A 65 años del primer documento programático de Fidel en la Sierra
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Desde la Sierra Maestra, recién concluida la entrevista de tres horas que concedió el 17 de febrero de 1957 al editorialista del periódico The New York Times, Herbert Matthews, el Comandante Fidel Castro Ruz y la dirección del Movimiento 26 de Julio comenzaron a redactar su primer documento programático.
El Manifiesto del M-26-7 al pueblo de Cuba, redactado por Fidel, fue dado a conocer el 20 de febrero de 1957, hace 65 años, y su repercusión nacional e internacional se multiplicó por la entrevista de Matthews que echaba por tierra la campaña de la dictadura sobre la eliminación de la guerrilla en Cuba.
Aunque el grupo guerrillero encabezado por Fidel había logrado sortear el acoso de las tropas enemigas después de sus victorias en el cuartel de La Plata, y en la emboscada de los Llanos del Infierno, se desconocía el paradero de los combatientes, y su líder.
El artículo de The New York Times «Fidel Castro, el líder rebelde de la juventud cubana, está vivo y peleando con éxito en la intrincada Sierra Maestra, en el extremo sur de la Isla» tuvo enorme repercusión internacional en algunos medios nacionales y en la amplia red clandestina en Cuba.
Faltaba aún explicarle a la población cubana los objetivos de la lucha y los principios que la motivaban, y eso fue el contenido del Manifiesto de Fidel al Pueblo de Cuba. Era la primera vez desde su salida de México, que Fidel Castro, en su condición de jefe nacional del Movimiento 26 de Julio, se dirigía directamente al pueblo de Cuba, confirmaba que estaba vivo y peleando, y que dirigía una organización dispuesta a combatir a la tiranía batistiana.
«Desde la Sierra Maestra, a los 80 días de campaña, escribo este manifiesto. La tiranía, incapaz de vencer a la Revolución por las armas, acudió a las mentiras más cobardes, anunciando el exterminio del destacamento expedicionario y de mi propia persona. Y hoy, después de casi tres meses de inenarrables sacrificios y esfuerzos, podemos anunciar al país que el destacamento “exterminado” rompió el cerco de más de mil soldados entre Niquero y Pilón; que el destacamento “exterminado” atacó el baluarte de la Plata, obligándolo a rendirse después de 45 minutos de combate, que el destacamento “exterminado”, nutridas sus filas, con campesinos de la Sierra Maestra, ha resistido valerosamente los reiterados ataques de la aviación y la artillería de montaña y se bate exitosamente, casi a diario, contra más de tres mil hombres. Pero lo cierto es que el destacamento “exterminado” sigue en pie, y que ya no es un destacamento sino varios, los que están operando en la Sierra Maestra. Más de la mitad de las armas y el noventa por ciento de las balas con que combatimos, se las hemos arrebatado al adversario en lucha abierta», iniciaba así Fidel el Manifiesto que pasaría a la historia.
De igual forma, afirmaba que la tiranía de Batista estaba herida de muerte y lo que había tratado de ocultar con feroz censura lo sabría muy pronto todo el mundo. «Pero, ¿podrá Batista seguir ocultando al país y al mundo lo que está ocurriendo en la Sierra Maestra? De un instante a otro será publicada con fotografías la entrevista que nos hizo en pleno corazón de la Sierra el editorialista del New York Times. La Dictadura quedará en ridículo«, enfatizaba.
En el Manifiesto denunciaba Fidel la quema de casas y el bombardeo indiscriminado a las montañas de la región oriental del país por la dictadura, además de las masacres, asesinatos y expulsión de los campesinos residentes en la zona. También afirmaba que la Revolución no se detendría, pues ni el temor, ni el crimen, podrían destruir la voluntad de lucha de los cubanos.
El Manifiesto al Pueblo de Cuba concluía lanzando las consignas inmediatas de guerra a todo el Movimiento, resumidas en “la intensificación de la quema de caña en toda la zona azucarera para privar a la tiranía de los ingresos con que paga a los soldados que envía a la muerte y compra los aviones y las bombas con que está asesinando a decenas de familias en la Sierra Maestra” incluido el sabotaje general de todos los servicios públicos y las vías de comunicación.
También informaba al pueblo la ejecución sumaria de los esbirros que torturaban y asesinaban a los revolucionarios, la organización de la resistencia cívica, la intensificación de la campaña económica para los gastos del Movimiento, y anunciaba La Huelga General Revolucionaria, como punto culminante y final de la lucha.
Fidel destacó que “La campaña de la Sierra Maestra ha servido para demostrar que la Dictadura, después de enviar a la zona de lucha sus mejores tropas y sus más modernas armas, es incapaz de aplastar a la revolución”. Y señalaba que “La Revolución no se detendrá y nada puede detener lo que está en el corazón y la conciencia de todos los cubanos”.
Cuando se redactó este importante documento, la naciente guerrilla ya había sido protagonista de acontecimientos trascendentales tras la llegada del yate Granma a las costas cubanas, el 2 de diciembre de 1956, entre ellos la dispersión de los expedicionarios en los cañaverales de Alegría de Pío; el posterior reencuentro en Cinco Palmas y el combate de La Plata, el 17 de enero de 1957, que constituyó la primera victoria para la guerrilla.
La estrategia de lucha estaba planteada, las fuerzas de la clandestinidad en todo el país incrementaban su apoyo en hombres y armas al naciente Ejército Rebelde, el principio de jamás rendirse gritado en Alegría de Pío estaba reiterado para siempre, pero aún faltarían 22 meses de dura guerra para llegar al triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959.