Fidel Castro y la intelectualidad revolucionaria
Fecha:
21/02/2011
Fuente:
Kaos en la red
Urge denunciar las desgracias causadas por el Capitalismo, amplificar las luchas de los pueblos y develar las ignominias contra Cuba y allende sus mares. “La Humanidad hay que empezar a salvarla ya”.
El Máximo Líder de la construcción del Socialismo en la Mayor de las Antillas, sostuvo un intercambio con invitados (as) internacionales a la XX Feria del Libro de La Habana, acompañado por personalidades del patio, hace unos días. Pascual Serrano, hizo una versión de lo ocurrido en esa oportunidad, incluidas revelaciones acerca de múltiples acontecimientos de última hora.
Un escritor asistente al ya histórico encuentro con el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, nombrado Santiago Alba —prácticamente viajó de modo directo desde Túnez, donde vive hace una docena de años, a Cuba—, compartió un interesante testimonio: “En las manifestaciones populares que han llenado las calles, solo había dos banderas: la de Túnez y las del Che Guevara; y si les preguntaba a los manifestantes su opinión sobre dos líderes mundiales a los que admiran, respondían que Hugo Chávez y Fidel Castro”.
Sin lugar a dudas, cada vez más la opinión pública internacional es informada a través de medios alternativos de comunicación sobre qué está sucediendo en Medio Oriente y otros confines por obra y gracia a la presencia del Capitalismo de signo Neoliberal (culto desmedido a la propiedad privada, no intervención del Estado en el desenvolvimiento de la sociedad —excepto si se trata de reprimir al pueblo— y supresión de preferencias para los pobres —sean personas o naciones— a partir de una supuesta libertad e igualdad competitivas).
Tal realidad, sin embargo, per se no puede evitar que la Derecha a escala universal, apoyada en la gran prensa de Occidente y el complemento de la “Izquierda” infiltrada en los mencionados medios de comunicación, puje por confundir a las mayorías de personas en todas las latitudes del planeta Tierra. Si no, cómo explicar el casi absoluto silencio acerca de las causas fundamentales —adrede, obvio la alusión a los efectos— de la tragedia humana que vive el mundo de hoy día y, en cambio, la divulgación de una “similitud” entre las convulsiones medio-orientales y lo que “atravesará” la Revolución Cubana. Por el mismo estilo tienen lugar engendros respecto al pulso de la Revolución Bolivariana y el empuje del estudiantado universitario en Puerto Rico —por solo mencionar estos dos ejemplos.
Entonces, es atinado concluir significando: de cara al quehacer de la intelectualidad revolucionaria, urge denunciar las desgracias causadas por el Capitalismo, amplificar las luchas de los pueblos y develar las ignominias contra la Revolución Cubana y allende sus mares —ello y más, simultáneamente. Escapó a la casualidad que el compañero Fidel, en el referido intercambio con invitados (as) internacionales y personalidades del patio, precisara: “La Humanidad hay que empezar a salvarla ya”
El Máximo Líder de la construcción del Socialismo en la Mayor de las Antillas, sostuvo un intercambio con invitados (as) internacionales a la XX Feria del Libro de La Habana, acompañado por personalidades del patio, hace unos días. Pascual Serrano, hizo una versión de lo ocurrido en esa oportunidad, incluidas revelaciones acerca de múltiples acontecimientos de última hora.
Un escritor asistente al ya histórico encuentro con el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, nombrado Santiago Alba —prácticamente viajó de modo directo desde Túnez, donde vive hace una docena de años, a Cuba—, compartió un interesante testimonio: “En las manifestaciones populares que han llenado las calles, solo había dos banderas: la de Túnez y las del Che Guevara; y si les preguntaba a los manifestantes su opinión sobre dos líderes mundiales a los que admiran, respondían que Hugo Chávez y Fidel Castro”.
Sin lugar a dudas, cada vez más la opinión pública internacional es informada a través de medios alternativos de comunicación sobre qué está sucediendo en Medio Oriente y otros confines por obra y gracia a la presencia del Capitalismo de signo Neoliberal (culto desmedido a la propiedad privada, no intervención del Estado en el desenvolvimiento de la sociedad —excepto si se trata de reprimir al pueblo— y supresión de preferencias para los pobres —sean personas o naciones— a partir de una supuesta libertad e igualdad competitivas).
Tal realidad, sin embargo, per se no puede evitar que la Derecha a escala universal, apoyada en la gran prensa de Occidente y el complemento de la “Izquierda” infiltrada en los mencionados medios de comunicación, puje por confundir a las mayorías de personas en todas las latitudes del planeta Tierra. Si no, cómo explicar el casi absoluto silencio acerca de las causas fundamentales —adrede, obvio la alusión a los efectos— de la tragedia humana que vive el mundo de hoy día y, en cambio, la divulgación de una “similitud” entre las convulsiones medio-orientales y lo que “atravesará” la Revolución Cubana. Por el mismo estilo tienen lugar engendros respecto al pulso de la Revolución Bolivariana y el empuje del estudiantado universitario en Puerto Rico —por solo mencionar estos dos ejemplos.
Entonces, es atinado concluir significando: de cara al quehacer de la intelectualidad revolucionaria, urge denunciar las desgracias causadas por el Capitalismo, amplificar las luchas de los pueblos y develar las ignominias contra la Revolución Cubana y allende sus mares —ello y más, simultáneamente. Escapó a la casualidad que el compañero Fidel, en el referido intercambio con invitados (as) internacionales y personalidades del patio, precisara: “La Humanidad hay que empezar a salvarla ya”