“[…] Limpiabotas primero, panadero después, y que, por la noche, estudiaba; y, en el estudio, continuaba su fatigosa tarea de todos los días. Un joven de Matanzas, estudiante de bachillerato ya, gracias a su esfuerzo; que marchó a la Sierra, estudió, se graduó, vivió como ustedes momentos de júbilo, momentos de optimismo. Fue enviado a la zona montañosa de Las Villas, a enseñar. Abrió su escuela, educó durante varios meses, enseñó las primeras letras a numerosos niños y a adultos... […]”