Fidel
Soldado de las Ideas
Algunos políticos estadounidenses no quieren volver atrás en el tiempo y rememorar la historia. Pretenden olvidar simplemente y seguir adelante. Pero es vital recordar, para impedir que se repitan aquellos terribles sucesos que han conmovido la nación, y que nuestras más jóvenes generaciones apenas conocen. La historia del terrorismo contra Cuba no es parte de un pasado, sino continuidad que se extiende en múltiples formas hasta nuestros días.
Ningún jefe de estado en la historia contemporánea, como el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, fue sometido a un programa tan intenso y brutal de conspiraciones para tratar de asesinarlo.
Al triunfo de la Revolución Cubana, el gobierno de Estados Unidos poseía una vasta experiencia en la ejecución de medidas de subversión política e ideológica y guerra económica, como instrumentos de su política exterior durante la década de los años 40 y 50 del pasado siglo.
En el verano de 1961 la Operación Liborio o Cuba en Llamas, de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), consistía en desatar una campaña mediática para desacreditar al proceso revolucionario, desencadenar una serie de sabotajes y acciones terroristas contra objetivos económicos y sociales, y culminar con el asesinato del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y miembros del Consejo de Ministros, durante una concentración popular frente a la terraza norte del Palacio Presidencial. Esta operación subversiva fue frustrada por la acción conjunta de las Milicias Nacionales Revolucionarias, los Comités de Defensa de la Revolución y los Órganos de la Seguridad del Estado.
La derrota de la invasión mercenaria por Playa Girón -19 de abril de 1961- fue la culminación de un programa de terrorismo de Estado del Gobierno norteamericano para eliminar la triunfante Revolución Cubana y aniquilar a sus líderes.