"(…) no me considero sino un aprendiz de revolucionario, pienso que el socialismo en un solo país puede ser construido; que el comunismo hasta cierto grado puede ser construido. Pero el comunismo, como fórmula de abundancia absoluta, no puede ser construido en un solo país en medio de un mundo subdesarrollado sin el riesgo de que, involuntariamente y sin quererlo, en años futuros pueblos inmensamente ricos se vean intercambiando y comerciando con pueblos inmensamente pobres. ¡Pueblos en el comunismo y pueblos en "taparrabos"!"
Citas
"Si me preguntaran cómo queremos que sean siempre nuestros científicos, diríamos: Queremos que sean consagrados y que sean modestos. Cuando la autosuficiencia, la arrogancia, la sobrevaloración se empieza a apoderar de algún científico, deja de ser modelo de científico y modelo de revolucionario".
“He vivido siempre y viviré tranquilo el resto de mi vida, porque sé defender con dignidad los derechos de mi pueblo y el honor de las naciones pequeñas, pobres o débiles, y me ha movido siempre un sentido profundo de la justicia. Soy revolucionario y moriré siéndolo.”
“...voy ganando terreno, me siento con más energía, más fuerza y más tiempo para estudiar. He vuelto a ser un estudiante.”
“…no soy una persona aferrada al poder. Puedo añadir que lo fui un tiempo por exceso de juventud y escasez de conciencia, cuando sin preceptor alguno iba saliendo de mi ignorancia política y me convertí en socialista utópico. Era una etapa en que creía conocer lo que debía hacerse, ¡y deseaba poder hacerlo! ¿Qué me hizo cambiar?: la propia vida, a medida que profundizaba en el pensamiento de Martí y de los clásicos del socialismo. Mientras más luchaba más me identificaba con tales objetivos y mucho antes del triunfo pensaba ya que mi deber era luchar por éstos o morir en el combate.”
“No disfruto de la capacidad física necesaria para hablarles directamente a los vecinos del municipio donde me postularon para las elecciones del próximo domingo. Hago lo que puedo: escribo. Constituye para mí una experiencia nueva: no es lo mismo hablar que escribir. Hoy, que dispongo de más tiempo para informarme y meditar sobre lo que veo, apenas me alcanza para escribir.”
“Más adelante pude alcanzar de nuevo el dominio total de mi mente, la posibilidad de leer y meditar mucho, obligado por el reposo. Me acompañaban las fuerzas físicas suficientes para escribir largas horas, las que compartía con la rehabilitación y los programas pertinentes de recuperación. Un elemental sentido común me indicaba que esa actividad estaba a mi alcance. Por otro lado me preocupó siempre, al hablar de mi salud, evitar ilusiones que en el caso de un desenlace adverso, traerían noticias traumáticas a nuestro pueblo en medio de la batalla. Prepararlo para mi ausencia, sicológica y políticamente, era mi primera obligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación no exenta de riesgos.”
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