“Fomentemos, pues, la virtud, fomentemos la dignidad, reverenciemos cada vez más a nuestros fundadores, recordemos cada vez más a nuestro Apóstol, más cada año y no por un motivo solo de gratitud, sino por ser necesidad, porque los necesitamos, porque necesitamos que con nosotros libren las batallas que estamos librando; recordémoslo y venerémoslo cada vez más y con más fervor”.
Referencia al texto original:
Discurso pronunciado en la Cena Martiana ofrecida por el Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda, 27 de enero de 1960