vista son infalibles y que todos los que no piensen exactamente igual están equivocados”.
Referencia al texto original:
Conclusión de las Reuniones con los Intelectuales Cubanos, efectuadas en la Biblioteca Nacional, 30 de junio de 1961