Maturell Senon, Carmen

Fidel nos guarda

No es parte de la familia, pero su retrato permanece en mi casa. Nunca lo tuve cerca. Ni siquiera viví su tiempo dorado…, sin embargo, lo conozco y admiro sus hazañas.

Mis abuelos y padres, los libros de historia... todos me hablaron de él y era inconcebible no acercarme a su ideario, y percibir en Fidel –gracias a ese camino de aprender sobre el pueblo de Cuba y de sus héroes– los lazos que me unen a él, de justicia y de querer dar hasta la médula por otros.