Para la destacada federada santiaguera Neysi Semanat García, una trabajadora del sector de la Salud del municipio de Mella, recordar al invicto Líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, en ocasión de conmemorarse este 25 de noviembre el primer aniversario de su desaparición física, resulta un momento muy triste, pero a la vez estimulante para seguir defendiendo su legado y consolidar la obra.
 
Desde su puesto laboral, como estadística del hospital Ezequiel Miranda Díaz, rememora a cada instante el pensamiento y actuar del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a quien tuvo la oportunidad de conocer de cerca cuando el 23 de julio de 1983 inauguró oficialmente esa instalación de salud, con la misión de brindar atención médica, preventiva y curativa a la población en las diferentes especialidades.

una oportunidad única en mi vida, afirma Neysi, quien con orgullo rememora la llegada de Fidel a la instalación, la acogida popular de los mellenses, así como también acerca de un ameno e instructivo diálogo que estableció con una extrabajadora del centro.
 
“Imagínate que estaba recién graduada de técnico de nivel medio en el Politécnico de la Salud No.2 en Santiago de Cuba y disfrutaba por entonces de mi licencia de maternidad; sin embargo, estaba ahí presente junto con mis compañeros; ese recuerdo lo disfruto y guardo eternamente en mi corazón.
 
“De igual manera, me enorgullezco de ser fundadora de este centro el cual supera actualmente las expectativas de su creación, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, asegurado por 244 trabajadores y con servicios de ultrasonidos, obstetricia, medicina interna, Rayos X, banco de sangre, laboratorio clínico y una clínica estomatológica”, expresó Neysi.
 
Para esta experimentada trabajadora la desaparición física de Fidel es una realidad, pero su nombre levanta pasiones, multiplica fuerzas impulsoras y se mantiene como el principal arquitecto de la salud pública en Cuba, un sistema que ha hecho de los cubanos uno de los pueblos más sanos del mundo.
 
Considera que en sus 34 años de labor, este acto de inauguración del Hospital quedó para siempre en su mente, también se siente orgullosa porque acompañó al Jefe de la Revolución cubana en los históricos Mangos de Baraguá, donde se dio a conocer a Cuba y el Mundo el Juramento de un pueblo, que ratificó su voluntad de resistir y vencer, en un nuevo escenario, no ya en el campo de las armas, sino en el de las ideas.
 
Hoy el “Ezequiel Miranda Díaz”, cuenta con 50 camas, un servicio de morgue y una sala de UTC (Unidad de Tratamiento de Cólera), además de contar con un personal médico altamente calificado, que exhibe entre sus resultados más relevantes una mortalidad infantil de 2.3 por cada mil nacidos vivos, el cumplimiento mensual de las 110 donaciones de sangre planificadas y el aporte de 38 trabajadores internacionalistas.