El compañero que más escribió para Radio Rebelde
Fecha:
Fuente:
Revista Cuba Socialista
En Radio Rebelde, Jorge Enrique Mendoza es testigo de momentos inolvidables relacionados con Fidel y la emisora. Uno de ellos ocurre el 9 de octubre de 1958, cuando llega a la Sierra Maestra el informe de Camilo Cienfuegos sobre la invasión y su arribo a Las Villas.
Ese día Fidel me había criticado con dureza porque la emisora se había quedado sin gasolina; lo cual no era culpa mía. Creo que era culpa de Eduardo. Solo sabía que yo no tenía nada que ver con la gasolina. Entonces parece que me vio muy apenado y de momento hizo así y, en medio de severa crítica, sacó un tabaco del bolsillo y me dijo:
–Bueno, fúmate este tabaco.
Y ahí se acabó la crítica. Entonces por la noche me llamó y me dio a leer, allí en la casita de la Comandancia, el informe de Camilo, el mismo día que había llegado. Cosa inolvidable.
Mendoza le sugiere al Comandante en Jefe que no lea por Radio Rebelde algunas partes de un documento, pues pueden lastimar a los camagüeyanos.
Recuerda Mendoza que Fidel, además de darle la orden de que sí, que debía leerse, le dijo que no se preocupara, que sus comprovincianos iban a responder a esas críticas con una mayor incorporación a la lucha y con la realización de más acciones revolucionarias. Y efectivamente, expresó Mendoza, apenas dos semanas después de haberse leído aquel histórico documento, la provincia de Camagüey era ya “un polvorín revolucionario” y se apreciaba un incremento de las acciones revolucionarias y una masiva incorporación de los camagüeyanos a la lucha.
Mendoza expuso que en rigor fue Fidel el verdadero director de Radio Rebelde, pero que, además, fue el Comandante en Jefe el compañero que más escribió para Radio Rebelde, pese a la extraordinaria carga de responsabilidades que tenía en la conducción de la guerra de liberación. Fidel insistió siempre, subrayó Mendoza, que la radioemisora rebelde no solo debía dar a conocer los éxitos, sino también los reveses.
Ese día Fidel me había criticado con dureza porque la emisora se había quedado sin gasolina; lo cual no era culpa mía. Creo que era culpa de Eduardo. Solo sabía que yo no tenía nada que ver con la gasolina. Entonces parece que me vio muy apenado y de momento hizo así y, en medio de severa crítica, sacó un tabaco del bolsillo y me dijo:
–Bueno, fúmate este tabaco.
Y ahí se acabó la crítica. Entonces por la noche me llamó y me dio a leer, allí en la casita de la Comandancia, el informe de Camilo, el mismo día que había llegado. Cosa inolvidable.
Mendoza le sugiere al Comandante en Jefe que no lea por Radio Rebelde algunas partes de un documento, pues pueden lastimar a los camagüeyanos.
Recuerda Mendoza que Fidel, además de darle la orden de que sí, que debía leerse, le dijo que no se preocupara, que sus comprovincianos iban a responder a esas críticas con una mayor incorporación a la lucha y con la realización de más acciones revolucionarias. Y efectivamente, expresó Mendoza, apenas dos semanas después de haberse leído aquel histórico documento, la provincia de Camagüey era ya “un polvorín revolucionario” y se apreciaba un incremento de las acciones revolucionarias y una masiva incorporación de los camagüeyanos a la lucha.
Mendoza expuso que en rigor fue Fidel el verdadero director de Radio Rebelde, pero que, además, fue el Comandante en Jefe el compañero que más escribió para Radio Rebelde, pese a la extraordinaria carga de responsabilidades que tenía en la conducción de la guerra de liberación. Fidel insistió siempre, subrayó Mendoza, que la radioemisora rebelde no solo debía dar a conocer los éxitos, sino también los reveses.