Fidel
Soldado de las Ideas
Pérez Cabrera, Ángel Freddy
Los avances sucesivos del Frente de Las Villas y del Frente Norte, liderados por los comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, respectivamente, permitieron poner en la mira a la ciudad de Santa Clara, importante enclave estratégico del país que, de caer, podría definir la suerte del tirano Fulgencio Batista.
Desde que el 16 de octubre de 1958 el Che llegó a territorio villareño, tuvo referencias acerca de la división creada entre los diferentes grupos alzados en la provincia, donde operaban agrupaciones guerrilleras genuinamente revolucionarias, pertenecientes al Directorio (DR), el Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular (PSP), hasta el llamado Segundo Frente del Escambray, en el que coexistían elementos honestos con una dirección francamente contrarrevolucionaria.
El principio irrenunciable de que la Patria no abandona a sus hijos, además del desvelo de Fidel, Raúl y la dirección de la Revolución, hizo posible aquella gigantesca proeza de la ciencia cubana, que fue el hallazgo y la identificación de los restos del Che y de sus compañeros de guerrilla, hace hoy 25 años.
Cuando se escriba la historia de la Educación cubana y del protagonismo de sus jóvenes, podrán faltar algunos pasajes, pero no la leyenda tejida por el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, epopeya que por estos días cumplió medio siglo de vida.
Fría por el clima, pero volcánica por la pasión y el sentimiento patriótico: así fue la noche de este 6 de enero en el parque Martí, de Cienfuegos, donde el pueblo rememoró cómo, 61 años atrás, Fidel entró aquí, en un alto en el camino de la Caravana de la Libertad.
Cuando uno lee lo expresado por Fidel Castro en el juicio del Moncada acerca de Abel Santamaría, donde dijo que era el más valiente, el más recto, que era honesto y no podía pensarse en nada deshonroso de su persona; o al conocer la manera en que el líder de la Revolución Cubana trató de protegerlo el 26 de Julio de 1953, enviándolo a una posición de menor peligro, para, en caso de que él cayera, fuera el segundo jefe del Movimiento quien continuara la obra, entonces se t
Casi 57 años después de su entrada triunfal en Santa Clara aquel 6 de enero de 1959, Fidel regresa de nuevo a esta tierra, y lo hace como entonces; invicto, victorioso y con muchas metas por cumplir.
Cientos de personalidades del deporte, la cultura, la política o la religión, supieron distinguir la grandeza que había en él, sus méritos humanistas y solidarios, además del valor personal que siempre caracterizó al Comandante.
Fue el 12 de septiembre de 1989 cuando Fidel llegó por primera vez a la cayería norte de Villa Clara. Tomás Cárdenas García, entonces primer secretario del Comité Provincial del Partido, y otros compañeros, le habían hablado de las bondades de ese lugar para poder desarrollar el turismo, y él, que era amante de evaluar con ojos propios cada sugerencia, se aventuró a visitar el lugar.
No pudo haber mejor homenaje a la gesta gloriosa del Moncada, en su aniversario 67, que la masiva movilización de todos los sectores de la sociedad hacia la que constituye hoy la primera prioridad para el país: la revitalización de la economía nacional.
Acontecimiento sagrado en sus vidas, a la gesta del Moncada dedicaron los santiagueros resultados significativos, como la siembra de 52 000 hectáreas de diversos cultivos y la terminación de más de 250 obras de beneficio a la población.
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