“La Revolución necesita funcionarios serios, que no hagan promesas por hacer promesas, que lo que puedan hacer lo hagan, que hagan el máximo y sepan hacer una apelación al deber”.
“La Revolución necesita funcionarios serios, que no hagan promesas por hacer promesas, que lo que puedan hacer lo hagan, que hagan el máximo y sepan hacer una apelación al deber”.