"Pero en ese esfuerzo ignorado, muy ignorado, hemos aprendido mucho de los pueblos; hemos aprendido a conocer los pueblos y sus cualidades extraordinarias, y, entre otras cosas, hemos aprendido no solo a través de ideas abstractas, sino de la vida práctica y cotidiana, que no todos los hombres somos iguales en nuestros rasgos físicos, pero todos los hombres somos iguales en cuanto a talento, sentimientos y las demás virtudes necesarias para demostrar que en la capacidad moral, social, intelectual y humana todos somos genéticamente iguales."
Referencia al texto original:
Discurso pronunciado en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, 3 de febrero de 1999