"En las condiciones actuales de Cuba, ante una invasión al país, mi ausencia física ―por causas naturales o de otra índole― no haría el menor daño a nuestra capacidad de lucha y resistencia. En cada jefe político y militar de cualquier nivel, en cada soldado individual, hay un comandante en jefe potencial que sabe lo que debe hacer, y en determinada situación cada hombre puede llegar a ser su propio Comandante en Jefe".
Referencia al texto original:
Segunda Epístola