“No hablo ya de guerras, cuyos riesgos y consecuencias han transmitido personas sabias y brillantes, incluidas muchas norteamericanas. Me refiero a la crisis de los alimentos originada por hechos económicos y cambios climáticos que aparentemente son ya irreversibles como consecuencia de la acción del hombre, pero que de todas formas la mente humana está en el deber de enfrentar apresuradamente”.
Referencia al texto original:
Es hora ya de hacer algo, 19 de enero de 2011