La inmensa obra del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, centró hoy una conferencia organizada por la Embajada de Cuba en Brasil para evocar su legado en 60 años de diplomacia revolucionaria.
 
A raíz del tercer aniversario del deceso de Fidel Castro el 25 de noviembre, diplomáticos, políticos brasileños, organizaciones solidarias y cubanos residentes se reunieron en el teatro de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Distrital para rendir homenaje al Comandante en Jefe.
 
'Pese a la lamentable pérdida física del invicto Fidel, sus ideas y ejemplo inspiran y multiplican los esfuerzos y sueños de los cubanos por construir una sociedad más justa', afirmó Alejandro Malmierca, primer secretario de la misión diplomática cubana, luego de la emisión de un audiovisual sobre momentos históricos de la vida del líder revolucionario.
 
Malmierca disertó sobre la relación de Fidel Castro con América Latina, su eterna lucha por la unidad latinoamericana, y 'cómo su pensamiento y práctica política frente al imperialismo norteamericano resulta referencia irrevocable, y no solo para el pueblo cubano, sino para todos'.

Después de reseñar la trayectoria del incansable batallador por las causas justas durante el asalto al cuartel Moncada, el desembarco del Granma, la epopeya de la Sierra Maestra, el triunfo de la Revolución y Playa Girón, el diplomático hizo referencia a su aliento por la lucha del Tercer Mundo contra el actual orden económico internacional.
 
En particular, precisó, 'contra la deuda externa, el despilfarro de recursos como resultado del gasto militar y la globalización neoliberal, así como los esfuerzos por la unidad e integración de América Latina y el Caribe. Fidel es la principal fuerza motriz del Movimiento de los Países No Alineados', señaló Malmierca.
 
Ponderó el genio, liderazgo y la diplomacia de Fidel durante la Crisis de Octubre y en los principales programas de solidaridad internacional con casi todos los pueblos, en especial con África.
 
Recordó como dirigió la acción decidida del pueblo cubano para afrontar las consecuencias del injusto bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos y los efectos en la economía de la isla caribeña tras el derrumbe de la comunidad socialista europea.
 
Con sapiencia, el comandante de todas las batallas, apuntó el diplomático, promovió el esfuerzo invariable de los cubanos por superar las dificultades derivadas de estos factores, su resistencia durante el llamado Período Especial y la reanudación del crecimiento económico y desarrollo del país.
 
'La vida de Fidel no puede abarcarse en pocas líneas. Su relación permanente e indisoluble con el pueblo, su lúcida oratoria, su constante enseñanza, su consagración ilimitada a la causa de la Revolución, dejaron una huella indeleble en nuestro pueblo y sirven, cual farol, a millones de hombres y mujeres de todos los continentes', subrayó Malmierca.