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Diálogos con la historia (XXXI parte)

Fecha: 

06/04/2011

Fuente: 

Periódico El Sol de México
Fidel Castro responde a las aclamaciones de los trabajadores de la Uralmash.NUESTROS PUEBLOS SE PARECEN EN MUCHAS COSAS: FIDEL

Los visitantes salen a la espaciosa plaza de la fábrica, enmarcada de verde claro por los álamos que empiezan a echar hojas. Llama su atención un cañón sobre orugas colocado encima de una roca. Es un monumento a las proezas de trabajo de los obreros de los Urales durante los años de la Gran Guerra Patria.

Los héroes de Playa Girón permanecen unos momentos en silencioso recogimiento junto al sencillo pero majestuoso monumento.

La anchurosa plaza del Primer Quinquenio, que se extiende delante de la Uralmashzavod, no puede dar cabida a todos los trabajadores de Sverdlovsk que han acudido al mitin. Agitan el mar humano millares de manos que saludan, ondean las rojas banderas soviéticas y cubanas, de color rojo, blanco y azul; atruenan los aplausos.

Abre el mitin Y. Riábov, Primer Secretario del Comité de la ciudad de Sverdlovsk del PCUS. Hace uso de la palabra K. Nikoláev, Primer Secretario del Comité Regional de Sverdlovsk del PCUS para la industria, quien dirige unas calurosas frases de saludo al héroe nacional y líder de la revolución cubana. En nombre de los miles de constructores de maquinaria saluda afectuosamente a los huéspedes I. Aléinikov, soldador eléctrico del taller mecánico y una komsomola, la diseñadora Liudmila Samóilova.

Habló en el mitin Fidel Castro, Primer Ministro de la República de Cuba, acogido por una clamorosa ovación.

¡Trabajadores de Sverdlovsk!

Para nosotros ha sido altamente emocionante la visita a esta ciudad. No tenemos palabras para agradecer el calor con que nos han recibido, la simpatía y solidaridad hacia nuestro pueblo que nos han demostrado. Para nosotros, fueron minutos de inolvidable emoción cuando ayer todo el pueblo de Sverdlovsk, a través de nosotros, saludaba al pueblo cubano.

La visita a vuestra fábrica de maquinarias ha sido para nosotros de un interés extraordinario. Hemos tenido la oportunidad de ver los adelantos de los procesos de producción establecidos en esta fábrica, el entusiasmo de los obreros, el espíritu del trabajo y el avance visible del progreso de esta región.

En la fábrica de maquinarias hemos tenido la oportunidad de conocer a los obreros que han trabajado en la fabricación de maquinarias para vuestro país, hemos tenido la oportunidad de ver algunas máquinas destinadas a Cuba. Hemos tenido la oportunidad de conocer cómo los obreros de la fábrica de maquinarias de Sverdlovsk adelantaron los plazos de la construcción de esa maquinaria.

¿Por qué? ¿Por interés? No. Por solidaridad. Solamente los comunistas pueden hacer eso. Solamente los trabajadores de una sociedad comunista son capaces de adelantar los plazos de entrega de la maquinaria en interés de un país pequeño y lejano. Los capitalistas nunca trabajan para los pueblos, trabajan únicamente para sus propios intereses.

Por eso, para nosotros ha sido una extraordinaria emoción conocer la actitud que ustedes han tenido hacia nuestro país. Y de eso, verdaderamente, Lenin se habría sentido orgulloso de ustedes, de la alta conciencia revolucionaria de todos ustedes, de la conciencia internacionalista de todos ustedes. Mas no sólo nos han ayudado desinteresadamente, no sólo han hecho grandes esfuerzos en favor del desarrollo de nuestro país, sino que nos han recibido aquí como representantes del pueblo cubano con infinito cariño, con extraordinaria generosidad. En realidad, podemos decir que los trabajadores soviéticos son hermanos de los trabajadores cubanos en el sentido cabal de la palabra. En realidad, nosotros nos sentimos como hermanos de ustedes porque así nos han tratado, porque esas son las pruebas que nos han dado.

Y nosotros transmitiremos a nuestro pueblo las expresiones de infinito cariño y de simpatía demostradas por los trabajadores soviéticos, demostradas por los cuadros del Partido Comunista de la URSS, por el Comité Central y por su Secretario General.

Trabajadores de Sverdlovsk: visitando esta ciudad, entrando en contacto con el pueblo, como hemos hecho en otras ciudades de la URSS, confirmamos, una vez más, nuestra seguridad en el triunfo del comunismo en la URSS y en el triunfo de la humanidad progresista frente a los reaccionarios, frente a los partidarios de la guerra, frente a las fuerzas agresivas.

Trabajadores de Sverdlovsk: en nombre de nuestro pueblo y de todo corazón les damos las gracias.

¡Spasibo! (gracias).

¡Vivan los trabajadores soviéticos edificadores del comunismo!

¡Viva la amistad eterna entre los pueblos de la Unión Soviética y Cuba!

Estas palabras del discurso del héroe de la revolución cubana se pierden en una clamorosa ovación. Los insignes visitantes abandonan la tribuna bajo los solemnes compases de la marcha "26 de Julio".

SVERDLOVSK, 14 de mayo. (Enviados especiales de TASS). Hoy se ha celebrado una amistosa entrevista de Fidel Castro y demás compañeros cubanos con los dirigentes de las organizaciones del Partido, de los Soviets y de las instituciones económicas de la región de Sverdlovsk.

En la entrevista participaron A. Rudakov, Secretario del CC del PCUS; V. Kuznetsov, Primer Viceministro de Negocios Extranjeros de la URSS, y A. Alexéiev, Embajador de la Unión Soviética en la República de Cuba.

Nuestros pueblos se parecen en muchas cosas, observó Fidel Castro, por lo visto son rasgos internos de su carácter. Una cosa común para nuestros pueblos es que somos muy humanos y debo decir que nosotros, probablemente igual que ustedes, somos extraordinariamente sensibles al afecto humano, a los sentimientos amistosos y la atención. Sin embargo, no es esto sólo lo que deja una impresión imborrable. Estamos asombrados por todo lo que ha hecho el pueblo soviético, con la particularidad de que siempre recordamos las miles de dificultades por las que han pasado los soviéticos.

Fidel Castro dijo que el estudio detallado de la vida del pueblo soviético y de sus realizaciones es una gran lección para Cuba. Subrayó de nuevo la experiencia, la buena preparación, la capacidad de los cuadros soviéticos de dirección y señaló la necesidad de educar cuadros semejantes en Cuba.

Siempre digo, observó Fidel Castro, que debemos obligatoriamente utilizar en gran escala en Cuba la experiencia marxista-leninista de la Unión Soviética y tenerla en gran estimación. Porque aquí se hallan como acumuladas todas las realizaciones de la revolución socialista, que tienen para nosotros un enorme valor.

El Primer Ministro de Cuba declaró que en la Unión Soviética ha encontrado en todas partes al pueblo agrupado en torno al Partido Comunista, con una fe enorme en su Comité Central y una confianza ilimitada en Nikita Jruschov. Esto -dijo- lo hemos visto a cada paso y esto tiene para nosotros un enorme valor.

Los dirigentes de la región de Sverdlovsk hicieron entrega a Fidel Castro y sus compañeros de algunos regalos como recuerdo.

La entrevista transcurrió en un ambiente de sincera cordialidad, franqueza y camaradería.

SVERDLOVSK, 15 de mayo. (De los corresponsales especiales de "Pravda"). Esta mañana, los trabajadores de la ciudad se han congregado en el aeródromo de Sverdlovsk para despedir a su querido huésped Fidel Castro, Primer Ministro de la República de Cuba.

Aparece el cortejo. Cuando Fidel Castro se apea del coche, estalla una salva de aplausos. Los reunidos gritan: "¡Viva Fidel! ¡Viva Cuba!".

Acompañan a los amigos cubanos al aeródromo A. Rudakov, Secretario del CC del PCUS; K. Nikoláev, Primer Secretario del Comité Industrial del PCUS de la región de Sverdlovsk; A. Borisov, Primer Secretario del Comité Agrícola del PCUS de la región de Sverdlovsk, y otras personalidades.

En nombre de los trabajadores de los Urales, I. Muraviov, Presidente del Comité Ejecutivo del Soviet de la ciudad, desea éxitos a Fidel Castro y al pueblo cubano. En su respuesta, el Primer Ministro de Cuba da las gracias por la cordial acogida que han dispensado a él y a todos los camaradas cubanos los habitantes de Sverdlovsk.

Despega el avión, bella nave argentada y tomando altura, pone rumbo a Leningrado.