Fidel, el que le regaló dignidad a un archipiélago bañado por el mar Caribe, inició el 25 de noviembre de 2016 su camino más largo, la epopeya más gloriosa rumbo a la eternidad.
Artículos Sobre Fidel
Una suerte de hora del recuento y de la marcha unida es también para los cubanos el 25 de noviembre, fecha en que se conmemoran el octavo aniversario del fallecimiento del Comandante en Jefe Fidel Castro, líder de la Revolución, y el comienzo de la travesía, 68 años, atrás de la expedición libertaria del Granma por él encabezada.
Hace 19 años el Aula Magna de la Universidad de La Habana se llenó de jóvenes para celebrar su día, el aniversario 60 del ingreso de Fidel a esa institución y conversar sobre presente y el futuro. Recuerdo que salí corriendo del ICRT para llegar a la UH, pero por más que traté de avanzar, llegó un momento, cerquita casi de Fidel, en que no pude avanzar más. No pude entrar.
En el Ejército Rebelde peleó un guatemalteco, un guerrillero de origen humildísimo que quiso echar su suerte con los cubanos y que desde entonces tiene dos patrias. La historia tiene hilos invisibles que conectan pueblos, y así van Cuba y la tierra de quetzal.
Renato Guitart Rosell, uno de los más valerosos héroes que dió el proceso revolucionario cubano, nació en Santiago de Cuba el 2 de noviembre de 1930. Fue el único Santiaguero en participar en el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes bajo la dirección de Fidel Castro.
En el libro Fidel Castro Ruz. Guerrillero del tiempo, el líder de la Revolución cubana reflexionó:
Hace ya unos cuantos años que mi vida se conectó al pensamiento de un hombre que parecía un anciano venerable cuando lo conocí; y lo era, de eso me percaté un tiempo después; uno de esos sabios de cabellera blanca y manos arrugadas pero firmes; un abuelo por su edad pero siempre un padre que toma de la mano al hijo y cabalga junto a él. Ese es Armando Hart Dávalos, y lo menciono en presente porque un hombre como Hart no queda en el pasado. Su...
Hora es ya que los ojos de Fidel
sean tus ojos, mis ojos, los de este y los de aquel.
Hora es ya que el oído de Fidel
sea tu oído, mi oído, el de este y el de aquel.
Hora es ya que la palabra de Fidel
sea tu palabra, mi palabra, la de este y la de aquel.
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