Citas

"Cuando empezó la guerra nosotros no sabíamos nada de guerra, y tuvimos los primeros reveses, y ni Camilo Cienfuegos ni Ernesto Guevara, ninguno de esos compañeros en aquella época sabía tomar ciudades, ni mucho menos sabía hacer una emboscada chiquita a los soldados y nos teníamos que conformar con eso. Pero fueron aprendiendo día a día, mes tras mes, y hoy se les puede mandar a tomar cualquier ciudad, porque son ya verdaderos militares, y hombres capaces de llevar a cabo cualquier objetivo militar. ¡Aprendieron!"
Referencia al texto original: Discurso pronunciado en La Terraza del Gobierno Provincial, en el Parque Leoncio Vidal de la Ciudad de Santa Clara, 6 de Enero de 1959

“Camilo salió del pueblo.  Era un hombre como ustedes.  ¡Entre ustedes puede haber uno o puede haber muchos Camilos! Lo que necesitó él fue la oportunidad, fue la ocasión de poder demostrar sus magníficas y extraordinarias virtudes.  Y así, si se presentara la ocasión de tener que defender la patria de nuevo, ¡héroes surgirán de todos los rincones de la patria, héroes surgirán de todos los campos de la patria, héroes surgirán de todas las fábricas de la patria, héroes surgirán de todos los institutos, de todas las universidades y de todas las escuelas de la patria, héroes surgirán de todos los pueblos y de todas las aldeas y de todas las esquinas de la patria para defenderla!, porque para eso no hace falta sino tener la razón de nuestra parte.  Y eso es lo que importa”.

Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la apertura del X Congreso de la CTC, el 18 de noviembre de 1959

“¡Che era un maestro de la guerra, Che era un artista de la lucha guerrillera! Y lo demostró infinidad de veces pero lo demostró sobre todo en dos extraordinarias proezas, como fue una de ellas la invasión al frente de una columna, perseguida esa columna por miles de soldados por territorio absolutamente llano y desconocido, realizando —junto con Camilo— una formidable hazaña militar”.

Referencia al texto original: Discurso pronunciado en la velada solemne en memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, en la Plaza de la Revolución, 18 de octubre de 1967
"Pudo no ocurrir nada, pudo ser que los conspiradores no se atrevieran a disparar al pueblo, pero tal vez la acción de Camilo salvó muchas vidas; porque también pudo ocurrir cualquier otra cosa, y él se adelantó para evitar una situación y un peligro de esa naturaleza. Es una muestra de la confianza que tenía en sí mismo, de su heroísmo, de su arresto y de su capacidad de actuar, de manera excepcional, en circunstancias determinadas.."
Referencia al texto original: Conmemoración del XXX Aniversario de la desaparición física de Camilo Cienfuegos, en Lawton, Ciudad de La Habana, el 28 de octubre de 1989
"Pero lo que esgrimía aquel grupo y su cabecilla, lo que enarbolaba, era la bandera del anticomunismo. Por eso tienen un profundo significado esas palabras de Camilo que escuchamos en el día de hoy, cuando recita los versos de Bonifacio Byrne y cuando plantea que esta Revolución tiene que ir hasta el final."
Referencia al texto original: Conmemoración del XXX Aniversario de la desaparición física de Camilo Cienfuegos, en Lawton, Ciudad de La Habana, el 28 de octubre de 1989

"¿Qué quiere decir Camilo cuando se acaba de aplastar un brote sedicioso anticomunista, con que esta Revolución tenía que llegar hasta el final? ¡El final era el socialismo y el comunismo, ese final que nos proponemos alcanzar!"

Referencia al texto original: Conmemoración del XXX Aniversario de la desaparición física de Camilo Cienfuegos, en Lawton, Ciudad de La Habana, el 28 de octubre de 1989

“Camilo estaba muy claro sobre lo que significaba revolución: no en balde tenía antecedentes revolucionarios en su familia, no en balde fue trabajador humilde, no en balde bebió desde la cuna las ideas revolucionarias, no en balde tenía un tremendo temperamento revolucionario, no en balde tenía un gran alma revolucionaria.”

Referencia al texto original: Conmemoración del XXX Aniversario de la desaparición física de Camilo Cienfuegos, en Lawton, Ciudad de La Habana, el 28 de octubre de 1989