Gobierno de Panamá trasmite condolencias por deceso de Eusebio Leal
El ministro de Cultura de Panamá, Carlos Aguilar, envió al pueblo y al gobierno de Cuba condolencias por el deceso del Historiador de la Ciudad de la Habana, Eusebio Leal, se conoció hoy aquí.
En su carta de pésame, el titular calificó de 'maestro de maestros' al desaparecido intelectual, cuya 'vitalicia lucha por poner a las personas en el centro del patrimonio en esta época, donde prima la deshumanización y la mercantilización, fue un ejemplo para toda nuestra región y el mundo'.
En el texto de la misiva dirigida a Lydia Margarita González, embajadora cubana en el Istmo, Aguilar escribió que 'Panamá siempre estará agradecida porque siempre contó con la generosa y fraternal capacidad del Maestro Leal para compartir saberes y prácticas que se han convertido en un norte para todos los gestores del patrimonio histórico'.
El ministro, quien se graduó en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba, se refirió a la figura de Leal, como guía de innovación y sostenibilidad, quien supo crear una ruta a seguir de cómo la restauración de una ciudad debe ser un camino para la cohesión, la identidad, la paz y la construcción de la memoria.
Por último, el titular dijo extender 'nuestro abrazo en este triste momento', y valoró de afortunada a la isla caribeña, por 'haber podido contar con Eusebio, un prístino, destacado, comprometido, incansable, brillante y eternamente dedicado gestor de la cultura dentro y fuera de su amado país'.
Otras muestras de condolencias se produjeron en la comunidad de residentes cubanos en esta capital, cuya Asociación Martiana, en la que están organizados, emitió un mensaje donde señalaron que Cuba y la cultura cubana se visten de luto para decir 'hasta siempre amigo' a Eusebio Leal.
Los compatriotas aseguraron estar unidos al 'sentir de nuestro pueblo' que demuestra fuerza y grandeza cuando afloran los mejores sentimientos humanos, que son el amor, respeto y reconocimiento por los grandes hombres de la historia patria.
'Unimos nuestro verbo y sentimiento al pueblo que lo eligió, al margen de cualquier cargo, responsabilidad o nombramiento, como El Historiador de La Habana, quien, con su andar por ella, nos formó y educó en el amor a nuestra capital, como el gran maestro que fue de generaciones'.