Prólogo al Libro Stella Calloni, íntima. Una cronista de la historia
Fecha:
Fuente:
No podía faltar a la atenta solicitud que me hicieron los periodistas argentinos Julio Ferrer y Héctor Bernardo de escribir unas palabras para esta edición, mucho menos cuando se trata de la biografía de Stella Calloni.
En esta obra, los autores develan con profesionalidad la intensa y apasionada vida de esa admirable mujer, en la que se entrelazan sus sueños mágicos, el amor del hogar, la sed por saber y la audacia para alcanzar los objetivos trazados.
Me motivó conocer que a los cuatro años de edad, Stella sabía leer y escribir; a los diez era una amante de la lectura; apenas con doce escribió un poema a Eva Perón, y a los quince se independizó e inició sus estudios en Medicina. ¡Cuánto hizo en tan poco tiempo!
Su vida apacible en el campo, a orillas del arroyo Feliciano, el despertar con el vuelo y el canto de los pájaros, la mirada sobre el mar de trigo y lino, la fragancia de los árboles y el olor del río, la condujeron a la poesía y, por ese camino, el conocimiento de la injusticia y las causas justas –más que la vocación— la convirtieron en ejemplar periodista comprometida con la verdad.
Recuerdo que tuve la oportunidad de conocerla en 1986. Desde entonces, han sido muchos los encuentros distendidos que hemos sostenido acerca de los más diversos temas. Siempre he percibido, en esa combatiente incansable por la unidad, su origen humilde, sencillez y alto sentido de justicia. Es una mujer muy observadora de los detalles y domina el arte de extraer de sus interlocutores su pensamiento político.
Conocía que ella, luego del triunfo de nuestra revolución, había establecido una amistad muy cercana y bonita con Celia de la Serna, madre del comandante Ernesto Guevara; sobre esa relación platicamos mucho y, en ese diálogo, comprendí, aún más, los rasgos maternos de cultura, austeridad, voluntad y pasión que sobresalían en el carácter y la personalidad del Che.
Stella siempre dispensa palabras muy generosas y solidarias hacia nuestro pueblo, que ha resistido durante más de medio siglo las criminales agresiones, el bloqueo genocida impuesto por el Imperio yanqui —que no ha podido ni podrá doblegarnos— y que ha demostrado que se puede resistir y vencer a fuerza de unidad, sacrificios, principios y conciencia.
La biografía es testimonio inequívoco de la fecunda obra literaria y periodística de Stella, ejercida muchas veces en condiciones extremas de peligros y privaciones personales. En su incansable quehacer ha recorrido gran parte de América Latina, Europa y África. En Nicaragua, El Salvador y Panamá, por solo citar algunos países, dejó su impronta como corresponsal de guerra desde escenarios de conflictos. Poseedora de una vasta cultura y conciencia política, no ha habido hecho trascendente, en la más de cuatro décadas de ejercicio periodístico, que escape a su mirada y juicio aleccionador.
Siempre me han impactado sus investigaciones, particularmente la referida a la Operación Cóndor. Acudió a los Archivos del Horror en Paraguay, descubiertos en diciembre de 1992, y, entre toneladas de papeles –que revelaban los crímenes monstruosos cometidos por la dictadura de Stroessner, que gobernó ese país durante treinta y cinco años–, encontró la fuente de información principal para los fines investigativos que perseguía sobre aquella tenebrosa operación.
A propósito, en la reflexión del 23 de noviembre de 2008, expresé que en “su libro Operación Cóndor denuncia una serie de atroces crímenes cometidos recientemente por Estados Unidos contra los pueblos de América Latina y constituye un texto clásico para comprender lo que significa el imperialismo yanqui. Es la denuncia más objetiva y detalladamente documentada que hasta hoy he leído, insuperable en su estilo y elocuencia… En nuestro país, Stella es conocida por esa obra”.
Por ese interés, una edición especial en Cuba reprodujo cincuenta mil ejemplares de ese trascendental título.
Stella es, inobjetablemente, una reconocida especialista de la comunicación; desentraña los objetivos de la guerra mediática como parte de la contrainsurgencia, la invasión silenciosa y la desinformación convertida en arma de guerra. Su testimonio es magisterio incuestionable para los entendidos y estudiantes de esa materia.
Esta obra biográfica denuncia, revela políticas imperiales, esclarece acerca de procesos políticos importantes y complejos, narrados por Stella con claridad meridiana, como si se tratara de una verdadera estadista.
El título suma valores en su contenido al finalizar con una parte de sus extraordinarias entrevistas, en las que logra arrancar verdades y sueños con sus preguntas; en los diálogos, alcanza a rastrear los más disímiles conflictos en Latinoamérica y en otros confines del mundo. En su insaciable sed por saber y decir no deja espacios. Hace reconocimientos justos a la figura de Hugo Chávez, a su dimensión de estadista y al importante proceso revolucionario de Venezuela en la región y desenmascara, tempranamente, los reales propósitos del gobierno de Estados Unidos contra ese país hermano.
Stella Calloni. Cronista de la Historia suma admiración y es de obligada lectura. Bien merece estar esta obra en la cabecera de quienes sienten la necesidad de conocer una vida ejemplar y saber la verdad histórica.
Fidel Castro Ruz