Cuba y la Casa de los Tres Kilos
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Pasadas las tres de la tarde del miércoles 13 de marzo de 1957 el dictador cubano Fulgencio Batista tomaba café en su despacho cuando varios gritos y disparos sacudieron al entonces Palacio Presidencial.
En dos autos y un camión de la empresa Fast Delivery, 50 jóvenes bajo el mando de Carlos Gutiérrez Menoyo entraron a tiros a la sede del gobierno para dar muerte a quien desde el golpe de Estado de 1952 manejaba el país de forma corrupta y represiva.
Así lo confirman investigaciones históricas y el recuento de los sobrevivientes de aquella acción armada que sus autores denominaron en clave Casa de los Tres Kilos.
- ¡Batista!, ¿dónde estás? ¡Batista! - Gritaron los jóvenes que derribaron por la calle Colón las primeras postas de guardia y subieron en distintos grupos hasta el segundo piso del Palacio (hoy Museo de la Revolución).
El desconocimiento sobre el interior del edificio provocó desorientación y aunque al principio lograron replegar la guarnición de la sede gubernamental, esta se parapetó en el tercer piso para balear con ametralladora a los atacantes.
No obstante, los jóvenes llegaron hasta el despacho donde aún estaba el café de Batista, pero en medio de la adrenalina, el tiroteo y el nerviosismo, no notaron la puerta secreta tapada con una cortina de terciopelo rojo por donde hacía segundos el dictador había escapado al tercer nivel.
El objetivo no estaba, los comandos de apoyo que debían tomar los edificios aledaños no se habían presentado, las municiones escaseaban, por tanto, emprendieron la retirada antes de que llegaran los refuerzos del Campamento Militar Columbia.
Una ametralladora desangró a Menoyo frente a sus compañeros; Juan Pedro Carbó Serviá perdió los espejuelos y permaneció inmóvil, y José Machado (Machadito) destruyó la calibre 30 ubicada en la cuarta planta y ambos escaparon junto a otros pocos.
Cosme Varas, jefe de la guarnición de Palacio, logra proteger a Batista, mientras, a unos kilómetros de ahí, en la barriada del Vedado, otra acción paralela a este ataque se desarrollaba.
Un grupo bajo la orden del estudiante de 24 años José Antonio Echeverría, líder del Directorio Revolucionario, tomó la emisora Radio Reloj para dar a conocer lo que ocurría en Palacio e incitar a una concentración en la Universidad de La Habana.
'¡Pueblo de Cuba! En estos momentos acaba de ser ajusticiado revolucionariamente el dictador Fulgencio Batista. En su propia madriguera del Palacio Presidencial, el pueblo de Cuba ha ido a ajustarle cuentas', dijo el joven antes de ser interrumpida su transmisión.
El ataque al edificio gubernamental y la toma de Radio Reloj conformaron una misma acción diseñada por el Directorio Revolucionario como parte de la lucha armada que ellos proponían desarrollar en la ciudad.
Meses antes, en 1956, Echeverría y el líder del Movimiento 26 de Julio, Fidel Castro, firmaron la Carta de México para trabajar juntos en el derrocamiento de la tiranía.
Al momento de los sucesos del 13 de marzo de 1957, ya el líder histórico de la Revolución cubana se encontraba al frente de la guerra de guerrillas en la Sierra Maestra.
Echeverría logró salir de la emisora, pero lo ultimaron a balazos minutos después durante un enfrentamiento con una patrulla muy cerca de la entrada de la Universidad.
Batista desató una cacería de los sobrevivientes y un mes después de estos hechos, la policía localizó, rodeó y asesinó a cuatro participantes (entre ellos Machadito y Carbó Serviá) en el edificio de Humboldt 7, también en el Vedado.
Sobrevivientes como Faure Chomón, Otto Hernández y Luis Goicoechea narraron para las generaciones futuras estos acontecimientos que forman parte de la historia por la emancipación y ejemplifican la tradición de lucha de los estudiantes universitarios de la isla.