En horas de la mañana del lunes 19 de octubre, en el teatro Blanquita, comienza la 29 Convención de la American Society of Travel Agents (ASTA). Al hacer uso de la palabra, Fidel aclara que decidió pronunciar su intervención en inglés, porque desea que los participantes entiendan bien, porque además él no tiene muchas cosas que decir, pues realmente no es el Gobierno en estos casos el que tiene que hablar, sino lo que los delegados puedan ver y lo que el pueblo pueda decir, y ellos puedan ver a través del pueblo. Además, les aclara que nuestra ambición es la de convertir a nuestra Isla en el mejor lugar para vacaciones, y en el mejor y más importante centro turístico del mundo.
 
Cerca de las cuatro de la tarde, los Malagones llegan al edificio de la revista Bohemia. Les acompañaban los comandantes Raúl Castro, Camilo Cienfuegos, Augusto Martínez Sánchez y otros oficiales de las far. Poco después llegó el compañero Fidel y lo primero que hizo fue saludar a los milicianos, por lo bien que lo habían hecho quedar, y les dijo que ahora tenían que volver al trabajo de la cooperativa, pero con el fusil listo, pues se habían ganado el derecho de conservar el uniforme y el arma y las podrían guardar en sus casas para defender a Cuba tan bien como lo han hecho ahora.
 
Horas más tarde, en Ciudad Libertad, tiene  lugar el acto de asunción del comandante Raúl Castro Ruz como ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, quien pronuncia un discurso muy emotivo.
 
También ese 19 de octubre, en horas de la noche, en el acto conmemorativo del Día del Bancario, Fidel pronunció un discurso en el Palacio de los Trabajadores. Su presencia en este acto es relativamente breve, pues debe asistir esa misma noche a la conferencia de prensa con los corresponsales extranjeros asistentes a la convención del ASTA.
 
Las primeras palabras del Primer Ministro estuvieron consagradas al turismo, que calificó como una importante fuente de riquezas y gran fuente de empleo natural, gracias a nuestro privilegiado clima y a las bellezas de nuestro país.
 
Puso el ejemplo de los trabajadores que en menos de 45 días restauraron el aeropuerto de Rancho Boyeros, trabajando nueve horas y cobrando ocho, con lo cual esa cuadrilla de obreros se había ganado el honor de ser la pionera en el trabajo revolucionario, podríamos decir hoy trabajo voluntario.
 
También esclareció que era necesario que creciera cada día más la conciencia revolucionaria, para que nunca vaciláramos para defender la Revolución de la manera en que nosotros entendemos la Revolución: luchando «con las armas cuando llegue el momento de combatir con las armas; con la verdad cuando es cuestión de combatir con la verdad en la mano, sin acudir a los métodos a que quieren nuestros enemigos llevarnos (...),  a arrastrar a la Revolución a métodos de la violencia.  Y nosotros decimos que la violencia la empleamos cuando venga la violencia».
 
Alrededor de la una de la madrugada del 20 de octubre, después de sus palabras a los banqueros, llega al parque-exposición recién inaugurado en la esquina de L y 23, en el Vedado, donde se celebra la conferencia del asta. Se excusa por su retraso y comienza la conferencia de prensa. En sus respuestas esclarece la real situación cubana y la falsa campaña que se viene haciendo por parte de la prensa estadounidense contra la Revolución.