Fidel
Soldado de las Ideas
Desde los primeros días de aquel enero triunfante de 1959, un grupo de congresistas norteamericanos -que se oponían sin derecho alguno al enjuiciamiento de los criminales de guerra batistianos-, solicitaron al Departamento de Estado de su país que interviniera en el asunto. Había comenzado la virulencia yanqui contra la Revolución Cubana.
Es imposible hablar de Fidel, como tampoco de Martí, sin establecer un obligado parangón entre ambos, tanto por sus ideales como por los sacrificios a los que se sometieron, en la búsqueda y construcción de un mundo mejor, de una sociedad cada vez más libre.