Ubieta Gómez, Enrique

Fidel: las viejas y las nuevas armas

Es grave su reflexión, como su mirada. La foto de Roberto Chile muestra en close-up a un anciano guerrero que mira fijamente a su interlocutor. La fuerza de esa mirada es la de los argumentos. Fidel Castro es entrevistado por cuatro destacados periodistas venezolanos. Habla de la Península coreana y del Medio Oriente, pero es a propósito de Colombia, el estado intervenido, que formula una conclusión quizás de partida: “Teníamos la razón en desear la justicia y también, la paz. Y éramos partidarios de la lucha.

Hijos de un pueblo heroico

Cuando el avión aterrizó en La Habana, y detuvo sus motores, sabíamos que el pueblo nos esperaba. El pueblo no es una palabra abstracta, es nuestra familia, son nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo, son su gente sencilla y trabajadora. Estábamos nerviosos, contentos, expectantes. Los muchachos se arreglaron la bata blanca, símbolo de la solidaridad y se anudaron con torpeza la corbata, como novios para la cita definitiva. La puerta se abrió. Los restantes pasajeros, cubanos varados en Italia durante meses, aplaudieron.

Somos los hijos de Fidel

El escenario fue una enorme plataforma techada, o sin techo, depende de cómo lo entendamos, porque el techo, de tan alto, casi está en el cielo, y no hay paredes, solo grandes columnas de hierro. Es una antigua fundición de acero convertida en parque, en una céntrica zona de Turín.

Crónicas desde Turín: El enfermero amante del deporte

Aunque podría asociarlo a deportes de fuerza, como la bala o el martillo, Oscar Luis Silveiro Martínez era esencialmente un corredor de distancias cortas: 100 y 200 metros. Y era bueno. Alto y corpulento, siempre quiso ser deportista. Pidió en primera opción la carrera de Cultura Física, pero la persona que tomó la decisión de darle la segunda opción, no se tomó el trabajo de conocerlo. Así, se vio de pronto en un aula de la Facultad de Matemáticas.
 

Crónicas desde Turín: Bromistas, pero muy serios en su trabajo

Juegan, se embroman, como dos muchachos. Pero que nadie dude de la seriedad con la que asumen su trabajo. Los dos epidemiólogos de la brigada han vivido experiencias similares. Adrián Ramón Benítez Proenza estuvo, durante el cumplimiento de su servicio militar, pero voluntario, en la guerra de Angola, y René Aveleira Cutiño pasó cinco años ofreciéndole sus conocimientos médicos a un pueblo en Revolución bolivariana, y aprendiendo de ella.
 

Coyah, el epicentro de la batalla contra el ébola

El Centro de Tratamiento del ébola de Coyah se encuentra a unos 60 kilómetros de Conakry. Coyah es una prefectura donde existe un pueblo, pequeño y polvoriento, de igual nombre. Los cubanos viven y trabajan en la zona de Wonkifong. Transitan todos los días en una y otra dirección por un segmento de carretera asfaltada. Durante varios días, hacemos el recorrido con los médicos y enfermeros de cada turno, porque la Brigada se ha dividido en cuatro equipos que rotan en horarios de la mañana, la tarde y la noche.

Con los ojos de Fidel: 43 años después de la visita a Sierra Leona

El aeropuerto internacional de Freetown es más confortable que el de Monrovia, pero desde allí hasta la ca­pital de Sierra Leona es necesario bordear una amplia bahía de bolsa. El recorrido por carretera puede durar, en dependencia del tráfico, entre tres y cuatro horas. Hay otra opción: cruzar por mar.
 

Dr. Leonardo Fernández: “Que nuestro pueblo hable de nosotros es el mayor reconocimiento”

La Brigada Médica cubana en Liberia es un colectivo unido. En estos días las tensiones han disminuido, y se preparan las maletas del regreso. Esta Monrovia despreocupada no es la que conocieron en los primeros días de estancia. La bulla del mercadeo en las calles principales anuncia, paradójicamente, la cal­ma. Converso con los médicos y enfermeros, y comento lo que ya saben: en Cuba se les siguió y se les espera. Pero ellos se resisten a ser considerados héroes, quizá porque lo son de verdad.

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