“Los revolucionarios, por naturaleza, somos optimistas. No creemos, sin embargo, en la espontaneidad: creemos que la paz, la distensión, la coexistencia civilizada entre los Estados, debemos conquistarlas con nuestra lucha y con nuestra fuerza”.
Referencia al texto original:
Discurso en la Clausura de la Reunión de la Presidencia del Consejo Mundial de la Paz, La Habana, 21 de abril de 1981