Fidel
Soldado de las Ideas
El cuerpo atlético y el verbo ágil debieron causar más de un desvelo. Porque el joven Fidel no pasaba inadvertido. No podía. Nunca el fuego y la pasión hechos persona saben esconderse ante la humanidad. Y llegado el momento y el lugar, cobran la dimensión de lo inconmensurable y se elevan hasta el sitio desde donde se convoca a la batalla infinita: la de la libertad perfecta y el amor sin límites.