“Asesinar es repugnante, asesinar a hombres desarmados y amarrados es, sencillamente, monstruoso, y da idea de lo que podría esperar nuestro pueblo, de lo que podrían esperar nuestros jóvenes, nuestros estudiantes, nuestras madres, nuestros combatientes, de la contrarrevolución, de la reacción y del imperialismo, si lograran imponer sus designios en esta tierra, si lograran aplastar la heroica resistencia de nuestro pueblo”.
Referencia al texto original:
Discurso pronunciado en la despedida de duelo del combatiente Rolando Pérez Quintosa, 17 de febrero de 1992