Fidel
Soldado de las Ideas
Hace 30 años, un día como hoy, llegaron a Cuba para recibir asistencia médica niños ucranianos afectados por el accidente nuclear de Chernóbil. Una de las más hermosas y solidarias páginas de la salud cubana.
La muestra expositiva Documentos extraviados: niños de Chernóbil en Cuba, de la artista peruana Sonia Cunliffe, con la investigación y curaduría de la periodista cubana Maribel Acosta, forma parte de la Bienal Internacional de Asunción, Paraguay. BIA 2020 tiene como concepto curatorial el término guaraní Jojaha. Paridad en español: grito a voces del mundo de hoy.
En 21 años de funcionamiento gratuito y de alta calidad, el programa humanitario de los niños de Chernóbil en Cuba fue dando –a lo largo del camino- no solo resultados en salud, sino la posibilidad de sistematización médica y científica de sus aplicaciones en todos los ámbitos. El programa adoptó el nombre de Programa Cubano de Atención Médica Integral a los niños relacionados con accidente de Chernóbil y su ubicación formal consta entre el 29 de marzo de 1990 y el 24 de noviembre 2011.
En marzo de 1990 llega a Cuba el primer grupo de niños y niñas de las áreas afectadas por la explosión del cuarto reactor de la Central Electronuclear en Chernóbil. Ya en julio de ese mismo año, con el trabajo voluntario de miles de cubanos, en el balneario de Tarará se habían recuperado casi todas las instalaciones para el recibimiento masivo de niñas y niños de Rusia, Bielorrusia y Ucrania.
Mi madre se llama María, fue alfabetizadora- como tantas y tantos jóvenes de la época. Yo no había nacido en aquel 1961 pero desde que tengo recuerdos veo en casa dos libretas que han ido envejeciendo con el tiempo hasta convertirse en un tesoro que he heredado, tal vez por aquello de que soy la periodista de la familia.
Láncara forma parte de la provincia de Lugo, en la Comunidad Autónoma de Galicia. Metida valle adentro, la aldea conserva el misterio que siempre la acompaña desde que el mundo la conoce como la raíz gallega de Fidel Castro. Aquí nació su padre Ángel, campesino pobre que como muchos de la zona, apenas sobrevivía a las penurias de esos tiempos.
Oslo es pequeña y cálida; es el territorio más poblado de Noruega, que no llega al millón de habitantes… el tranvía que la recorre y ese aire que te recuerda todo el tiempo a los vinkingos.
En tiempos de COVID-19 es bueno refrescar la memoria porque si algo viene enseñando esta pandemia para el mundo es cuánto valen la solidaridad y el entrenamiento para ponerla en práctica. Si bien nunca es tarde, se necesitan experiencia y sobre todo voluntad adiestrada para servir al otro (a) de manera efectiva y con la naturalidad de quien sabe hacerlo y lo tiene incorporado como modo de vida.
La periodista ucraniana Olena Panstsiuk vivía en Pripiat. Todavía recuerda el día en que tuvo que marcharse, solo recoger algunas cosas y salir precipitadamente. Todos pensaban que volverían. Todavía no sabían la magnitud de la tragedia. Ella dejó en casa los recuerdos, las fotos de la infancia, los peluches de la niñez.
Testimonios: La Dra. Xenia y el Dr. Obed. Los traductores: Nilda y Osvaldo
Xenia…