Comenzó la Feria del Libro soñada por Fidel
«Fidel soñó esta Feria, quizá desde sus batallas en época de estudiante, en el exilio, durante el presidio en la Isla de Pinos, mientras se acompañaba por algunas de sus obras preferidas en las difíciles condiciones de la guerra en la Sierra Maestra. Imaginaba a todo su país con acceso a lo mejor de la literatura de todos los tiempos. La Revolución Cubana es Fidel, porque es un pueblo entero quien lo sigue. Es la respuesta definitiva de los que decidimos acompañarlo por siempre».
Con esas palabras dejó oficialmente inaugurada la 28va. edición de «uno de los eventos culturales más trascendentes y populares de nuestro país», Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, ante un selecto auditorio integrado por premios nacionales de Literatura, escritores, editores, promotores, libreros, bibliotecarios de Cuba y de otros 44 países, entre ellos la República Argelina Democrática y Popular, País Invitado de Honor de esta Feria Internacional del Libro (FIL), dedicada al Maestro de Juventudes Eduardo Heras León.
Ocurrió la víspera en la Fortaleza de la Cabaña, ante la presencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político y presidente de nuestro Parlamento; los miembros del Secretariado del Comité Central José Ramón Balaguer y Víctor Gaute; y el titular de Cultura, Alpidio Alonso Grau, entre otros dirigentes.
Más de 4 000 títulos distribuidos en cuatro millones de ejemplares estarán a disposición de los lectores, no solo en la capital, sino también en otras 15 ciudades, como parte de esta fiesta de las letras que se extenderá hasta el 14 de abril, cuando culminará en Santiago de Cuba. Sin dudas, se trata de un acontecimiento de gran magnitud que tiene lugar en «un país bloqueado durante más de medio siglo por el imperio más poderoso que ha conocido a la humanidad», enfatizó Rodríguez Cabrera.
Por eventos como la Feria Internacional del Libro, «tenemos sobradas razones para que el próximo 24 de febrero demos un rotundo Sí a la nueva Constitución, expresión de la participación y la voluntad soberana del pueblo. Bien sabemos que ella es garantía para seguir adelante, construyendo el país que soñó Martí y que Fidel nos legó».