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La significación y vigencia del espíritu de la Protesta de Baraguá

Fecha: 

15/03/2019

Fuente: 

Radio Rebelde

Autor: 

Declarado Monumento Nacional, Mangos de Baraguá es un sitio de gran significación histórica en Cuba, directamente asociado con la vida y labor del gran luchador independentista Antonio Maceo y Grajales.
 
Mangos de Baraguá se encuentra ubicado en el territorio de la actual provincia de Santiago de Cuba. Allí el 15 de marzo de 1878 Antonio Maceo, en unión de otros luchadores independentistas realizó lo que se ha conocido en la historia como la Protesta de Baraguá.
 
En una entrevista sostenida con el general español Arsenio Martínez Campos que pretendía hacer que se acatase la Paz del Zanjón, firmada algo más de un mes antes por un grupo de cubanos participantes en la guerra de los Diez Años, Maceo patentizó que no aceptaba dicha paz sin que ello significase la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud.
 
Tras haberse marchado el general español, los patriotas cubanos se reunieron y aprobaron lo que históricamente ha sido identificado como la Constitución de Baraguá que contenía seis artículos en los que se fijaron los objetivos independentistas y las normas organizativas. En el artículo primero se señaló que la Revolución se regiría por un Gobierno Provisional compuesto por cuatro integrantes.
 
Los 104 oficiales participantes en la reunión que tuvo lugar en la Sabana de San Juan de Coronel Abajo, eligieron como presidente del Gobierno provisional al mayor General Manuel Calvar. A Antonio Maceo lo nombraron jefe militar de Oriente.
 
Pese a la digna y combativa actitud de Maceo y sus seguidores, la lucha independentista no pudo mantenerse en esos momentos durante mucho tiempo por las difíciles condiciones en que se desenvolvería, atendiendo a la falta de recursos y apoyo y la tremenda superioridad que tenía el enemigo.
 
Atendiendo a ello, el Gobierno provisional decidió que Maceo saliera hacia el exterior para que pudiera seguir prestando en otro instante más propicio su valiosa contribución a la causa por la independencia de Cuba.
 
Varios lustros después, en 1895, tras reanudarse la guerra por la independencia, desde ese histórico sitio Antonio Maceo partió al frente de una columna invasora que recorrió en el transcurso de unos tres meses una gran parte del territorio cubano.
 


En la historia de Cuba ha quedado la trascendencia de la Protesta de Baraguá, como uno de los hechos más significativos de la guerra y como expresión genuina de la entereza de Antonio Maceo y del pueblo cubano.
 
José Martí sintió una gran admiración y respeto por figuras relevantes de nuestra historia que fueron participantes activos en la etapa inicial de la guerra por la independencia de Cuba, que comenzó el 10 de octubre de 1868. Y entre esas figuras sobre las que Martí hizo referencia y con quien después se hermanaría en el empeño de hacer renacer la lucha por la liberación de Cuba estuvo Antonio Maceo.
 
Martí incluso comentó el significado que le atribuyese a la Protesta de Baraguá en una carta que le escribió a Antonio Maceo el 25 de mayo de 1893, en la que le expresó: “Precisamente tengo ante los ojos “La Protesta de Baraguá” que es de lo más glorioso de nuestra historia.”
 


No sólo por el hecho anteriormente citado sino también por su actitud en sentido general en el desarrollo de la Guerra de los Diez Años y por la trascendencia de sus principios, Martí destacó el aporte de Antonio Maceo a la causa por la independencia de Cuba.
 
Igualmente, el máximo líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro también se refirió a la vida y obra de Antonio Maceo, y de manera muy específica a la Protesta de Baraguá realizada por el bravío luchador independentista.
 
En ocasión de celebrarse el acto por el centenario de la Protesta de Baraguá, el 15 de marzo de 1978, en el mismo sitio donde había ocurrido ese acontecimiento, Fidel destacó:
 
    “Lo que sí puede afirmarse es que con la Protesta de Baraguá llegó a su punto más alto, llegó a su clímax, llegó a su cumbre, el espíritu patriótico y revolucionario de nuestro pueblo; y que las banderas de la patria y de la revolución, de la verdadera revolución, con independencia y con justicia social, fueron colocadas en su sitial más alto.”
 
 
Y también Fidel expuso al recordar instantes particularmente difíciles durante la etapa de la lucha revolucionaria en la segunda mitad del siglo veinte y detallar cómo las nuevas generaciones de revolucionarios cubanos se sintieron inspirados en el espíritu de Baraguá.
 
Fidel dijo:
 
    “Nosotros tuvimos nuestros reveses, duros; los tuvimos en el Moncada. ¡Ah!, pero nunca nos dimos por vencidos. Los combatientes del Moncada nunca se dieron por vencidos, nunca aceptaron la derrota. Era el espíritu de la Protesta de Baraguá. En la cárcel jamás se humilló ningún combatiente, jamás aceptó la derrota. Era el espíritu de Baraguá. Después del desembarco del Granma los reveses fueron grandes, pero muy grandes, podrían parecer insuperables; pero nadie se dio por vencido. Los que sobrevivieron, decidieron continuar la lucha. ¡Era el espíritu de Baraguá!”.