Un símbolo imperecedero del valor de cubanos y angolanos
Durante días hemos seguido hora a hora la heroica resistencia de ustedes frente a fuerzas muy superiores en número y medios de los títeres de Sudáfrica en Cangamba.
Hemos adoptado todas las medidas para apoyar las tropas sitiadas. El envío de refuerzos cubanos por helicópteros a ese punto es prueba de nuestra determinación de librar y ganar esa batalla junto a los angolanos.
Poderosas columnas blindadas avanzan ya rápidamente en dirección a Cangamba.
Todo depende ahora de la capacidad de ustedes para resistir el mínimo de tiempo indispensable para que sus tropas lleguen a su objetivo.
Si el enemigo toma Cangamba no tendrá piedad con los heridos y prisioneros.
Desde sus posiciones, bien atrincherados, con serenidad, confianza en sí mismos y total determinación deben rechazar los ataques enemigos, resistir a pie firme el fuego artillero y aniquilar a los que intenten apoderarse de la posición.
Es preciso ahorrar municiones y asegurar un fuego certero, así como soportar con firmeza el hambre y la sed si se agotan los víveres y el agua.
Todos los medios y fuerzas cubanas se emplearán si fuera necesario para liberarlos del cerco enemigo.
Nuestras tropas llegarán rápido, en tres o cuatro días, pero si la distancia, los obstáculos naturales y la acción del enemigo las retrasan el doble o el triple del tiempo, o aún más, hay que resistir, porque llegarán allí a cualquier precio.
Que Cangamba se convierta en cementerio de los mercenarios que sirven a los odiosos intereses de los racistas surafricanos.
Que Cangamba sea un símbolo imperecedero del valor de los cubanos y angolanos.
Que Cangamba sea ejemplo de que la sangre de angolanos y cubanos derramada por la libertad y dignidad de África no ha sido en vano.
Confío en el valor insuperable de ustedes y les prometo que los rescataremos cueste lo que cueste.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
Fidel Castro
Agosto 7 de 1983. 6 p.m.
Hemos adoptado todas las medidas para apoyar las tropas sitiadas. El envío de refuerzos cubanos por helicópteros a ese punto es prueba de nuestra determinación de librar y ganar esa batalla junto a los angolanos.
Poderosas columnas blindadas avanzan ya rápidamente en dirección a Cangamba.
Todo depende ahora de la capacidad de ustedes para resistir el mínimo de tiempo indispensable para que sus tropas lleguen a su objetivo.
Si el enemigo toma Cangamba no tendrá piedad con los heridos y prisioneros.
Desde sus posiciones, bien atrincherados, con serenidad, confianza en sí mismos y total determinación deben rechazar los ataques enemigos, resistir a pie firme el fuego artillero y aniquilar a los que intenten apoderarse de la posición.
Es preciso ahorrar municiones y asegurar un fuego certero, así como soportar con firmeza el hambre y la sed si se agotan los víveres y el agua.
Todos los medios y fuerzas cubanas se emplearán si fuera necesario para liberarlos del cerco enemigo.
Nuestras tropas llegarán rápido, en tres o cuatro días, pero si la distancia, los obstáculos naturales y la acción del enemigo las retrasan el doble o el triple del tiempo, o aún más, hay que resistir, porque llegarán allí a cualquier precio.
Que Cangamba se convierta en cementerio de los mercenarios que sirven a los odiosos intereses de los racistas surafricanos.
Que Cangamba sea un símbolo imperecedero del valor de los cubanos y angolanos.
Que Cangamba sea ejemplo de que la sangre de angolanos y cubanos derramada por la libertad y dignidad de África no ha sido en vano.
Confío en el valor insuperable de ustedes y les prometo que los rescataremos cueste lo que cueste.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
Fidel Castro
Agosto 7 de 1983. 6 p.m.
07/08/1983