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Una presencia inopacable e inobjetable

Fecha: 

24/10/1995

Fuente: 

Granma

Autor: 

Soy, lo he confesado otras veces, de los tantísimos cubanos que no les gusta que salga de Cuba, de los que se preocupa cada minuto que está fuera y respira hondo cuando sabe que regresó. Como también, a pesar de eso, estoy entre los millones que se llenan de orgullo cuando las imágenes de la televisión nos hacen compartir las emociones de recibimientos, discursos, encuentros, muestras de solidaridad y amor hacia él y hacia Cuba.  Y a veces, igual lo confieso, me cohíbo de escribir impresiones "desde acá" acerca de lo que sucede en ese lugar del mundo donde "nos encontremos" en la presencia y en la voz de Fidel, porque "mejor lo hacen con sus vivencias los que están allá".  Pero es que hay cosas como las que están ocurriendo en los últimos días en Nueva York a las que no es posible sustraerse, por más que se esté acostumbrado a la repercusión que siempre le rodea, y es el reconocimiento que a través suyo se hace a nuestro pueblo, a sus luchas, a su resistencia, al símbolo de esperanza que para millones de hombres y mujeres del planeta representamos.

Es la admiración al pequeño David ...  ¿Cómo no sentir infinito orgullo al ver brillar la estrella solitaria en el podio de Naciones Unidas, cuando en menos de seis minutos sintetizó las tremendas verdades que aquejan al mundo y resumió en apenas dos párrafos el mundo al que aspiramos?  ¿Cómo no valorar con agradecimiento el gesto del magnate David Rockefeller y de un grupo importante de empresarios que dieron a Fidel un "comienzo muy feliz a su estancia en Nueva York", en momentos en que el alcalde de esta ciudad le excluía de la cena de bienvenida a los mandatarios asistentes al cincuentenario de la ONU?  ¿Cómo no vibrar de emoción ante tanto gesto solidario de miles de hombres y mujeres de Harlem que, como aquéllos que le acogieron hace 35 años en el Theresa, siguen siendo de los que nunca se han dejado engañar respecto a la Revolución Cubana?  Puede que haya quien quiera pensar que exageran nuestros medios de comunicación al reflejar la presencia de Fidel en Nueva York... Baste entonces reproducir algunos párrafos de los muchísimos reportes internacionales de prensa (es difícil encontrar alguno que no lo mencione) sólo de este domingo:  "Desairado por sus anfitriones, vilipendiado por sus opositores, alabado por la izquierda y cortejado por los inversionistas, Fidel Castro ha acaparado nuevamente la atención en un encuentro multilateral", escribe Reuter. 

EFE, en un extenso despacho expresa: "Fidel Castro, que no ha sido invitado a actos oficiales organizados por el gobierno de EE.UU., ha despertado, sin embargo, el interés de empresarios y medios de comunicación, que le han dispensado un trato de privilegio." Y en otro cable apunta: "Aunque se escucharon con gran interés los discursos de Clinton y Yeltsin, fue evidente que la reaparición del Presidente cubano, Fidel Castro, en el foro de la Asamblea General provocó la mayor expectación".  La AP, en tanto, al comentar el mensaje de Fidel en la ONU, señala que "al concluir su discurso fue aplaudido intensamente".  Así, a pesar de los apátridas que intentan infructuosamente opacar la presencia de Fidel y de Cuba revolucionaria en la ONU y en Nueva York, lo que está ocurriendo es inopacable e inobjetable.  Son muchos los momentos y los sitios en la urbe neoyorquina que se encargan por estos días de evidenciarlo...