Fidel
Soldado de las Ideas
Bécquer Céspedes, Adelaida
Sin lugar a dudas uno de los más grandes admiradores de la mujer cubana, de su valentía, virtudes, lealtad, patriotismo y entrega, lo fue nuestro inolvidable líder Fidel Castro Ruz.
Hace 61 años salieron de la cárcel de Isla de Pinos los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, con la convicción del triunfo y cargados de alegría patriótica.
Con estas palabras Fidel Castro calicó certeramente al joven santiaguero que dedicó por entero todas sus energías y pasión, incluso ofrendó su preciada vida al triunfo de la Revolución.
La existencia de Frank Isaac País García, aunque breve, constituye un digno paradigma para la juventud cubana de todos los tiempos; si la estrella que simboliza a la Unión de Jóvenes comunistas llevara otra gura, por derecho propio debía estar allí junto a Mella, Camilo y el Che.
Unos fuertes golpes dados apresuradamente en la puerta de la calle, me despertaron sobresaltada. Había llegado la noche antes de Santiago de Cuba y aún me sentía fuertemente impactada por los días de profunda e intensa emoción vividos allí.
Entre las concepciones estratégicas de Fidel Castro Ruz para organizar la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista estuvo siempre la insurrección armada y la idea de culminarla mediante una huelga general que al paralizar el país impidiera cualquier maniobra del enemigo para llevar a la práctica un golpe de Estado que imposibilitara la toma del poder por el pueblo.
Durante su permanencia en el denominado Presi dio Modelo para hombres de Isla de Pinos, Fidel Castro tuvo tiempo para reflexionar acerca de la necesidad de involucrar en el enfrentamiento a Batista a la clase obrera, como un elemento decisivo sin cuyo concurso resultaría más difícil alcanzar los objetivos de su proyecto revolucionario, dentro del que concibió la paralización del país mediante una huelga general en el momento oportuno.