“Los problemas del mundo se agravan con sus ideas neoliberales y con las recetas políticas que les han aplicado a los países desde África hasta América Latina. Nosotros, desde que levantamos la primera arma en nuestra lucha por la independencia no queríamos recetas de nadie, y nadie tenía que darnos receta. Nadie dio recetas a Céspedes, ni a Agramonte, ni a Martí, ni a Maceo, ni a ninguno de los padres que fundaron esta nación”.