Fidel
Soldado de las Ideas
En Cabaiguán, Sancti Spíritus, la familia del enfermero Lenin Oriol Martínez Calero, miembro de la brigada médica cubana que le declaró el duelo a la COVID-19 en la ciudad de Crema, Italia, confía que él retornará sano y salvo como otras tantas veces lo ha hecho.
Hace 18 años, Juan Miguel González tuvo frente a frente por primera vez al líder cubano, quien comandaría a partir de ahí una batalla sin precedentes para poner fin al secuestro del niño Elián González en Miami, Florida.
—¡Al suelo! ¡Al suelo!
Con la misma prontitud que el escultor Enzo Gallo Chiapardi modeló el busto dedicado a Fidel la noche antes que la caravana libertaria que recorrió el espinazo de la isla grande entrara a La Habana el 8 de enero de 1959 con el jefe rebelde al frente, el artista italiano tuvo que desparecerlo de la faz de la tierra. Apenas el líder supo de la noticia del monumento erigido en su homenaje en las cercanías de la Ciudad Militar de Columbia, ordenó retirarlo. Gallo Chiapardi quedó preso del desconcierto.
Poco antes de subir la escalerilla del avión rumbo a Miami, Florida, a Mirta Rodríguez Pérez, madre de Antonio Guerrero, le anunciaron en compañía de otros familiares de los Cinco.
—Fidel los espera en su oficina.
Esa madrugada en el parque Serafín Sánchez no cabía una persona más. Ni en los días de Santiago espirituano se había visto tanto gentío.
El olor repugnante de la melaza ya no le molestaba, ni tampoco la tormenta de ruido, que venía del basculador, los molinos. Hasta la gente del batey del central Narcisa, también conocido como Obdulio Morales, le era familiar a la ingeniera química Ada Triguero Cruz, de Guayos, quien cumplía su servicio social en ese ingenio de Yaguajay.
Cuando el 27 de julio de 1953, la dictadura de Fulgencio Batista movía cielo y tierra para capturar a los sobrevivientes del asalto al cuartel Moncada, de Santiago de Cuba, entre ellos el joven abogado Fidel Castro, líder de la Generación del Centenario, la estudiante de periodismo Marta Rojas tomó el primer vuelo hacia La Habana para llevar a la Redacción de la revista Bohemia las evidencias fotográficas de la represión cometida por la tiranía contra los atacantes a la segunda fortaleza militar más importante de Cuba.