Jubilosos estudiantes despidieron a Fidel
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El júbilo estudiantil se desbordó en la Universidad de Panamá para recibir al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Comandante en Jefe Fidel Castro, en la última actividad que el líder cubano realizó en suelo panameño en ocasión de celebrarse la X Cumbre Iberoamericana.
El paraninfo de la casa de altos estudios resultó pequeño para la multitud de estudiantes y profesores que lo acompañó con reiteradas expresiones de "Cuba sí, bloqueo no", "Se siente, se siente, Fidel está presente", "Un solo territorio, una sola bandera", "Fidel, amigo, Panamá está contigo" y "Pa' lo que sea, Fidel".
El acto tuvo lugar anoche, hasta muy tarde, y solo terminó cuando, después de expresar algunas ideas y reflexiones sobre diversos temas de actualidad, pidió permiso a los jóvenes para marchar hacia el aeropuerto capitalino de Tocumén y viajar de regreso a la Patria.
El Presidente cubano concluyó así una incansable jornada de labor de dos días en este país, durante la cual asistió a la X Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno que tuvo su colofón después del cierre oficial del evento, con una conferencia de prensa efectuada bien entrada la tarde del sábado. En el acto de solidaridad con Cuba, el rector Julio Vallarino Rangel, condecoró al Comandante en Jefe con la Medalla y Diploma de la Universidad de Panamá.
Vallarino Rangel le dio la bienvenida y dijo que ese mismo paraninfo donde se encontraban sirvió para formar la conciencia latinoamericanista e independentista de Panamá que llevó al rescate del canal interoceánico, suceso que el 31 de diciembre pasado devolvió la confianza a los panameños.
Fidel presentó al auditorio al presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de Cuba, Hassán Pérez, y sobre él dijo a los presentes que tuvo un papel importante en las últimas batallas libradas por el pueblo cubano.
Pérez explicó que los estudiantes cubanos siempre han estado latiendo con el corazón de América y su movimiento se incorporó plenamente a la lucha de liberación, a la defensa de la Revolución, a las misiones internacionalistas y a la colaboración internacional.
Al hablar con el estudiantado en un discurso frecuentemente aplaudido, Fidel comentó que no podía irse sin cumplimentar esa visita a la universidad.
El canal interoceánico es algo de gran riqueza nacional, desarrolla los servicios, es operado por los panameños con mayor eficiencia que la existente durante la ocupación norteamericana, y cuando concluya su ampliación generará muchos más empleos a este país, señaló.
Contó a los estudiantes panameños las iniciativas desplegadas en la última década para mantener la supervivencia del proyecto social cubano pese a la desaparición de los países socialistas, la globalización, las acciones de Estados Unidos para recrudecer el bloqueo y los planes terroristas contra la Revolución.
Se refirió a la entrega de una nota oficial del Gobierno cubano al panameño reclamando a los cuatro terroristas, encabezados por Luis Posada Carriles, detenidos el viernes por las autoridades locales y argumentó acerca de un tribunal internacional para que esos crímenes no queden impunes.
EL TEMA DEL TERRORISMO
En la sesión final del sábado, en la X Cumbre, Fidel pidió autorización para que Felipe Pérez Roque, ministro de Relaciones Exteriores, explicara la posición de Cuba respecto a la declaración sobre el terrorismo.
Felipe explicó que Cuba no apoyaba los actos terroristas vengan de donde vengan, pero que el documento propuesto era parcial e incompleto y por eso Cuba se veía en la necesidad de desasociarse de la declaración en este sentido. Inmediatamente después, el presidente Ernesto Zedillo, de México, apoyó la propuesta, pidió que se votara y manifestó incomprensión por la posición cubana.
Fidel amplió entonces las razones de la posición de Cuba, explicó que no ha habido una sola cumbre donde los terroristas financiados y organizados desde Miami no hayan planeado asesinarlo, como ahora en Panamá, aunque se ponga en peligro la vida de otros mandatarios y personas que pudieran estar cerca.
Relató a los presentes la historia de Posada Carriles y expresó extrañeza de que la proposición sobre la resolución contra el terrorismo viniera de El Salvador, donde reside el jefe principal de los terroristas anticubanos y contra quien no se había hecho nada.
En una intervención que rompió todas las normas, el presidente salvadoreño, Francisco Flores, quiso explicar su acción "en solidaridad con el pueblo español", aduciendo que su país ha sufrido muchos años de guerra y sabe qué es el terrorismo. Flores acusó a Rusia, Cuba y Nicaragua de involucrarse en la guerra de su país y culpó al dirigente cubano por las muertes allí habidas. Tratando de refutar la denuncia cubana de que Posada Carriles se ha paseado libremente por Centroamérica, especialmente por El Salvador, intentó rechazar que su gobierno se pusiera al lado del terrorismo y seguidamente declaró que "siempre hemos estado dispuestos a ayudar a Cuba para que terminen esos actos.".
Fidel respondió que en ningún momento había acusado a Flores de nada y recordó que en El Salvador existía un Partido Comunista antes de que existiera la Revolución Cubana y mencionó los hechos horripilantes de masacres que cometieron en el país centroamericano las fuerzas represivas, como el asesinato masivo de mujeres y niños en una aldea.
También evocó el momento en que los países latinoamericanos, con excepción de México, se unieron al bloqueo norteamericano y rompieron las relaciones diplomáticas con Cuba, algunos incluso prestándose a la agresión. Cuba vivía en una guerra y sigue en una guerra, dijo Fidel, para luego destacar la vocación integracionista con América Latina.
Asimismo, afirmó que "apoyamos al movimiento revolucionario y no nos arrepentimos", porque eso no es nada nuevo, todos los revolucionarios se ayudan. Añadió que Cuba había apoyado a los revolucionarios chilenos en la época de Pinochet, a los angolanos, mozambicanos, a Cabo Verde y Guinea Bissau, cuando luchaban por su independencia. También subrayó que cuando los sandinistas luchaban contra Somoza, Cuba los apoyó, pero no fue la única, "habría que acusar a varios honorables países más", y acotó seguidamente: "La historia tendrá que escribirse un día como ha sido". Fidel explicó que aún dentro de la tradición de apoyo a los movimientos revolucionarios, Cuba ha cumplido con sus compromisos y su palabra cuando después se creó un clima distinto en relación con ella en la región. Los latinoamericanos dejaron de ser cómplices del bloqueo y Cuba aplicó la política correspondiente a esos cambios.
Afirmó que no podría decir nadie que hemos incumplido esos compromisos, ni que nos hemos inmiscuido en asuntos internos de otras naciones y recordó el apoyo de Cuba a la paz en Guatemala y El Salvador, como consta el apoyo al proceso de paz en Colombia y aún en España hemos estado dispuestos a aportar al menos un grano de arena a favor de la paz. "Acepto -expresó- que entrenamos a muchos guerrilleros, mas no debe olvidarse a quienes llevaron miles de millones en armas allí, a El Salvador. No se ha mencionado quiénes son los responsables".
Después de clausurada la Cumbre, se ofreció la tradicional conferencia de prensa de tres delegaciones -Cuba (sede de la Cumbre anterior), Panamá (sede última) y Perú (próxima)-, en la cual estuvieron Fidel y los cancilleres de Panamá (José Miguel Alemán) y Perú (Fernando de Trazegnies). Fidel calificó de excelente a la X Cumbre, la cual adoptó numerosos compromisos para mejorar la situación de la niñez en la comunidad iberoamericana.
A las 4:30 de la madrugada de este domingo, Fidel regresó a la Patria junto con la delegación que lo acompañó a la cita iberoamericana.
Lo recibieron en el aeropuerto internacional José Martí el Segundo Secretario del Comité Central del Partido, General de Ejército Raúl Castro, y los miembros del Buró Político Juan Almeida, José Ramón Machado Ventura, Carlos Lage, Abelardo Colomé y Esteban Lazo.